Lo vivido la noche de ayer en la Quinta Vergara fue memorable de principio a fin. Primero porque fue la primera vez que la banda Los Bunkers se presentaba en solitario -y no en contexto del Festival de Viña del Mar (2007 y 2012)- en uno de los anfiteatros más famosos de Latinoamérica. Los músicos también cerraban la parte nacional de la gira “Ven Aquí” -pasando anteriormente por las ciudades de Santiago y Concepción- y que los trajo de vuelta a los escenarios después de casi una década fuera de ellos.

Otra instancia memorable de la jornada fue la presencia del reconocido compositor, guitarrista y cantautor chileno Eduardo Gatti, quien junto a su hijo Manuel, fue invitado personalmente por la banda penquista a acompañarlos a esta insigne fecha en la Ciudad Jardín.

Fotografía por Ignacio Orrego.
Fotografía por Ignacio Orrego

En un ambiente íntimo, acústico y a dos guitarras, los Gatti abrían los fuegos entregándonos infaltables clásicos de la música chilena, tales como “Ganas de vivir”, “Navegante” y “Los momentos”, temas que a pesar de la gran diferencia generacional que hay con la fanaticada del quinteto, fueron coreados y ovacionados con mucho respeto por el público que se rindió ante el talento que ha demostrado el músico chileno por más de 50 años.

A eso de las 20:15 p.m. la Quinta Vergara ya se mostraba ansiosa por comenzar la jornada, donde hace acto de presencia sorpresivo y en formato audio la canción “Solsbury Hill” de Peter Gabriel para introducir al quinteto y comenzar la fiesta Bunkeriana. Los primeros toques de batería de “Miéntele” hacen estallar en cantos, gritos y bailes a los cerca de 15 mil asistentes que repletaron el anfiteatro viñamarino. Por fin comenzaba el show.

La banda compuesta por el vocalista Álvaro López, los hermanos y guitarristas Francisco y Mauricio Durán, el bajista Gonzalo López y el baterista Mauricio Basualto, hizo un repaso por toda la discografía que han recolectado en estos casi 17 años de carrera. 

Tanto en Viña del Mar como en las jornadas predecesoras en Concepción y Santiago, la agrupación penquista tocó 32 canciones, donde antes de comenzar la cuarta canción “Yo Sembré Mis Penas de Amor en Tu Jardín” (“Los Bunkers” – 2001), el cantante Álvaro López señala: “Por fin, ¿o no? Hemos estado esperando este momento tanto como ustedes, ¡en serio!”.

Los covers a Silvio Rodríguez por supuesto que no pudieron faltar, donde en el transcurso de la jornada versionaron las canciones “Santiago de Chile”, “Quién Fuera”, “Ángel Para Un Final”, entre otras. 

Fotografía por Ignacio Orrego

Antes de dar paso a la canción “Una Nube Cuelga Sobre Mí” (“Barrio Estación” – 2008), el guitarrista Francisco Durán dijo: “Vamos a dedicar la siguiente canción a todos, a todas y todes, niños y niñas presentes, adolescentes y que este es su primer concierto”. Acto seguido, se hicieron notar los brazos arriba de todas aquellas familias que estaban presentes junto a los más pequeños de la casa.

Casi a la mitad del concierto, el guitarrista Mauricio Durán se detiene para brindar unas palabras y a contar el porqué Eduardo Gatti había actuado como telonero, y todo tenía que ver con la admiración que sentían por el músico pero sobre todo en sus inicios en la banda Los Blops donde destacaba por su virtuosismo en la guitarra eléctrica. Junto a Manuel, son invitados nuevamente al escenario a interpretar “Ahora Que No Estás” (“Vida de perros” – 2005), donde Gatti nos deleitó con una interpretación que nos sorprendía de sobremanera después de verlo tan calmo horas antes tocando en formato acústico. Todos caímos rendidos ante él.

Pequeña Serenata Diurna”, también de Silvio Rodríguez, abrió una especie de bloque acústico del quinteto, donde le siguió “La Exiliada del Sur”, cover de Violeta Parra que la banda ha hecho tan suya desde que la incluyeron en su disco “La Culpa” del 2003.

El último bloque de la primera parte trajo clásico tras clásico, los que ya a esas alturas tenían bien acalorada a la tribuna. Fue así que llegaron las canciones “Nada Nuevo Bajo El Sol” (“Barrio Estación” – 2008), “Canción para mañana” (“La Culpa” – 2003) donde se proyectó un conmovedor video de ojos de distintas personas. Siguió “No Me Hables de Sufrir” y “Bailando Solo”, donde claramente Álvaro López no dejó de demostrar su destreza en el baile y siendo acompañado por su fanaticada que no lo dejó bailar solo.

Fotografía por Pía Figueroa

Ven Aquí” del popular “Vida de Perros” (2005) dio el cierre a la primera parte del show después de haber sido interpretadas 27 canciones. Ovación de esquina a esquina llena de aplausos y gritos de los asistentes que, a pesar de las ya más de dos horas de show, quería más. Luego de dos minutos de los ya clásicos “Olé, olé, olé, Bunkers, Bunkers” y del “‘¡No nos vamos ni ca*ando!”, volvían al escenario los músicos.

El encore, dividido en dos partes, incluyó, entre otros, el cover de Silvio RodríguezEl Necio”, “Llueve sobre la ciudad” (“Vida de perros” del 2006) y “Miño”, para cerrar con “La Era Está Pariendo Un Corazón” del trovador cubano, culminando así la interpretación de 32 canciones en 2 horas con 37 minutos de show.

Las casi dos décadas de Los Bunkers se hicieron notar con esa sinergia que desbordan juntos en escena, con esos riffs que marcaron la adolescencia y entrada a la adultez de muchos de nosotros y que te hacen cantar, bailar y “sufrir”. Un espectáculo de nivel que además presentó una interesante puesta en escena de pantallas, luces y videos. Fue un show digno de los oriundos de Concepción y de celebración porque los tenemos de vuelta en los tableros.

 

 

Fotografía por Pía Figueroa
Fotografía por Pía Figueroa
Fotografía por Pía Figueroa

Por Maro Tapia

Redactora en Rock Legacy Webzine. Periodista, melómana y a veces me creo fotógrafa...

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