El 27 de abril de 2017 fue la última vez que el reconocido grupo exponente del nümetal KoRn pisó tierras chilenas, dando paso así a una de las experiencias más inolvidables que he vivido.

Trece meses antes del concierto, la productora y organizadora del evento “The FanLab” anunciaba un concurso para ganarse un Meet&Greet con los californianos, oportunidad que por supuesto no dejé pasar y participé. Debo reconocer que lo hice sin mucha esperanza porque KoRn mueve a miles de fans y las oportunidades de ganar eran mínimas. Ocho meses después anunciaban a los cuatro ganadores y yo era una de ellas: fue un estallido de alegría y emoción.

Mi romance casi medio forzado con KoRn comenzó a los inicios de los años 2000, cuando mi hermano mayor usaba la única radio que teníamos en la casa para hacerlos sonar constantemente. Era para mí la primera banda extraña y pesada que conocía, y de principio no eran agradables sobretodo porque en esos años compartía pieza con mi hermano: un suplicio considerando que lo único que yo escuchaba en esos años eran los Backstreet Boys. Pero como toda cosa que está destinada a quedarse, comenzaron poco a poco a gustarme. Fueron años y años de ver el fanatismo de mi hermano manifestarse en distintas cosas: cuando se compraba un casete, un disco, una polera o un póster. Éramos pobres y esas adquisiciones eran grandes tesoros para nosotros. Ir a un concierto de ellos ni hablar, no había plata.

Ya más grande, a fines de la enseñanza media y ad portas de entrar a la universidad, y con mayor acceso a la información, comencé a conocerlos más y a saber qué había detrás de sus letras, música y vida personal: desde ese momento que no dejé de escucharlos nunca más.

Hace cuatro años se presentaron ante un Caupolicán repleto. Afortunadamente ya trabajando y pudiéndome permitir comprar entradas, era la segunda vez que veía a KoRn: la primera fue en el Teatro Chimkowe en el 2013 cuando salieron de gira con Brian “Head” Welch ya de vuelta en sus filas y dando a conocer a su nuevo baterista Ray Luzier.

“The Serenity Of Suffering”, el duodécimo álbum de KoRn, llevaba seis meses sonando en todas las plataformas y traía consigo tintes y riffs que hacían recordar a los primeros discos de la banda. Siempre he admirado su capacidad de traer lo viejo a lo nuevo.

El día del concierto

Las instrucciones para asistir al Meet&Greet eran claras y concisas: llegar dos horas antes a la puerta trasera del Caupolicán. Salimos desde la V región, de la que soy oriunda, tres horas antes aproximadamente en automóvil. Por supuesto que iba a acompañada del más grande responsable de todo: mi hermano. Él desgraciadamente no fue uno de los ganadores así que yo por los dos debía vivir la experiencia al límite. El viaje no estuvo exento de chascarros: el auto en plena Alameda comenzaba a hacer sonidos raros y el habitual taco no contribuía a mi histeria.

Eran las 19:00 horas en punto, hora de entrar al meet y yo aún no llegaba. Por la adrenalina del momento, de dejar a mi hermano mientras se estacionaba y correr, no recuerdo cuan tarde llegué pero lo logré: el ansiado momento había llegado. Nos hicieron pasar al subterráneo del Teatro Caupolicán, verificaron mi identidad y me pusieron una pulsera que acreditaba mi premio. Muy pocas veces en mi vida había estado tan nerviosa, uno de mis sueños estaba apunto de cumplirse y aún así no podía creerlo.

Debimos esperar a la banda yo creo que unos 15 minutos pero con los nervios sentí que fue una hora. Hicimos una fila y nos señalaron que KoRn no estaba disponible para firmas, autógrafos o fotos selfies: un fotógrafo de la misma productora nos iba a tomar una foto e iba a ser individual en reparo de todo lo anterior . Pasaban y pasaban los minutos hasta que por fin aparecieron Jonathan Davis, James “Munky” Shaffer, Brian “Head” Welch, Ray Luzier y Ty Trujillo (hijo del bajista de Metallica de ese entonces 12 años que reemplazaba a Reginald “Fieldy” Arvizu que por asuntos personales se ausentó de la gira latinoamericana).

Y comenzamos a pasar de a uno a un lugar separado por cortinas donde la banda iba a estar esperándonos, hacer la foto y salir. Debíamos dejar nuestras pertenencias afuera incluso porque no confiaban en que no siguiéramos los protocolos. Finalmente llegó mi momento: entre y ahí campante estaban, los cinco me dieron la mano, dos fotos y hacía fuera, pero no sin antes decirle a “Head” en el más lloroso y nervioso discurso en inglés que lo amaba, que gracias por su música y por volver a KoRn, en cortesía me dijo que me amaba también, me chocó los puños y me dio un tímido abrazo, y el momento que tanto había esperado había durado 15 segundos…

El resto es historia pero lleno de lágrimas y felicidad. El concierto estuvo arrollador y por supuesto que la fanaticada chilena demostró lo suyo cantando, saltando, “mocheando” e incluso prendiendo un par de vengalas. Una experiencia inolvidable…

Setlist The Serenity Of Suffering Latinoamerican Tour Chile 2017:
1.- Right Now
2.- Here to Stay
3.- Rotting in Vain
4.- Somebody Someone
5.- Word Up!
6.- Coming Undone (con un giro a “We Will Rock You” de Queen)
7.- Insane
8.- Y’all Want a Single
9.- Make Me Bad
10.- Shoots and Ladders (con un giro a “One” de Metallica)
11.- Drum solo
12.- Blind
13.- Twist
14.- Good God
Encore:
15.- Falling Away From Me
16.- Freak on a Leash

Por Maro Tapia

Redactora en Rock Legacy Webzine. Periodista, melómana y a veces me creo fotógrafa...

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