Ayer, a eso de las 20 horas en el espacio Blondie, estaba todo preparado para la primera visita de los estadounidenses Russian Circles. La banda originaria de Chicago, es una pieza fundamental en la escena post metal y del metal progresivo melancólico desde el año 2004, y han dejado una marca indeleble en la escena musical contemporánea. Con todos esos pergaminos, desde Rock Legacy preparamos nuestra mejor actitud y llegamos a la afamada discoteca del centro capitalino.

Fotógrafa: Alejandra Besoain Instagram: @shotbesbae

Como aperitivo, nos recibieron los locales IIII, originarios de la Región Metropolitana, quienes cultivan el doom, el post hardcore, con una potentísima voz. La banda, compuesta por Pedro Romero, Fernando Molina, Christian Spencer y José Ignacio Mercado, simplemente se lució. Cautivaron a los asistentes que poco a poco iban  cayendo como por gotera a la plaza dispuesta para esta fiesta de la introspección minimalista. 30 minutos bastaron para que el cuarteto chileno sedujera y arrastrara hasta sus fauces a todos los presentes, que cabeceando al ritmo del doom de IIII, se dejaron devorar despacio. Definitivamente una tremenda apuesta nacional a la que hay que prestar oreja y poner atención a sus próximas jugadas. 

Eran las 20:30 y todo parecía correr a la velocidad de la luz. Quizás nos habría gustado que una banda con una trayectoria tan contundente repletara las calles de fanáticos, pero no. El minimalismo y la discreción fueron parte de la esencia que vistió la tarde de domingo, y silenciosa la audiencia se posicionó en el antro new wave, pacientes y relajados, esperando que el viaje se desarrollara con calma. Así fue. 

Fotógrafa: Alejandra Besoain Instagram: @shotbesbae

La banda, compuesta por el virtuoso guitarrista Mike Sullivan, el potente baterista Dave Turncrantz y el talentoso bajista Brian Cook, un poco antes de las 21:00 se subieron al escenario, revisaron si sus equipos funcionaban correctamente, sin ninguna ostentación, ni glamour, ni extravagancia. Sencillos tal cual son, ajustaron detalles. Las luces se apagaron y el viaje comenzó.

Hay que decir que la banda trae un show de club estudiadísimo, que han repetido íntegramente tanto en Buenos Aires como en Sao Paulo. Seguramente los fanáticos soñaban con que algún factor mágico rompiera el esquema, pero la verdad es que se sabía de antemano que tocarían 10 canciones, cuál sería el set y el orden. Lo que nos quedaba era la experiencia, la vivencialidad y el goce.

Desde el primer momento, el pulcro sonido de Russian Circle rompió todo esquema. El trío tiene una prestancia única. Su performance se dibuja ante la audiencia, con un poder autoritario, que traslada a las mentes del público a un espacio entre lo presencial e imaginativo. Ni una sola palabra dirigieron a los asistentes, la ausencia de micrófonos delante del escenario fue casi una declaración de principios. El trabajo de la banda se caracteriza por las capas de guitarras que Mike Sullivan se dio el lujo de presumir a su cabalidad, usando loops que lo ayudaron durante todo el show a edificar esa pared sonora que, acompañado por el implacable e incansable trabajo de Brian Cook, lucieron todo su conocimiento teórico armónico y una conexión delicada que simplemente fue un placer para los oídos. Brian Cook, por otro lado, fue la catapulta de toda esa magia. Manejando los matices, la potencia y polirritmia del proyecto, dejando en claro que en Russian Circles no hay un solo protagonista, cada pieza forma parte de una pirámide que distribuye de forma virtuosa sus responsabilidades escénicas y sonoras. Entregándonos un show de una hora, con gusto a poco, pero realmente satisfactorio.

Las canciones que el trío nos dejó en su primera visita a nuestro país son: “Station”, “Harper Lewis“, “Conduit“, “Afrika“, “Quartered“,  “Betrayal“, “Gnosis“, “Deficit“, “Youngblood” y “Mlàdek“. 10 canciones que recorrieron un poco de su discografía, dando hincapié en sus trabajos “Station”, “Blood Year”, y su más reciente larga duración, “Gnosis”. Al terminar la última canción, y solo para romper corazones, se prendieron las luces que nos devolvieron a la realidad y la audiencia caminó hacia las puertas que nos devolvieron a la urbe de cemento. Caminando con sonrisas en las caras, ensoñados por la última hora de nuestras vidas, sin palabras.

Esperamos que Russian Circles vuelva pronto a nuestro país, y por supuesto que si lo hacen, en Rock Legacy estaremos ahí para contarte todos los detalles de su presentación.

 

Revisa las galerías del evento.

Galería | Russian Circles en Club Blondie

Galería | Russian Circles: IIII en Club Blondie

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