La banda alemana Lord of the Lost, con más de 10 años de trayectoria y ocho álbumes de estudio, finalmente aterrizaba en nuestro país para presentarse en la Sala RBX de la comuna de Ñuñoa, en la ciudad de Santiago.
La sombría velada de jueves contemplaba dos bandas nacionales invitadas: Somberwind, agrupación fundada por Marco Cusato y Caterina Nix, por un lado, y por otro, The Fallacy, con el mismo guitarrista junto a la cantante y guitarrista Angeline Bernini fueron las encargadas de poner la mesa y servir de entrada. La performance de los primeros logró avivar la fría noche con temas como “The Spell”, “Grind to Dust” (de su próximo álbum) y “What Tomorrow Brings” mientras que los segundos continuaron entibiando la jornada a punta de canciones como “Lost in Disguise”, “Drops of Fire” y “Love Division”.
Al finalizar sus presentaciones, los músicos nacionales se retiraron agradecidos de haber podido ser partícipes del evento así como de la entrega y del entusiasmo del público que repletó el recinto ñuñoíno. Era hora del plato de fondo.
Con notoria puntualidad, el quinteto alemán Lord of the Lost, conformado por Niklas Kahl en batería; π (Pi Stoffers) en guitarra; Garde Dirge en piano, theremin y sintetizadores; Class Grenayde en bajo; y Chris “The Lord” Harms en voces, ya pisaba el escenario a las 21:45. Comienza a sonar “Drag Me to Hell” y así -sin mayor preámbulo- arrastra a su fanaticada al mismísimo infierno.
Pegadita vino la atingente y potente “Leave Your Hate In the Comments”, de su más reciente trabajo “Blood & Glitter” lanzado en 2022, del cual interpretaron otras como “The Future of a Past Life” y “Reset the Preset”, no sin antes interpretar “Morgana” y “Born with a Broken Heart”, de sus anteriores álbumes “Thornstar” y “Judas”, respectivamente.
El líder de la banda no dudó en mostrarse impresionado por la energía mostrada por los fanáticos que se congregaron a ver el show anoche pero -por sobretodo- por el hecho de ser una banda del viejo continente que estaba tocando al otro lado del mundo y recibir semejante recepción es algo que no cabía en la cabeza del cantante que -agradecido- lo hacía notar.
Luego de ejecutar canciones “Dry the Rain” y “Break Your Heart” de su disco debut “Fears”, el conjunto teutón hace una pausa para dedicar palabras a Iron Maiden, banda que los ha invitado como acto de apertura en varias presentaciones, para posteriormente interpretar su propia versión de “Children of the Damned” de los ingleses. No fue el único cover que formó parte del setlist anoche, eso sí. Más adelante sabrás cuál fue el otro.
Habiendo pasado más de una hora de show, sonaron dos canciones que se encuentran dentro de las más conocidas de su repertorio: “Loreley” y “Die Tomorrow”, las cuales fueron recibidas por las y los fans con los brazos y el alma abiertos.
La presentación ya entraba en tierra derecha con “Blood & Glitter” -del disco homónimo y que además es la canción con la que la agrupación alemana representará a su país en la próxima edición del festival de la canción Eurovisión- y “One Last Song”, que no fue lo que parece pues estuvo lejos de ser la última canción de la velada.
“I give blood for blood” cantaba Chris Harms en “Blood for Blood” aunque bien podría haber sido sudor por sudor pues el recinto ya estaba hecho una caldera, resultado de la energía del público más la potente puesta en escena de la banda. La oscura guinda de esta torta fue “La Bomba”, que -como su nombre lo sugiere- se transformó en una potente explosión final de rock industrial bailable que puso a mover a todos los esqueletos presentes que aún no se reponían del trance al que habían sido inducidos cuando comenzó otro cover: una elegantísima versión de “The Look” original de los suecos Roxette, cuya versión de estudio cierra el disco “Blood & Glitter”.
Culminó así el debut de la agrupación germana en Chile, un ignoto y perdido lugar al final del mundo en el que la banda -en palabras del cantante Chris Harms– jamás pensó tener semejante recepción de parte del público asistente. Como si fuesen amos y señores de los perdidos. De los perdidos en el mapa.