Ives Gullé es un destacado artista nacional, el cual ha estado en variados proyectos como Garden Bitch donde conocimos el lado más rockero de este hombre y también participando en Jesucristo Metalstar. Pero su carrera tuvo un auge cuando en 2010 se lanzó “Husar”, opera rock que nos contaba los últimos meses de vida del guerrillero Manuel Rodriguez. El disco fue todo un éxito y generó una gran cantidad de fans a nivel nacional, contando con grandes artistas llenando todos los personajes. Talentosos músicos hicieron que el éxito se repitiera por varios años, fórmula también replicada en el disco Invasión, el cual nos contó cómo se fundó Santiago y la lucha entre indígenas y españoles.
Actualmente Ives vive en Punta Arenas desde el 2015 y para sorpresa de muchos ha lanzado un disco que sigue una línea diferente a los dos lanzamientos anteriores: hablamos de Kawésqar, disco que está formado por diez temas que musicalizan cuentos de esta cultura.
Para poder contextualizarlos un poco, entre los Kawésqar la tradición oral floreció a través del tiempo hasta que se ha ido perdiendo con los cambios de patrones culturales, el proceso de extinción física del grupo y la pérdida de la lengua. El mundo mítico de los Kawésqar es riquísimo y refleja toda la concepción e imagen de su ecosistema, un mundo que está poblado por animales-hombres y hombres que interactúan con ellos. En este mundo mítico, la muerte aparece como agente de transformación y origen, conectando esta cosmovisión con lo real. Los animales-hombres al morir, se transformarán en los animales que poblarán el mundo real.
*Libro Cuentos Kawésqar 2009 – Oscar Aguilera y José Tonko*
Ives Gullé trabaja desde hace muchos años en discos conceptuales que conllevan una investigación profunda sobre las temáticas que aborda, y ésta no ha sido la excepción. Tomó contacto un año antes de esta fecha con la Comunidad Indígena Kawésqar residente en Puerto Edén, para solicitar autorización y colaboración de la comunidad con la finalidad de elaborar un disco que rescatara la cultura de uno de los últimos pueblos de la Patagonia Austral, considerado por la UNESCO, como Tesoro Humano Vivo.
Carolina Huenucoy y Juan Carlos Tonko, dirigentes de la comunidad, solicitaron a Ives basar la obra en los cuentos y relatos Kawésqar. Sobre la música o patrones musicales de este pueblo originario, casi no existen registros, por lo que Juan Carlos Tonko comenta: “Para nosotros el sonido de nuestra música proviene de la naturaleza; el sonido de las olas llegando a la orilla de una playa con arena, es un sonido, si la playa es de piedras tiene otro sonido, si las olas chocan con rocas, es otro también. Si a esto sumamos el viento, la lluvia y los animales, el resultado de la música de la naturaleza va variando”
“Dicen que el cielo huyó”
El disco comienza con “La Luna y la Sol” un intro de sutiles sintetizadores que abren paso a un poderoso bombo con unas marcadas guitarras y lo que distinguimos como instrumentos de vientos, algo que diferencia a sus otros discos. La voz de Ives nos comienza a relatar con una calma mientras todo va in crescendo hasta llegar al coro, sumado a un solo cortesía siempre del productor y guitarrista Nicolas Arce, quien matiza sumamente bien la pasión del metal con estas melodías más calmadas. Le sigue “Martín Pescador”, donde podemos escuchar inmediatamente el canto de esta ave y unos tintes un poco más épicos y electrónicos. Se nota en el Vocoder en la voz al comienzo, mezclando el español y el lenguaje nativo de este pueblo, haciendo de esto una composición totalmente diferente a lo escuchado en trabajos anteriores, los efectos de eco en las voces están muy bien colocadas, lo mismo con las guitarras acústicas.
“Hombre Rayo” parte con un beat bastante rápido que se llena con las guitarras y un excelente ritmo cortesía de la batería de Felipe Cherubini, un piano bastante tenso le da un aura bastante oscura tiene sus secciones muy bien formadas y el uso de diferentes sonidos ya sean grabados o sintetizadores es un detalle que le da muchos puntos, hasta el momento en uno de mis favoritos.
“El Pez Tabú” comienza con una voz masculina diciendo algo en la lengua de la tribu, luego Ives acompañado de instrumentos de vientos y unas sutil guitarra nos comienza a contar la historia. Nuevamente vamos subiendo poco a poco en este relato, donde destaco la forma de Ives para interpretar sus canciones, donde logra transmitir de manera exacta lo que quiere decir, como si estuviera frente a una fogata contando esto en una noche estrellada de Magallanes.
Llegamos a la mitad del disco y es “Hijo del Canelo” que nos cuenta una trágica historia de sufrimiento de un hombre. La tensión y potencia puesta en esta canción está muy bien contextualizada. Seguimos con la fuerte y triste historia del asesinato de “Kamatau” la musica es desgarradora y llena de furia. “F’cakians Eik’ose (El Cuento del Zorzal) es sumamente interesante ya que está completamente en dialecto Kawésqar y da la sensación de estar entre ellos con esos bombos resonantes y esos sonidos etéreos acompañados de buenos juegos de voces que pareciera todo un grupo al unísono.
“Cuento del Ratón” es una composición bastante fuerte y apasionada, es increíble como el disco va logrando de verdad involucrarte en cada historia, es un trabajo bastante cautivador que deja con mucho hype.
Para calmar es que llegamos a “Cuento de los Sapos”, la cual a diferencia del cuento anterior, es mucho más calmada en cuanto instrumentos pero su intensidad sigue siendo exactamente igual: el mensaje que hay detrás de cada letra de cada detalle, nada está al azar.
El capitulo final de este viaje llega con “Cisne de Cuello Negro” y aquí me voy a detener un momento ya que quiero destacar que Ives siempre ha sabido cerrar sus discos con melodías épicas y excelentes voces, es decir sus discos cierran con broche de oro y esta no es la exepción. Siendo el tema más largo de todo el disco, podemos escuchar toda la caballería con unas guitarras en tonos desgarradores, la batería marcando el pie de guerra y la voz firme contando este relato, siempre manteniendo la esencia de estar frente a lo que ocurre.
Análisis del disco
Que puedo decir, este disco lo escuché varias veces, no porque no entendiera nada, sino porque cada vez lograba percibir más cosas. Es un trabajo sumamente bien elaborado, la dupla que ha tenido con el productor Nicolás Arce, quien en esta ocasión se encargó también de las guitarras y bajos de todo el disco en AST Estudios, ha llegado a un punto demasiado grande. El trabajo de arreglos, mezcla y masterización es algo que podemos apreciar también luego de escuchar todos sus trabajos y podemos decir que ambos están en un punto muy elevado de sus carreras.
Otro punto a favor que tienen es el perfecto balance con los sonidos electrónicos, ya que actualmente se tiene a abusar mucho de eso y termina saturando, este no es el caso porque están incluidos en el momento perfecto y el tiempo necesario.
Hacer un disco dedicado completamente a una cultura casi extinta es un trabajo gigantesco y que hayan logrado mantener esa vibra y mezclarla con metal, es algo digno de admiración. No son los primeros que lo hacen y no serán los últimos pero este trabajo es tremendo y destaca entre otros proyectos.
También debo destacar el trabajo de Felipe Cherubini en la batería, una elección excelente para el trabajo y también el maravilloso trabajo de arte cortesía de Eliseo Peña con esa portada tan hermosa que logró concretar.
Como mencionaba anteriormente, esa forma de adentrarse en los cuentos dando la sensación de que realmente estás en la comunidad escuchando estos relatos también es un gran trabajo, por eso el buen uso de sonidos etéreos, donde la naturaleza juega una parte super crucial al momento de desarrollar y adentrarse en el álbum.
Sin lugar a dudas este será un gran año para la música chilena y este disco lo demuestra, lo puedo recomendar a ojos cerrados, déjense llevar y si gustan saber más sobre estos cuentos los invito a leer el libro aquí.