Ni las altas temperaturas ni el sol implacable fueron impedimento para que desde las 14:00, bangers de todo el país llegasen a agolparse al Hipódromo de Santiago. La cita era clara, algunos de los mejores exponentes del metal nacional, y un invitado de lujo: Death To All, para una fiesta del metal y la cerveza que prometía dejar su sitial dentro de los eventos del año.
Overtoun
Los encargados de abrir la jornada, mientras uno a uno comenzaban a llegar metaleros sedientos en busca de refugio del sol, y una que otra cerveza helada. La banda por su parte entregó una cálida bienvenida. Su tema “Pitch-Black“, sin duda una nota alta de su repertorio.
Parasyche
Los santiaguinos vienen estrenando formación nueva luego de la incorporación de Chris Chrowler en voz y Yerko Lincoyan en el bajo. Lo anterior, en reemplazo de Nico Borie y Marcelo González. La banda viene luego de haber tenido un muy buen año, que los llevó a posicionarse como Mejor Artista Metal en los premios Pulsar 2023.
Metakiase
El sur de Chile representando con uno de sus mejores exponentes. Los oriundos de Pucón deleitaron construyendo entre acordes y riffs pesados, una atmósfera única que invita a la conexión y la introspección. Un punto alto de la jornada, su tema “Ride on“, con carácter rock en estado puro.
Nuclear
Tocó el turno para Nuclear. Los ariqueños partieron como dueños de casa absolutos, donde invitaron a las hordas a un mosh pit desde el primer tema, donde pese al calor, los bangers se agolparon de golpe en un torbellino asesino de energía y violencia. Letras incendiarias y guitarras afiladas, combinación perfecta y altamente explosiva. Punto aparte para su clásico “Apatrida” el cual fue coreado por la gran mayoría de los asistentes.
Dorso
Cuenta la leyenda que corría el año 98′ cuando un 25 de octubre y por única vez en Chile, los norteamericanos de Death se presentaban en el Estadio Monumental junto a Cannibal Corpse, Incantation y Dorso.
Hoy, 26 años después, los nacionales volvieron a presentarse en conjunto, haciendo uso del show ecléctico que les caracteriza. Black/thrash/jazz/experimental y un setlist trabajado cargado de sus canciones más icónicas. Para finalizar, tres clásicos: “Deadly Pajarraco“, “Disco Blood“, y “Silvestre Holocaust“, y el hipódromo entero ovacionando a una banda histórica que ha dejado un legado invaluable en la historia del metal nacional.
Criminal
Los comandados por Reisenegger no dejaron ni un segundo para respirar. Liberando la artillería pesada desde el primer momento con “Por la Fuerza de la Razón“, “El Azote“, “Zona de Sacrificio” y “Resistence is Futile“; la carga fue implacable. De ahí en más todo fue caos, consecuencia natural de la energía desbordante del público y de Anton y compañía en el escenario. Juntos, cual aplanadora, demostraron por qué Criminal está en la cúspide del metal nacional. Para finalizar “Hijos de la Miseria“, “Victimized“, y “Self Destruction” nos llevaron nuevamente a un frenesí inagotable.
Death To All
Una breve intro y el deleite no se hizo esperar. “The Philosopher“, “Suicide Machine“, “Living Monstrosity“, y “Symbolic” fueron las elegidas para abrir el show que fue sin lugar a dudas un manjar para el oído. Le siguieron “Infernal Death“, unas palabras de Steve en homenaje a Chuck y ejecutando de manera perfecta “Scavenger of Human Sorrow” nos demostró por qué es uno de los mejores bajistas del mundo. Se sumaron “Overactive Imagination“, y “Within the Mind“, complementando magistralmente la revisión al catálogo de la banda.
Continuó el espectáculo con “Baptized in Blood“, “Flesh and the Power It Holds” y “Lack of Comprehension“. Otras palabras al público y Digiorgio anunciaría la temida despedida de la banda con “Crystal Mountain“, retirándose brevemente del escenario.
Los vítores fervientes del público no se hicieron esperar y la banda hizo un reingreso para terminar de azotar el hipódromo y deleitarnos con “Zombie Ritual“, “Spirit Crusher” y “Pull the Plug“.
El placer fue completo. Pese a la clara ausencia de Chuck, Steve Digiorgio, Gene Hoglan, y Bobby Koelble demostraron en un despliegue de virtuosismo absoluto por qué juntos deben ser la mejor formación de Death To All. Palabras aparte para Max Phels, quien con un registro vocal amplio y una técnica pulida logró, lo que en palabras de Steve, ya era un hecho: entregarnos con respeto este hermoso “homenaje para recordar, inmortalizar, y celebrar la música, la vida, la obra, y la amistad de su compañero Chuck Schuldiner“.
En resumen, una puesta redonda, una fiesta para celebrar el legado de quien fuera tan grande y nos abandonara tan temprano: don Chuck Schuldiner. Una mente creativa excepcional, un compositor que en el legado de Death nos confronta con la miseria de la sociedad, que expone al hombre en conflicto con el hombre y plantea al hombre en conflicto con lo trascendente, y que hoy gracias a Death To All nos ofrece una conexión con el amor, con su música y su historia.
Una celebración que esperamos se repita, para disfrutar una vez más de excelentes bandas, buen sonido, de buena camaradería, cervezas frías y el más insano y nunca mal ponderado rock and roll.