Los ucranianos de Jinjer sorprenden no tan sólo con pesados riffs, profundos guturales y ‘calmadas’ mesetas en sus canciones, sino que también con mezclas de ritmos y letras que motivan al oyente a reflexionar sobre distintos aspectos de la vida.  A mí parecer, estos elementos son los que los hacen atractivos y diferentes a cualquier otra banda que escuché antes de conocerlos. 

Con 12 años en los escenarios, esta banda oriunda del oriente de Europa es exponente de uno de los géneros más ‘nuevos’ que en las últimas décadas han reflotado del metal, tal como lo es el Hardcore, Metalcore o el Groove Metal. 

Si bien los ucranianos Tatiana Shmylyuk, Eugene Abdiukhanov, Roman Ibramkhalilov y Vlad Ulasevich son conocidos por su evidente e innegable energía al interpretar sus canciones, en esta ocasión me quiero centrar en lo que, a mí parecer, la banda quiere lograr al escribir canciones: no solamente quieren que movamos las cabezas y que nos dejemos llevar por el ritmo, sino que también reflexionemos. 

Y es a eso a lo que quiero llegar con el análisis de la letra de ‘On The Top’ (‘En la cima’ en español). Este tema es el primer track del cuarto álbum de estudio ‘Macro’ de Jinjer; disco que fue lanzado el 25 de octubre de 2019 y que también nos trae la demoledora ‘Judgement (& Punishment)’.

 

Desgranando ‘On The Top’

‘La necesidad insatisfecha te hace empujar hacia adelante. Codicia, luchando por su recompensa.
Como un corredor en la marca, tú quemas tu goma.
Como un tiburón hambriento que busca su cena’.
El ser humano viene con ese instinto natural por encontrar ese indescriptible premio que nos va a satisfacer (posiblemente) en nuestra búsqueda por el éxito y la felicidad, convirtiéndonos en depredadores de nuestro propio destino y condenados finalmente a pagar el precio.

‘Tu corres, corres, corres, corres, corres hasta que no tenga sentido
Te duelen los pies pero sigues corriendo por logro, en este eterno maratón por el éxito.
Otro día, otro dólar, lema imperecedero de progreso. Lentamente a la cima’.
¿Cuándo finalmente sabremos que habremos alcanzado la cima? ¿Cuando nuestras cuentas bancarias tengan infinitos números? ¿Cuando tengamos una gran casa o un lujoso auto? o ¿En la sonrisa, felicidad y tranquilidad en los rostros de los que amamos? 

‘¿Es solitario en la cima? Ah, dime, ¿hay alguien para ti?’
Reflexionamos y somos conscientes de a quiénes hemos pisado y malogrado en nuestro camino por el éxito? ¿Habrá alguien quien nos ame en la cima del éxito después de ese camino recorrido? ¿Hay alguien completamente inocente y que no haya deseado que la mala suerte del otro sea el golpe de suerte de uno?

‘El carril está abarrotado pero la cima es sólo para uno. Mientras el elegido sube, el resto se está cayendo. Tú subes pero la cima también está subiendo’.
No somos los únicos que queremos alcanzar el éxito por el mismo camino. Siempre hubo alguien antes de nosotros y habrá miles después. Y cuando finalmente alcancemos la cima, ¿va a ser ‘ese’ el final? ¿Valdrá la pena lo que tuvimos que hacer en el camino para llegar a ella? ¿Seguiremos queriendo más? 

‘La pista se hace más larga y está conduciendo a tu tumba. No tienes miedo de perder la cabeza en nombre del beneficio. La cinta roja es el final y el final en el ataúd’.
La codicia y la avaricia por siempre querer más es un camino sinfín, te lleva a niveles de sobreexigencia que ponen en riesgo no sólo nuestra salud física sino que nuestra salud mental. Los excesos a los que nos exponemos y caemos por mantenernos en esta carrera: comidas, alcohol y drogas, por nombrar algunos pero sin duda los más letales.

‘Quien corrió al lado se queda atrás pidiendo ayuda de rodillas, pidiendo ayuda llorando. El con quien has empezado, oh. Los débiles se hicieron a un lado, los perdedores lloran. Los derrotados vivirán con dolor. Llegaste a la cima. No, ¡sorpresa! Pero, ¿quién te dará el premio? Es una carrera contra ti mismo. Nadie más te encontrará allí, sí’.
La cima es alta, solitaria y nos cambia. A veces hacemos cosas de las que creíamos no ser capaces, como olvidarnos de nuestras raíces y aspirar a una vida que nos pide borrar nuestra esencia y vivir en base a apariencia y estatus: la ambición nos ciega. El éxito material por sobre el éxito emocional. 

Podremos estar en la cima pero nunca sentirnos ganadores…

 

Por Maro Tapia

Redactora en Rock Legacy Webzine. Periodista, melómana y a veces me creo fotógrafa...

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