Todas las semanas se han convertido en un festín para los amantes de la música más áspera de nuestro planeta. Sin duda, la industria del espectáculo sigue recibiendo los créditos post-pandémicos, ya que cada semana vemos a nuestros ídolos entregándonos lo mejor de su repertorio.
Este viernes 5 de mayo recibimos en nuestro país a Pestilence. Como te comentamos hace unos días, la banda es una de las pioneras en el death metal técnico y los neerlandeses llegaban a nuestra tierra con la intención de conmemorar los 30 años de su tercer trabajo de estudio, “Testimony of The Ancients“.
El lugar elegido para la cita era la habitual Blondie. La familia metalera ha sabido hacer suya la casa de los vampiros y cada semana acuden a todas las propuestas que las distintas productoras nos han permitido degustar. Así que temprano apagamos las computadoras y nos dirigimos en metro al centro de nuestra capital. La invitación era a las 17 horas para la prensa y no queríamos perdernos ningún plato del agasajo metalero del primer viernes de mayo de 2023.
Al llegar, nos enteramos de que el show sería más corto. Apostasy, banda de la región de Valparaíso, no se presentaría debido a una mala coordinación de horarios. Es una lástima que estas situaciones sean tan recurrentes en la escena musical. A la memoria se nos vienen eventualidades similares con artistas internacionales como Molotov, Knotfest y Nervosa, que por circunstancias diversas siempre perjudican la vitrina de nuestras bandas. Esperamos que prontamente esta epidemia se disipe y no tengamos que informar más de situaciones similares.
Con ese golpe de polémica comenzó el show de Disaster. La banda, que inició su historia con el nuevo milenio, salió a la escena para dar gala de su trayectoria. Dispararon furiosos tracks que lucían todos los detalles característicos del thrash, del speed y el crossover. Fue una patada en la entrepierna desde el comienzo. El quinteto se lució, no perdonó un instante y, junto a sus visuales, iluminaron los rostros de los asistentes, quienes se entregaron al sonido nacional y comenzaron el mosh. Definitivamente, el thrash nunca murió y Disaster es la prueba viva de que está más enrabiado que siempre.
Pocos minutos pasaron y el escenario se iluminó nuevamente. Las baterías programadas se dispararon y Shaun LaCanne con su guitarra comenzaron una descarga blasfémica aparecida de las profundidades del averno mismo. Putrid Pile, es el nombre de su proyecto que desde 1994 viene acompañando la existencia con su brutal death metal experimental, que viaja por todos los tipos de cantos guturales. Su presentación de ayer fue impecable. La potente voz del estadounidense resonó desde las profundidades y su lírica cargada de sarcasmo, secualidad, horror y locura, contagió a los asistententes que corearon una y otra vez “Putrid Pile, Putrid Pile”, mientras otros simplemente disfrutamos entre sorprendidos y curiosos la propuesta. Excelente el aporte.
Las filas en la barra del centro de eventos mantenían un ritmo lento interminable que rodeaba las paredes llegando hasta la zona de merch. El tránsito era lento, pero las caras se veían cada vez más felices. En el escenario sonaban algunos acomodes de sonido y todos se abastecían para no perderse un segundo lo que venía, Undercroft.
Los nacionales salieron sin compasión alguna. La brutalidad de su sonido convocó a la audiencia a replegarse cerca de ellos. Estaba completamente repleto y todo el mundo quería abrazar el sonido de la clásica agrupación que está de vuelta en los escenarios y que con su formato quinteto está devastando, como un ejército en faena, todo lugar donde pisan.
Hace poco los vimos en el Metal Fest y su presentación fue impecable, sin embargo ayer los vimos en su hábitat. Completamente conectados con la audiencia generaron la locura, death metal sudamericano a la vena. Cada una de las canciones cayó como anillo al dedo en la ocasión e hizo que la presentación de Undercroft se coronara con una nota impecable.
Con el público en llamas salió Pestilence a reencontrarse con el público chileno. Patrick Mameli, Patrick Uterwijk, Tilen Hudrap y Septimiu Harsan, desplegaron la calidad de todos sus años de experiencia en una presentación de niveles impecables. Tanto en sonido, interpretación y repertorio. Desde el 2018 que su público no los veía y la recepción fue como la de una hinchada futbolera. Locura, entrega y pasión.
“The Secrecies of Horror”, “Twisted Truth”, “Lost Souls”, mantenían el show de lo presentado y elogiado en Argentina y realmente era de primer nivel la presentación.
“Land of Tears”, “Prophetic Revelations”, “Testimony”, el mosh era furia y empezaron a aparecer unas bengalas que iluminaron la cancha. Todos estallamos en euforia. El humo se convirtió en coprotagonista de la jornada, aportando ambientación a la escena y subiendo la adrenalina de los asistentes, que entre copas y una alta dosis de metal, aportaron altas dosis de euforia.
“Presence of the Dead” y “Stigmatized”, sólidos, increíbles. Pestilence mantenía el nivel en cada tema y se dieron el lujo de caer bien, muy entregados a su público también.
“Morbvs Propagationem”, “Dehydrated”.”Deificvs“,” The Process of Suffocation” fueron parte de lo que continuó en show, el cual cada vez se volvió más complicado de disfrutar, tanto en lo visual como en lo técnico, ya que en un momento al parecer la cuarta bengala no permitía tanta visibilidad y algo ocurrió con el sonido y se acabó lo que se daba. La banda intentó continuar, sin embargo las condiciones técnicas no estaban para que siguiera. Las luces se prendieron y faltando tres canciones el show terminó anticipadamente. Este tipo de situaciones nos hacen reflexionar. En primer lugar, respecto a la seguridad, no se puede olvidar lo ocurrido en Argentina, en Cromañón.
Cromañón fue un incendio ocurrido el 30 de diciembre de 2004 en Buenos Aires, Argentina, durante un concierto de rock en el local bailable llamado “República de Cromañón“. La cantidad de personas en el lugar superaba ampliamente la capacidad permitida, y la mayoría de ellas eran jóvenes y adolescentes. El fuego se originó en el escenario debido a las bengalas utilizadas por los músicos y se propagó rápidamente por el techo, el cual estaba cubierto por material inflamable. El pánico se apoderó de la multitud y muchos intentaron escapar, pero la falta de salidas de emergencia y la acumulación de personas en la puerta principal impidieron que muchos pudieran salir a tiempo. El resultado fue catastrófico: 194 personas murieron, la mayoría jóvenes, y más de 1400 resultaron heridas.
Ante este tipo de experiencias, desde Rock Legacy invitamos a los asistentes recordar que a pesar de las incomodidades que provocan las medidas de seguridad, generalmente estas están basadas en repercusiones generadas por desgracias anteriores y las producciones intentan resguardar a las audiencias o ese debería ser el objetivo central.
Y en segundo lugar, reflexionar respecto a que unos pocos empañen una actuación increíble como la de ayer. ¿Dejaremos que las costumbres futboleras se apoderen otra vez de la escena? Por más de 30 años la escena metalera ha conseguido derribar prejuicios y construir espacios de confianza para la realización de espectáculos de calidad y de primer nivel, hay que cuidarlos.
Y en tercer lugar, y no por eso menos importante, tener el respeto y el cuidado con nuestros artistas, que quizás pelean por una oportunidad de presentarse en los mismos escenarios y codearse con artistas de renombre, pero no por eso son de menor calidad e importancia.
A pesar de todo esto, sentimos que fue una jornada memorable, por fortuna no pasó nada que lamentar, salvo que nos faltaron varios minutos de Pestilence para seguir brillando. Regresamos a casa empachados de tan delicioso plato de metal.
Revisa las galerías de fotos del evento de Cristian Madariaga
https://rocklegacy.cl/2023/05/06/galeria-pestilence-blondie-2023/
https://rocklegacy.cl/2023/05/06/galeria-undercroft-en-blondie-2023/
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