Seventh Wonder es una banda de metal progresivo nacida en el 2000 en Estocolmo, Suecia. Dicha banda estrenó durante este mes su sexto disco titulado “The Testament”, reseña que ya realizamos en la página y que puedes ir a leer cliqueando acá.

En dicha reseña, mencioné a “Mercy Falls”, disco lanzado el 12 de septiembre de 2008 y que es el tercero de la banda luego de “Become” de 2005 y “Waiting In The Wings” de 2006. Sin más preámbulos, pasemos directo a la reseña (ya que la historia de la banda está en la reseña anterior que le hice a “The Testament”). Lo único que hay que resaltar es que para este disco la batería estaba a cargo de Johnny Sandin, quien estuvo en el grupo hasta 2011.

Un choque de auto abre el disco. “A New Beginning” es una pieza orquestal donde podemos apreciar algunos elementos que nos traerá la banda a lo largo del “Mercy Falls”. Aquí se representa el trayecto hacia el hospital del protagonista, la música se entrelaza con los diálogos de los protagonistas, dándonos una breve introducción de la trama.

(*Paréntesis: “Mercy Falls” es un disco conceptual que cuenta la historia de un hombre víctima de un accidente automovilístico tal que cae en coma y, dentro de ese estado, despierta en la misteriosa ciudad de Mercy Falls, un mundo ficticio que el protagonista soñó mientras estuvo en dicho estado. Asimismo, las canciones van haciendo viajes entre lo que pasa al interior de la mente del protagonista y lo que sucede fuera de esta. Ahora sí, sigamos con el disco)

Luego comienza “There and Back”. Nuevamente, otra pieza instrumental donde ya se puede decir que comienza el disco. En esta canción la banda hace como una especie de medley donde reúne todas las canciones del disco (a medida que vas escuchando el disco lo apreciarás de mejor manera). Ahora sí, comienza definitivamente “Mercy Falls”.

Welcome to Mercy Falls” abre los fuegos con riffs pesados y melódicos que se mezclan de buena manera con la voz de Tommy Karevik. Destaco la producción desde ya, porque se aprecian todos los instrumentos de manera muy clara. Volviendo a la canción, el teclado es quien le da toda esa atmósfera de misterio que le da un plus a “Welcome to Mercy Falls”. Un buen corte para abrir los fuegos. 

La canción siguiente es “Unbreakable”. Esta parte con un fade in de la batería seguido por el teclado y donde Karevik nuevamente toma gran protagonismo con su voz. La mezcla entre potencia y melodía de su voz es asombrosa. A pesar de sus siete minutos y fracción de duración, la cantidad de cambios de melodías y ritmos la hacen muy disfrutable. Canción a destacar, sin dudas.

Tears for a Father” es la canción que sigue. Un corte acústico donde el hijo le “canta” a su padre, contándole su día y esperando que despierte pronto para volver a jugar con él. A pesar de su corta duración, logra transmitir las emociones del hijo.

Una introducción muy power metal melódico arremete en “A Day Away”. Una canción muy sencilla, que transmite una sensación de alegría. El coro es genial y pegadizo. Otro punto a considerar es que a medida que pasa el tema éste va agarrando ese sonido más progresivo ya clásico de Seventh Wonder. Pero en definitiva es una canción muy disfrutable, especialmente el coro. 

Un piano y el diálogo del doctor dan paso a “Tears for a Son”. Aquí vemos la contraparte, el padre “cantándole” a su hijo. Nuevamente Karevik destaca dando ese componente emotivo con su voz. 

Y, casi sin pestañear comienza “Paradise”. Un tema más técnico en cuanto a composición, donde apreciamos metal progresivo puro y duro. El coro es sublime y Karevik muestra sus dotes al micrófono, especialmente en esta parte de la canción. El último “Turn away baby / Forever I am gone” es prueba de ello. La parte instrumental es muy buena, con un genial trabajo de las guitarras y el teclado dándole toda la atmósfera que el tema necesita. 

Una introducción de guitarra y teclado abre los fuegos de “Fall In Line”. Esta sigue un poco esa línea de metal progresivo de “Paradise”. Una canción muy técnica en este aspecto. La sincronización entre el bajo y la batería (sumándose a veces la guitarra), da un dinamismo interesante a la canción. Nuevamente la parte instrumental se lleva los flashes. Un metal progresivo muy al estilo de Dream Theater, donde todos muestran su virtuosismo.

La guitarra del final de “Fall In Line” conecta con un solo de bajo exquisito de Blomqvist en “Break The Silence”. Un ritmo lento, donde Karevik brilla con su voz a lo largo de toda la canción (y las voces secundarias destacan de igual manera), para luego ir acelerando el ritmo y el tempo. Cabe señalar que es el tema más largo del disco (nueve minutos y treinta segundos) pero, los constantes cambios de melodías y tiempos hacen que pasen volando y no sea un tema tedioso de escuchar, todo lo contrario. La larga sección instrumental es maravillosa, llena de melodías, virtuosismo y donde cada instrumento brilla por sí solo. De los más destacados del disco, sin dudas. Es el sonido de Seventh Wonder más puro y duro.

Nuevamente, sin descanso, se nos presenta “Hide and Seek”. Otro corte lleno de melodía, técnica y virtuosismo de toda la banda. El metal progresivo vuelve a ser el leitmotiv de la canción, con un Karevik brutal y un coro espléndido. Como ha sido la tónica a lo largo de todo el disco, la parte instrumental es una maravilla, especialmente el final, donde la sincronización entre todos los instrumentos da un sonido y ambientes simplemente épicos. ¿El mejor tema del disco? Para este humilde servidor, sí.

Destiny Calls” es la siguiente en la lista. Esta tiene un toque más “oscuro” y “dramático” dado por los teclados y, también, se podría decir que es la canción más difícil de “digerir” para quienes no están acostumbrados al metal progresivo, ya que posee secciones de gran complejidad que recuerdan mucho a Dream Theater. Asimismo, el tema está dividido en dos partes: la primera, con todo el prog que la banda ha ido mostrando a lo largo del disco y, la segunda, donde los teclados y Karevik crean esa atmósfera “oscura” que le da el plus al tema. Es un buen tema, sin dudas, pero para los que no están acostumbrados al género puede que les cueste un poco disfrutarlo a la primera escucha.

Acercándonos al final está “One Last Goodbye”. Un tema netamente acústico donde Karevik está sublime a lo largo del mismo. Aquí conocemos el destino final del protagonista (no haré spoiler) y, sin dudas, es la canción ideal para el momento. Además, la voz femenina le da otro aire hacia el final. El componente emotivo que tiene la canción la hace muy épica. Sin dudas hay que escucharla con letra en mano, al entender el contexto de la canción (y de los diálogos), “One Last Goodbye” tiene “otro aire”. Es una balada simplemente excelente.

Luego de este final, “Back In Time” es un corte sencillo que nos trae flashbacks de todas las canciones del disco para llegar al principio de la historia y saber en definitiva qué ocasionó el accidente.

Luego de la revelación comienza “The Black Parade”, el último tema del disco. Un excelente corte lleno de ritmos y melodías que dan un cierre genial al disco. El coro es uno de los que más me gustó de toda la producción, además de un puente instrumental muy bueno, donde vuelven a sacar lo mejor de su metal progresivo. Un gran cierre para el “Mercy Falls”, sin dudas.

(*Nuevo paréntesis: a pesar de lo excelente que es el disco en cuanto a composición, ejecución, melodías y todo eso, las actuaciones de voz en los diálogos es lo más “decepcionante”, ya que muchas veces dichas partes habladas no transmiten tanto sentimiento como sí lo hace Karevik al cantar. Es una diferencia muy notoria que hay que mencionar).

En resumen “Mercy Falls” de Seventh Wonder es un trabajo tremendo. Si bien no es una historia “original” (el concepto es muy parecido al “The Human Equation” de Ayreon), logra ser muy bien transmitida a través de la voz de Tommy Karevik y los demás instrumentos que, van dando un ambiente y atmósfera interesantes a lo largo de todo el disco.

A pesar de su duración (casi una hora y quince minutos), la verdad no se hace tan “eterno” escucharlo, porque todas las melodías, ritmos y cambios de tiempo a lo largo de este hacen que sea muy llevadero y no algo tan tedioso, algo a destacar porque es muy difícil mantenerse concentrado escuchando un disco de tal duración. Otro punto para los suecos.

Mercy Falls”, es una prueba clara de que Seventh Wonder ya en aquellos años se comenzaba a situar en el radar de metal progresivo de la década de los 2000 con discos como este: composiciones geniales, ambientación, ejecución y virtuosismo únicos y, que, también, ya daban cuenta de que no eran otra banda del montón, sino que ya comenzaban a tener su “sonido propio”, el cual quedó demostrado con los trabajos posteriores (“The Great Escape” de 2010, “Tiara” de 2018 y “The Testament” de 2022). Para este servidor, una obra infravalorada dentro del metal progresivo y que merece la pena darle una escuchada.

(PD: Una pena que este disco no esté, al menos, en Spotify, por eso adjunto el link de YouTube)

 

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