La última semana el frío se apoderó de nuestra capital y las temperaturas nos empujaron hacía los confines más introspectivos de nuestros seres. Todo esto parecía un traje de gala para la tarde de ayer, que tirando vapor por la boca, se preparaba para una de las jornadas más esperadas para la escena doom nacional. Poema Arcanus se presentaría en el Teatro Cariola para recorrer su historia y llevarnos a un páramo cercano a los confines de la locura.
Sporae Autem Yuggoth fueron como Caronte por la noche, con su oscuro sonido nos trasladaron sublimemente desde el silencio hasta las primeras paradas en la ruta del averno. A eso de las 19 horas, comenzaron su presentación y dieron la partida a un ritual que poco a poco comenzaba a congregar a la tribu metalera, que como una pequeña mancha de petróleo, lentamente se deslizaba por las calles del centro de Santiago para llegar al recinto de San Diego.
Calavera en mano, libros paganos y gritos guturales cargados de rabia y desesperación fueron la base con la que el quinteto formado en 2019, que cuenta con dos álbumes (“The Plague of the Aeons” y “…However It Still Moves”) recibió las monedas que ocultábamos bajo nuestras lenguas, y con sus melodías misteriosas y texturas nos entregaron el primer plato del festín de la jornada. Sólidos, impecables.
Primera parada en la ruta y en pocos minutos, con una excelente coordinación, Saturno subió al escenario. Un proyecto que fusiona las sonoridades del death, el doom y el black. Dispuestos a devorar a la audiencia como si fuésemos sus hijos, nos castigaron sin piedad con su presentación. Formados el 2017 cuentan con dos largas duración (“Kura Kütral Ko”y “Menhir”). El quinteto tocó sin descanso, destacando el trabajo de voces de la banda, las atmósferas y los quiebres que, como en la pintura de Goya, desmembraron a los asistentes para vomitarnos aún con vida.
Con una coordinación de festival internacional Mourners Lament subió al escenario del Cariola. Con un sonido de guitarra impresionante que simplemente abrazó a los asistentes y como haría una boa en busca de su alimento, estrujó cada una de las emociones que la banda construyó para los que estuvimos ahí. Oscuridad y sutileza, una mágica mezcla que dejó a más de uno con la boca abierta, sucumbiendo adoloridos, lamentándonos. Definitivamente en la escena doom, no hay teloneros, hay compañeros de cartel.
Poco a poco la timidez del público doom se iba disipando, así como la noche iba entrando en ausencia casi total de luna. Es así como se invocó a Lapsus Dei, destacado proyecto que el año 2021 recibió el Premio Pulsar a “Mejor artista de Metal” por su trabajo “Sea of Deep Reflections”. Con todos estos galardones, la banda soltó su música en el Cariola y como cuervos desatados en bandadas, sus canciones recorrieron su historia, presentando un show rotundo, donde su vocalista Alejandro Giusti, se vio muy cercano con la audiencia que recibió cada una de sus canciones como propias.
Sin duda degustar de la escena chilena se ha vuelto un hábito que en Rock Legacy nos encanta, en particular por la cantidad de proyectos que técnicamente están a un nivel profesional, y más aún artísticamente. En la antesala del show de Poema Arcanus, quedamos boquiabiertos, tanto con Sporae Autem Yuggoth, Mourners Lament y con Saturno. Lapsus Dei, claramente se suma a lo anteriormente mencionado y agrega los detalles escénicos que invitan a que nuestros proyectos ojalá conquisten otras latitudes.
La marejada de petróleo golpeó las vallas papales que protegen el escenario del teatro y en su constante vaivén recibió con una ovación a los queridos Poema Arcanus.
Trazando un oscuro camino en el panorama del metal chileno, Poema Arcanus se erige como una fuerza imponente en el género del doom. Con más de tres décadas de trayectoria, esta banda ha dejado su huella en la escena musical nacional, cautivando a sus seguidores con su estilo único y enigmático.
Su esencia melancólica y pesada que caracteriza al doom metal se encuentra en su máxima expresión en el sonido de la banda. Sus canciones son como un viaje introspectivo a través de la oscuridad de la mente humana, que exploran temáticas profundas y existenciales. Riffs envolventes y pesados se entrelazan con atmósferas sombrías y voces desgarradoras, creando una experiencia auditiva que trasciende los límites convencionales del género.
Con una habilidad magistral para crear paisajes sonoros cautivadores, Poema Arcanus ha logrado forjar una identidad única en el mundo del doom metal. Su música es un equilibrio perfecto entre la brutalidad y la melancolía, sumergiendo al oyente en un abismo emocional sin escapatoria. Cada nota y cada palabra están cargadas de una intensidad visceral que se adentra en las profundidades del alma.
A lo largo de su carrera, Poema Arcanus ha lanzado siete álbumes aclamados por la crítica, consolidando su estatus como una de las bandas más destacadas del género. Su compromiso con la excelencia artística y su pasión por la creación musical se reflejan en cada producción, evidenciando una evolución constante y una dedicación inquebrantable a su visión musical.
Sin mucho más qué decir, bajo este prisma salieron a escena. Y como una explosión en un agujero negro, llenaron de vida los cuerpos de los no muertos, quienes al compás de sus desgarradoras melodías se entregaron a cada una de las piezas y enviciados vimos una de las más tremendas presentaciones que un proyecto nacional puede otorgar.
Dejando claro que su trayectoria no se construye tan sólo por ser de los pioneros en el género en nuestro país, sino que va acompañada de un bagaje construido por horas en escenarios y ante todo tipo de audiencia. Definitivamente una presentación única que no tiene nada que envidiar a los shows internacionales. Con un sonido prístino, calidad irreprochable en ejecución, una puesta en escena carismática y por sobre todo una rama de buenas canciones que hicieron que el cierre de la jornada fuera simplemente soberbio.
Definitivamente algo de los que estuvimos presentes se quedó en las fauces de Poema Arcanus, seguramente un pedacito de nuestras almas. Así nos despedimos de la música y caminamos por las calles de nuestra capital a minutos de la medianoche, reencontrándonos con la realidad. Buscando algo de lo que perdimos, esperando que pronto se vuelva a repetir.