Hasta que llegó el día. Una Blondie llena a tope recibió de vuelta a Dani Filth y los suyos, en uno de los recitales más esperados por la comunidad metalera. Cradle of Filth está promocionando su disco “Existence is Futile” de 2021 y el disco en vivo “Trouble and Their Double Lives” de 2023.
Pero primero, vamos con lo que fue el show de 8 Kalacas, banda mexicana avecindada en Estados Unidos, quienes vienen acompañando a Cradle of Filth en toda esta gira. Esta agrupación ha sido una de las revelaciones del último tiempo, interpretando un estilo con base en el hardcore- ska, pero con mucho más dentro y que sorprendió con su potente actuación.
El inicio fue con una masa de batería muy potente a cargo de Adam, y un despliegue de hardcore de alto vuelo que mostraba sonoridades metaleras en medio de la propuesta. La banda avanzó en su set sin dar respiro y fueron ganándose al público con su gran show. La entrada de los vientos de Choriz y Gio es primordial en la actuación, y el segundo tema exuda fiesta.
8 Kalacas logró una excelente recepción de parte de un público que probablemente no era muy cercano a esta propuesta. Sr Kalaca, uno de los vocalistas, oficia de vocero y saludó a la gente en su primer descanso después de una primera parte adrenalínica. Al “Buenas noches Chile!” le siguió una respuesta efusiva, incluyendo acompañamiento de palmas, mientras el guitarrista Steve recorría todo el escenario junto al potente vocal Getse.
El sonido permitía distinguir todo, incluyendo el bajo de Sick, muy protagonista en este estilo. La banda prendió la fiesta y la gente lo agradeció de manera evidente.
Ante los gritos del público que llenó el clásico recinto, y junto a la melodía de la intro “The Fate of the World on Our Shoulders”, Cradle of Filth ingresó al escenario de manera solemne, con Dani Filth, el indiscutido maestro de ceremonias, centrando todas las miradas. “Existential Terror” dio el vamos de forma explosiva, mostrando todos los colores de la música de la banda, junto a los distintos registros impostados por un Dani que se mostró sólido en todo momento.
El sonido es muy bueno y en “Cruelty Brought Thee Orchids” se desató un gran jolgorio en sus partes mid-tempo. La gente salta y corea, respondiendo ante las intervenciones de la vocalista y tecladista Zoe Marie Federoff, de perfecto desempeño, y del propio Dani Filth, quien dice “Quiero ver acción” antes de disparar “She is a Fire”, la más reciente publicación original del grupo, recibida de gran forma. Las pantallas brillaban con los tonos rojos de la portada de “Existence is Futile”, sumando ambiente a un evento que ya estaba caliente.
La actuación es de primera calidad, con el guitarrista Marek “Ashok” Šmerda muy comunicativo con la audiencia, y Donny Burbage en la otra guitarra entregado por completo al show, al igual que el bajista Daniel Firth. El baterista Martin “Marthus” Škaroupka hace gala de ser el de mayor tiempo en la formación, después de Dani obviamente, y se despacha una ejecución infernal y precisa. Deleitaron con la primitiva “The Principle of Evil Made Flesh” y dan el golpe de gracia con “The Twisted Nails of Faith” y un coro de todo el recinto.
“Lilith Immaculate” suena muy bien y deja la mesa servida para el hit “Nymphetamine (Fix)”, que desata verdadera emoción, con la gente cantando extasiada una de las canciones que puso a Cradle of Filth en el mapa de la popularidad. La interpretación y la ovación fueron emocionantes. “Crawling King Chaos” nos lleva al extremo infernal nuevamente, con una gran mezcla de voces entre Dani y Zoe. “Dusk and Her Embrace” pone la guinda de la torta a una triada matadora, luego de la cual la gente reacciona eufórica, mientras la banda se retira del escenario en medio de una verdadera ovación.
Por supuesto que el regreso es inminente, y el encore comienza con “Gilded Cunt” que sonó brutal y con la gente coreando la melodía de la guitarra a todo pulmón. “Born in a Burial Gown” mantuvo el espíritu en alto y “Her Ghost in the Fog” terminó por liberar los espíritus en una comunión de canto y adrenalina a tope, con palpable pasión de todos los presentes.
Un cortés “Muchas gracias Chile” sirvió para comenzar la despedida, y qué mejor manera que con la clásica “From the Cradle to Enslave”, en un recinto lleno de calor humano, lleno de potencia y lleno de genuina alegría por lo que se estaba viviendo. El show siguió un crescendo muy bien hecho, con un final aplastante y brutal, mostrando varios puntos álgidos en la presentación. Cuando todo se hace bien, el resultado es alucinante. Como esta noche, que vengan muchas más.
Fotos por Cristian Madariaga
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