Cuesta creer que han pasado 20 años ya desde que Evanescence dejó caer desde los oscuros cielos su álbum debut “Fallen”. Así es, dos décadas. Probablemente teníamos menos edad nosotros mismos cuando lo oímos por primera vez que el disco ahora.
Por allá por 2003, el género de guitarras que dominaba el mundo era el nü metal pero -a decir verdad- ya venía de capa caída o -al menos- no tenía ya el mismo peso que a principios del milenio. Bandas como Limp Bizkit, Papa Roach o Crazy Town, que gozaron de enorme popularidad y de un sinnúmero de copias vendidas de sus discos, ya no eran lo que alguna vez fueron. Deftones y Linkin Park, por otro lado, con sus respectivos discos (homónimo y “Meteora”) daban la pelea por mantener a flote el sonido. En este contexto, Evanescence vino a refrescar la escena trayendo un par de elementos a la mesa: se agregó el elemento gótico a la ecuación pero además se suma un elemento insoslayable: la presencia de una frontwoman, en lugar de un frontman. Amy Lee significó un factor innegable, puesto que abrió camino a otras mujeres en el rock de masas.
Si bien el disco fue producido por Ben Moody, otrora guitarrista y cofundador de la banda junto a la cantante, Lee es quien se ha mantenido todos estos años al frente, agrandando el catálogo de Evanescence con cuatro álbumes más, aunque con diferentes formaciones.
“Fallen” incluye varias de las más icónicas canciones dentro del repertorio de la banda, esas que fueron hits en su momento pero que han trascendido y sorteado con honores el paso del tiempo. Me refiero a “Going Under”, “Bring Me to Life”, “Everybody’s Fool” y la balada “My Immortal”, canciones que -si bien son las cuatros primeras del tracklist– no son de modo alguno las únicas destacables.
Bien vale la pena ahondar en las demás joyas que podemos hallar en este trabajo y que -no por nada-. se encuentran dentro de las canciones que más veces han interpretado en vivo a lo largo de su carrera:
“Imaginary”: su letra refiere al poder de la imaginación a la hora de construir en la mente escenarios diferentes a nuestra realidad. Musicalmente, tiene todos los elementos propios del rock/metal gótico: arreglos de sintetizadores/teclados, coros y voces emotivas, guitarras arpegiadas pero también riffs potentes.
“Haunted“: estar abrumada por ser objeto de la obsesión de alguien mientras se lucha por no estar poseída al mismo tiempo que se desea sucumbir a ello es lo que Lee expresa en esta canción. La introducción, de casi un minuto, sirve de encantamiento y luego te deja caer con ese coreable estribillo (“Watching me, wanting me…”). La confusión y el dolor en las letras encuentra un correlato en las guitarras y lúgubres guitarras y sintetizadores.
“Tourniquet“: es una reversión de una canción de la banda Soul Embraced, cuyo baterista Rocky Gray giró con Evanescence por esos años. La canción aborda el tema del suicidio pero visto por los ojos del Cristianismo: ¿si te suicidas vas al cielo o al infierno?. La melodía, diametralmente diferente a la original, fue obra de Lee así como también lo es el segundo verso. Musicalmente combina elementos de metal con toques de melodiosa melancolía y una voz potentemente desgarradora.
“Whisper”: es la canción encargada de bajar el telón. Lo hace de manera magistral con unas guitarras entrecortadas como en los mejores momentos del nü metal además de incluir un estribillo muy “oreja” (“Don’t turn away! Don’t try to hide!”) y que pudo -perfectamente- haber sido escogida como single para promocionar el álbum.
El álbum “Fallen” recibió alabanzas por su mezcla de géneros, las letras emotivas y la voz distintiva de Amy Lee. Ganó múltiples premios, incluido el premio Grammy al “Mejor Nuevo Artista” en 2004. La exitosa combinación de rock alternativo y elementos góticos en el álbum ayudó a establecer a Evanescence como una banda tremendamente influyente en la escena musical de la época y trascendental hasta nuestros días. “Fallen” marcó el comienzo del éxito de Evanescence y dejó una huella duradera no sólo en el rock sino que también en la música popular.
Evanescence regresará a Chile el 14 de octubre, encabezando la primera edición del Milenia Fest, compartiendo cartel con Candlebox, Alien Ant Farm, Steel Panther, además de representantes nacionales como Frank’s White Canvas, A New Dawn y All Tomorrows, entre otros. El evento se llevará a cabo en Espacio Riesco, en el sector norte de Santiago, específicamente en la comuna de Huechuraba y tiene sus entradas a la venta mediante sistema Punto Ticket.
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Produce: Freefall Entertainment
https://open.spotify.com/intl-es/album/02w1xMzzdF2OJxTeh1basm?si=65FElPBPQ4-Gr1WOrxgI8A