De cara a los primeros días de primavera, la ciudad penquista recibió durante este sábado 30 de septiembre a Anneke van Giersbergen y Marko Hietala en el Teatro Universidad de Concepción, lugar de encuentro entre las múltiples personas que se reunieron a la tan esperada presentación de estos dos grandes exponentes del rock metal, que pisaron por primera vez la región del Biobío.

El inicio de esa noche fue de la mano de Mourning Sun, banda chilena de doom metal que con su propuesta musical ha lanzado varios EP a lo largo de su  carrera y su álbum Último Exhalario” de  2016. A través de su presentación, los oyentes pudieron experimentar distintos matices entre una canción y otra; pasando del rock experimental al folk acústico y sonidos contemplativos. Ana Carolina, vocalista del quinteto, quien con su potente voz fue la figura encargada de generar entre los espectadores viajar a otro lugar, nos reafirma que la música nos puede transportar a lugares únicos.

A partir de las 20 hrs puntuales, lo cual agradeció el público, se presentó Marko Hietala, quien en compañía del carismático guitarrista Tuomas Wäinölä abrieron el show con “Stones. El ex integrante de Nightwish entregó una edición de esta canción acústica, la cual fue coreada con zapateos de todos quienes estaban presentes en el lugar. Esta nueva versión fue bien recibida por quienes siguen su carrera desde sus inicios, y es que los riffs y la voz de Hietala forman un conjunto potente para quienes lo escuchan. El coro quedó grabado en la retina de todos los presentes ese día. 

 

Créditos a Gonzalo Hidalgo Bastien

Un punto destacable a lo largo de la presentación de Marko fue la interacción que tuvo con el público entre los intervalos de single y single, lo que produjo que aunque no lo conocieras, o lo escucharás desde su época en Nightwish, pensarás: “Wow, él es tan cercano a sus fans”. De hecho, al comenzar dijo:

 

“Lo siguiente fue  lanzado en 2020 por ahí. Al principio nos juntábamos a tocar guitarra y estar tipo “dininindininin” (onomatopeya tocando la guitarra) produciendo ese álbum, (Pyre Of The Black Heart)”. 

 

Durante el tiempo que estuvo sobre tablas, Marko hizo varios covers icónicos como,  “Children of the Grave (Black Sabbath), Crazy Train (Ozzy Osbourne) y “Holy Diver (Dio) entre otras, los cuales fueron acompañados por Tuomas, quien no se quedó atrás en el manejo impecable de la guitarra, tanto así que en un momento tocó por detrás de la cabeza, lo que le concedió una oleada de aplausos por el público.

Durante “Child of Babylon (Whitesnake) y de imprevisto, apareció tras bambalinas la querida Anneke, quien acompañó al dueto en los coros del single; con un cambio de luces, centrando el foco y la atención en la vocalista, se retiraron Hietala y Wäinölä con la promesa de volver.

Ahora con el mando del escenario, la ex vocalista de The Gathering, banda con la cual creó grandes éxitos musicales, Anneke dio inicio a su presentación con “Lo and Behold”, la que con su guitarra y voz hizo que el teatro completo la aplaudiera. Y es que tener a esta artista fue un hito para la ciudad.

 

Créditos a Gonzalo Hidalgo Bastien

Anneke es todo lo que uno sueña de un artista, e incluso más. Su carisma y calidez con el público fueron mágicas, de hecho, al comenzar, dijo:

“(…) Ahora solo somos tú y yo, todos ustedes son muy lindos. Mis amigas se ponen celosas cuando vengo aquí, los hombres de Chile son tan guapos y dije ‘Lo sé, también pienso eso’. De verdad estamos felices de que estén aquí, muchas gracias”.

 

La comunicación al igual que con Marko fue constante a lo largo del show, sacando suspiros, y risas de parte de todos. Con “Saturnine de The Gathering, el público la acompañó entre aplausos y coreando junto a ella. El ambiente fue enriquecedor para todos quienes estaban en el lugar. 

Avanzada la noche volvieron Marko y Tuomas al escenario para presentarse ya como trío musical, lo que enloqueció a todos y de esta manera los tres comenzaron una nueva etapa del show con “Catch the Rainbow” (Rainbow). 

La destreza de los guitarristas, la voz brillante de Anneke y la iluminación, hicieron del concierto acústico una noche inolvidable, y lo confirmó la ovación de más de 2 minutos que entregó el público al finalizar con su última canción, “The Sound of Silence” de Simon and Garfunkel.

 

Fotografías: Gentileza de producción.

 

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