Hannes Braun (voz), Ande Braun (guitarra), Jim Müller (guitarra), Steffen Haile (bajo) y Sebastian Berg (batería) son Kissin’ Dynamite. Son una banda de heavy metal / hard rock procedente de Alemania por allá en el año 2007 y su nombre se debe a la canción de AC/DC del mismo nombre; pero recién dos años después (2009) lanzaron su primer disco: “Steel of Swabia”. Al año siguiente publicaron “Addicted to Metal” (2010) donde el reconocido Udo Dirkschneider (U.D.O.) colaboró con su voz en el tema homónimo y poco a poco fueron tomando reconocimiento en la escena.

En 2012 lanzaron “Money, Sex and Power”, “Megalomania” (2014, y uno de sus mejores discos), “Generation Goodbye” (2016) y “Ecstasy” (2018, otro gran disco). En cada uno de ellos notamos que tienen un sello y sonido propio. Mucha influencia del heavy y el rock de los años ochenta, combinada con el sonido del rock moderno de hoy en día. 

En 2020, los alemanes anunciaban que volverían al estudio a grabar nuevo material, que es el que vamos a revisar en esta ocasión. Lanzado el 21 de enero de 2022, llegó “Not the End of the Road”. Vemos qué nos presentaron los alemanes en este inicio de año.

El disco abre los fuegos con “Not the End of the Road” (que además fue el primer single que lanzaron). En segundos te llena de energía de entrada con el ritmo de la batería, el coro pegajoso y un solo bien logrado. En poco menos de 4 minutos ya se escucha ese sonido que tanto ha caracterizado a Kissin’ Dynamite. Buena manera de partir, sin dudas.

La segunda canción (y segundo single) “What Goes Up”, es algo más lenta que su predecesora, pero con riffs agresivos y pegajosos que recuerdan a ese hard rock ochentero bien potente. Los arreglos de guitarra previo al coro, el coro en sí mismo y el solo le dan todo ese ambiente de antaño que, combinado con este sonido más “moderno”, encajan de manera genial.

El tercer tema “Only the Dead” mantiene la línea de las primeras dos canciones. Son de esas canciones que sí o sí deberían estar en los tracklist cuando toquen en vivo, con coros bien logrados y que te dan ganas de cantarlos o tararear el ritmo, al menos. El hecho de que no tenga un solo de guitarra le da una rapidez y fluidez a la canción que la hace más entretenida de escuchar.

Good Life” es la cuarta canción (y fue el tercer single) del disco. En esta ocasión invitaron a Alea der Bescheidene (Saltatio Mortis), Guernica Mancini y Charlotte Wessels. Un tema con un ritmo más tranquilo, donde las voces de Hannes, Alea, Guernica y Charlotte lucen por sí solas. Los arreglos de gaitas y guitarra le dan un toque más folk al tema que, además, tiene un aura de positivismo y buena vibra que contagia.

(PD: esta canción además fue parte de una campaña de donativos para una asociación de niños con cáncer y que recaudó unos seis mil euros).

La quinta pieza es “Yoko Ono” (además, el cuarto single). Con una intro con toques asiáticos, rápidamente cambia a unos riffs más agresivos. Una canción con un ritmo medio “popero” -si queremos llamarlo así-, pero que encaja de manera perfecta con la esencia de los alemanes: riffs potentes y coros pegajosos y llenos de melodía.

Volvemos a bajar un cambio con la sexta canción (y el último single que lanzaron): “Coming Home”. Aquí dejamos los riffs potentes para pasar a un ritmo que tiene aire más tranquilo, donde Hannes se luce con los versos finales. Son de esas canciones que quisieras escuchar cuando estás viajando, sentado a la ventana y mirando el paisaje.

Ya en la segunda mitad del disco, nos encontramos con “All for a Halleluja”. Volvemos a los riffs pesados y al hard rock tan característico de los alemanes. Los arreglos en las guitarras durante los versos le dan un dinamismo a la canción y, nuevamente, el coro melódico hace que se te quede en la mente. Sin duda que cuando la toquen en vivo será un exitazo tremendo.

No One Dies a Virgin” es la octava pieza. Sigue con la tónica de la canción anterior: riffs potentes, coros melódicos y un solo brutal. Punto aparte la letra, que está inspirada en la célebre cita de Kurt Cobain: “Nobody dies a virgin. Life fucks us all (Nadie muere virgen. La vida nos coje a todos)”.

Seguimos avanzando y llegamos a “Gone for Good”. Esta es una balada simplemente hermosa. Hannes simplemente se luce, los arreglos orquestales en el coro y las guitarras acústicas dan todo ese ambiente tristón y emotivo que requiere una canción de esta categoría. La letra es otro punto a destacar, es simplemente hermosa y emotiva. El solo encaja de manera perfecta con todo el ambiente anteriormente descrito. Es uno de los puntos altos del disco, sin dudas.

Volvemos al lado más hard rock con “Defeat It”. Una canción que rememora, nuevamente, ese rock ochentero con riffs potentes, un solo brutal, unos arreglos de sintetizadores sutiles pero que aportan fluidez a la canción y una letra que es bastante clara: “If you don’t need it, defeat it (Si no lo necesitas, derrótalo)”.

Voodoo Spell” es la penúltima canción. Con una intro llena de ritmos tribales y selváticos que pasan a una melodía de guitarra pegajosa y riffs geniales. El coro, de los más pegajosos de todo el disco, sin dudas. La letra es otro punto interesante, muestra cómo uno está tan enamorado de la otra persona que sientes que te hicieron magia vudú: “In your eyes I find deceitful heaven, loving you is like a voodoo spell (En tus ojos encuentro un cielo engañoso, amarte es como un hechizo vudú)”. Otro de los puntos altos del disco.

Finalmente, llegamos a la última pieza del disco: “Scars”. Una balada cargada de emotividad. Hannes nuevamente cautiva con su voz, las guitarras acústicas y arreglos orquestales dan un ambiente más acogedor a la letra que, de por sí, es emotiva y triste: “Time will heal you, they have told me, but I think that’s just a lie (El tiempo te curará, ellos me dijeron, pero creo que es solo una mentira)”. Una linda manera de cerrar el disco, que no es algo nuevo, ya que lo hicieron en “Ecstasy” con la épica “Heart of Stone”.

En resumen “Not the End of the Road” sólo viene a consolidar lo que ha sido Kissin’ Dynamite desde sus inicios. Si bien la fórmula puede llegar a ser repetitiva y con pocas variaciones, han logrado crear un sonido único y característico que los tiene formando parte de los grandes festivales de rock y metal europeo durante la última década. Y con este último lanzamiento, demostraron que aún “no es el fin del camino” para los alemanes. Este disco sin dudas encantará a los seguidores más antiguos y abrirá el camino para nuevos oyentes.

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