Domingo otoñal, faltando 15 minutos para las 20:00 horas y como buena anoche psicodélica, los encargados de hacer el soporte, e ir dando la bienvenida al público que poco a poco iba ingresando, fueron los nacionales The Ganjas, que pese a algunos problemas de sonido, con más de 20 años de trayectoria le dieron el vamos a esta jornada cargada al rock psicodélico y guitarreos distorsionados. “Tangible”, “New Wave” y “Sonic” fueron parte de su repertorio que dejaron los motores afinados para el vuelo que tomaríamos más tarde.
Pasadas las 21:00 horas cigarrillo en mano, con botas y sombrero bien puesto, subió al escenario del Basel ubicado en el Barrio Independencia, Antón Newcombe, líder de la agrupación neo psicodélica The Brian Jonestown Massacre.
Después de siete largos años, el frontman y sus seis secuaces simplemente se adueñaron del escenario, bebieron vino de la botella y encendieron cigarrillos mientras el recinto se llenaba de humo de colores. Antón, como cual director de orquesta situado al costado derecho, de perfil al público, siempre interactuando con sus músicos, da la partida.
Pandero en mano, Joel Gion comienza con los primeros sonidos, el recinto comienza a vibrar y suena el primera viaje, “#1 Lucky Kitty”, para luego continuar con “The Real”, ambas composiciones correspondientes al álbum “Fire Doesn’t Grow on Trees” editado el 2022.
Pese a unos pequeños problemas de sonido, la banda formada a principio de los 90’s sorteó el obstáculo y prosiguió el viaje con los temas “Fudge” y “Do Rainbows Have End?”, ambas creaciones de los álbumes “The Future Is Your Past” (2023) y “Wait a Minute” (230 to be exact) del “Fire Doesn’t Grow on Trees” del 2022, respectivamente.
Ya entrados en calor, varios cigarrillos encendidos por Antón y con un humo tenue azulado, comienzan los acordes para la canción más vitoreada hasta esa ahora, “Pish”, del álbum “Mini Album Thingy Wingy” (2015). Como en cada tema, el cambio de instrumentos es una constante y el vocalista sintió la energía que el público le retroalimentó. Se sacó la chaqueta, bebió agua y prosiguió con los temas “Don’t Let Me Get in Your Way y “You Think I’m Joking?” correspondientes a sus últimos dos discos.
El humo que no dejaba de expandirse por el escenario llenaba de colores cada rincón del recinto, que se mezclaba con el sonido constante del pandero, que hipnotizaba al público presente. “Forgotten Graves”, de su disco homónimo, nuevamente hizo entrar en transe a los fanáticos que corearon y se entregaron por completo al jefe máximo de la neo psicodelia.
Un cigarro tras otro se encendían sobre el escenario y ya pasada una hora de hipnotismo provocada por la banda californiana, fue el turno de “Anemone” del álbum “Their Satanic Majesties’ Second Request” (1996), que nuevamente a esas horas encendía la noche capitalina.
Una novedad nos tenían preparada o para ser sinceros es muy probable que haya sido consensuada en el instante porque no venía siendo parte del repertorio, “Nevertheless”, 5° track del álbum “Bravery Repetition and Noise” (2001), y para ir cerrando la noche con “A Word y Abandon Ship”, que fueron interpretadas por nueve músicos sobre el escenario, para dejarnos con los ánimos por las nubes para un buen inicio de semana.
Fotografías: Francisco Vidal
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