La noche de ayer sábado 6 de abril fuimos testigos del regreso del festival CL. Prog, uno de los certámenes más importantes dedicados al rock y metal progresivo en Latinoamérica. Esta segunda versión tuvo a grandes exponentes del género presentes en el escenario del Teatro Caupolicán, hablamos de Octopus (Chile), Orphaned Land (Israel), Gong (Francia-Inglaterra), Mono (Japón), Vola (Dinamarca) y Riverside (Polonia), así que en Rock Legacy te contaremos cómo se desarrolló esta mágica jornada en el mítico recinto de San Diego.
Octopus
A las 17:00 horas en punto, y tal como fue anunciado, comenzó la presentación del dúo de rock progresivo instrumental chileno Octopus, quienes tenían la importante misión de iniciar el festival y de animar a aquellos que comenzaban a llenar el venue.
El grupo compuesto en la actualidad por Jorge “Koke” Benavides en la guitarra y Cristóbal Orozco en batería, vio sus inicios por allá por el 2001, y aunque han presentado algunos periodos de inactividad, su trayectoria los hizo ser considerados en esta importante cita para el género nacional e internacional, y también no menos importante: representar a Chile
Con temas tales como “Fall”, “Off Limits” y “8CT8”, Octopus mostró lo mejor no sólo de su repertorio sino que también de su técnica. Saludaron e interactuaron con su público, mostrándose muy agradecidos de la consideración y oportunidad, donde incluso el baterista aprovechó de contarnos que su tesis la hizo sobre el grupo Gong (con el cual compartirían escenario), así que estar presente para él era un gran logro personal. Una sólida presentación del dúo chileno, una que nos demostró que en nuestro país hay grandes exponentes del progresivo capaces de tomar cualquier escenario.
Orphaned Land
El grupo de metal oriental israelí ayer hizo su debut por primera vez en tierras nacionales. Expectación sin duda había por ver la propuesta que nos demostraría la agrupación, y es que no todos los días se ve algo tan distinto al hablar de progresivo y de la inclusión de ritmos y melodías que incluyan a instrumentos de un folclore tan lejano para nosotros como lo es el del Medio Oriente.
Más de 30 años al frente del género son los que lleva Orphaned Land en sus hombros, carrera en la que se han atrevido a mezclar sus raíces con el metal, el death metal, el progresivo y el death doom, combinación sin igual que los ha convertido en una de las bandas más características e importantes del metal.
Dentro de las canciones que pudimos escuchar anoche, destacamos “All Is One”, “Like Orpheus” y “Sapari”, unas de las más populares de su repertorio, y que en más de una ocasión no sólo nos motivaron a cabecear sino que también a bailar. Gran banda, gran propuesta y sin duda gran peculiaridad de ver en un escenario chileno.
Gong
Hablar de Gong es hablar de una experiencia de principio a fin. Esta banda franco-inglés lleva más de 50 años a la cabeza de una rama del rock progresivo muy singular: nos referimos al rock progresivo espacial.
Los efectos llenos de psicodelia y esos cantos que son casi relatos del vocalista y guitarrista Kavus Torabi, nos transportaron a un mundo donde todo lo fantástico es posible, y eso es lo que han creado con el universo “Gong” lleno de seres mitológicos y música surrealista.
La jornada de ayer nos encantaron con los temas “My Guitar is a Spaceship”, “Tiny Galaxies” y “Choose Your Goddess”, por nombrar algunos, donde también nos gustaría destacar la actuación de Ian East, quien a cargo del saxofón y del clarinete, le dio todo ese toque particular lleno de jazz a la música del grupo. Otra mezcla que se siente especial de presenciar de la mano de una banda que a estas alturas es una eminencia en el rock progresivo mundial. Gracias Gong por invitarnos a conocer su especial universo “Gong”.
MONO
Seguimos hablando de experiencias, y la música de MONO es sin discusión una de ellas. Los japoneses son considerados una banda de culto a nivel mundial en cuanto al rock progresivo se trata, y es que junto a su potencia rockera, también adhieren melodías experimentales, ambientales e incluso orquestales.
El grupo originario de Tokyo que está compuesto por Tamaki Kunishi en el bajo, por Takaakira “Taka” Goto y Hideki “Yoda” Suematsu en las guitarras, y por Dahm en la batería, nos tuvo por considerables momentos hipnotizados por su puesta en escena, donde pudimos escuchar los temas “Riptide”, “Imperfect” e “Innocence”.
El guitarrista Taka fue el encargado de romper el silencio de su especial puesta en escena para agradecer la invitación y la presencia del público, quien al culminar la última canción del setlist, “Com (?)”, tocó los últimos riffs con la boca, provocando la inevitable ovación de la audiencia. MONO se sintió único y épico, como si estuviéramos presenciando una gran banda sonora de una película y lo hicimos durante una hora exacta. Ahora entendemos el revuelo que provocan cada vez que se presentan en vivo.
VOLA
Por segunda vez en dos años los daneses de VOLA se presentaban en territorio chileno. El Teatro Caupolicán no dudó en demostrar su emoción por presenciar otra de las propuestas especiales que nos tenía preparada la noche.
Los originarios de Dinamarca se han caracterizado por mezclar lo mejor del metal progresivo con el djent y con la electrónica, y en esta ocasión destacamos del setlist las canciones “Stray The Skies”, “24 Light Years” y “Straight Lines”, las que fueron gratamente recibidas por sus fanáticos y en retorno, el vocalista Asger Mygind decía: “Thank you Chile, ¡you are amazing!” (Gracias Chile, eres espectacular¡).
Ocho barras luminosas que intercambiaban en colores y animaciones apoyaban a la banda, algo característico del grupo en sus presentaciones en vivo, y que engrandece esa potencia que demuestra VOLA en cada uno de sus breakdowns, o en esas partes que intercambian entre lo fuerte y lo pesado para dar espacio para que sus seguidores se unan a ellos en los coros, lo que ocurrió en más de una ocasión anoche.
El grupo danés es uno de los grandes exponentes que tiene el metal progresivo en la actualidad, y es destacable ver a agrupaciones que se atreven a salir de lo cotidiano en cuanto a experimentar en el género se refiere. Éstos incluyen sintetizadores, efectos y bases electrónicas que le dan un aderezo muy característico, y lo hacen de manera magistral.
Riverside
Y así llegaba el último grupo de la noche, uno que los presentes esperaron largas horas por ver nuevamente en vivo. Esta era la tercera vez que la banda polaca visitaba Chile y a pesar de que la última fue en el 2022 -no hace mucho- los seguidores se mostraron efusivos por verlos nuevamente, y quién no lo estaría por ver las veces que fueran a su banda favorita.
Riverside fue una de las primeras bandas confirmadas como cabeza de cartel para esta segunda versión del CL. Prog, y como tal venían a demostrar lo mejor del rock progresivo que vienen presentando desde el año 2001 desde la lejana Polonia.
14 discos son los que tiene el cuarteto a su haber, por lo que esperábamos poder presenciar un show de larga duración como cierre a esta jornada dedicada al progresivo. 1 hora con 15 minutos duró el show en total, incluyendo un “salto en el tiempo” por el cambio horario que ocurrió ayer a la medianoche cuando nuevamente los relojes marcaron las 23:00 horas.
Destacamos los temas “#Addicted”, “Landmine Blast”, “Lost (Why Should I Be Frightened By a Hat?) y “Post-Truth”, sumado al regalo que nos hicieron en el encore con los temas “Self-Aware/Driven to Destruction” y “Conceiving You” pero también queremos destacar el tremendo rol que cumple Mariusz Duda como frontman. Y es que en reiteradas ocasiones, el también bajista conversó con su público sobre cómo la fanaticada chilena le hacía notar constantemente en sus redes sociales que los querían nuevamente por acá, la importancia que tiene la audiencia en los shows en vivo como un integrante más y de cómo Chile los ha recibido cariñosamente en sus tres visitas, y eso Riverside no lo ha olvidado.
También fuimos partícipes del “whispering screams” (gritos susurrados), una especie de dinámica que se presentó casi al final del show donde la banda, pero sobre todo Mariusz, querían hacernos gritar pero despacio. La performance de dicho acto no estuvo exenta de risas por lo característico de la acción, y es que quién grita despacio pero bueno, los polacos lo lograron con nosotros. Eso es lo que hace distinto a Riverside por sobre otras bandas, esa cercanía que buscan alcanzar con sus espectadores para llevar a cabo una presentación donde todos se sientan incluídos.
23 años son los que lleva la banda polaca a sus espaldas, donde han puesto en lo alto al género del rock progresivo a cada parte donde van, y ayer en Chile culminaron su tour por Latinoamérica ante un Teatro Caupolicán que dio el aguante por más de ocho horas para verlos tocar una vez más.
Lo vivido anoche fue una jornada que, de principio a fin, estuvo llena de los mejores exponentes en las distintas aristas que nos ofrece el género, y que es tan extenso como su nombre progresivo puede abarcar. Una ocasión especial donde pudimos ver a seis bandas de tres continentes en un mismo escenario y donde cada una de ellas dio lo mejor de sí para brindar una presentación de calidad. Aplausos a la producción y a todos los que hicieron posible que un festival de dicha magnitud pudiese realizarse en Chile, y estamos expectantes porque esto se pueda repetir, ojalá, todos los años.
Completamente identificado con el review. Fue un muy buen espectáculo de principio a fin. Muy buena la nota y se siente la pasión en cada frase que iba leyendo! Saludos.
Muchas gracias 🙂