Fuera del Teatro Coliseo podíamos apreciar un agradable clima y una gran variedad en el rango etario que ingresaría a la presentación del concierto de Michale Graves. Era más que encontrarse con la Generación X, el ambiente nos advertía que sería una gran noche.
En el recinto podíamos observar a todas las generaciones respecto a la música rock y punk. Vimos desde adolescentes con la cara pintada como Graves, hasta los punks vieja escuela, padres y madres con sus hijos, donde pudimos observar claramente que los Misfits y su música traspasan generaciones, y se hacen parte de un legado.
Un ambiente ansioso comienza a mostrarse en el Teatro. Esta vez, no nos encontraríamos con el repaso completo de los dos álbumes icónicos de Michale Graves, esperábamos sorpresas esta noche.
Pasado las 21:00 horas vemos como el escenario comienza a apagar sus luces y preparar el ambiente para lo que será esta velada. “Abominable Dr. Phibes” da el paso para que la banda comience a subir al escenario e introducir lo que se aproxima en este concierto. Por el costado izquierdo, vemos cómo Michale Graves espera para hacer su aparición, esta vez no será en la típica camisa de fuerza, pero sí, con su maquillaje que lo caracteriza en sus presentaciones para comenzar su show. Antes de comenzar con “American Psycho” vemos cómo el americano saluda eufóricamente a los fans, y al entonar la primera canción, la locura es desatada en el público y en la banda misma.
“Speak of the Devil” no dio descanso para la energía que se desprendía del escenario y la audiencia coreó enérgicamente cada parte de la canción. Michale Graves no nos dio tregua para dar paso a “Walk Among Us” y los asistentes y el cantante se unieron para levantar puños y entonar la canción a todo pulmón.
Continúa “From Hell They Came” para hacernos querer saltar en cada beat de la batería y el bajo, y hacernos creer que nosotros venimos del infierno.
Llega el turno del primer gran himno de la noche, “Dig Up Her Bones”, interpretada de manera magistral y donde el Coliseo se vino abajo con puños en alto y una sola voz en el coro. Acto seguido interpretaron “Crimson Ghost”.
El próximo tema fue “Last Carress” donde el público estaba perplejo, ya que, dio origen a abrir la era de Danzig. Y sin darnos un respiro, suena “Mommy, ¿Can I Go Out and Kill Tonight?”, y la euforia se sentía hasta el techo, retroceder a 1982 con este gran éxito, era ver un moshpit interminable e insaciable. “Shining” nos lleva de nuevo a la época de “American Psycho” y el público no desaprovecha la oportunidad de entonar a todo pulmón.
Esta vez, el paso al “Famous Monster” fue casi instantáneo. “The Forbidden Zone”, es coreada por la multitud. “Lost in the Space” es interpretada con la energía que solo Graves nos sabe entregar. Continúa “Dust to Dust” y “Witch Hunt” donde sabíamos que continuaban dos canciones que harían caer el Teatro en su totalidad.
“Scream!”, hace que la vitalidad del público continúe en su totalidad, y “Saturday Night” es el punto más alto de la noche.
Nos encontramos totalmente en un escenario con el fondo tan característico de la calavera y la cara de Graves, sin ningún distractor más. Continúa “Pumpkin Head”, “Die Monster Die” para llegar a una de las canciones más coreadas de la noche. Es el turno de “Descending Angel”.
Sigue “Fiend Club” donde Graves nos pide apoyo cantándola, y somos todos parte de este Club. “Hunting Humans” es el siguiente tema, y nos lleva a una época que no creíamos, íbamos a escuchar este día. Retrocedemos rápidamente a 1978, donde “We Are 138” nos vuela la cabeza.
“Halloween”, “Horror Business” y “Hybrid Moments” con la segunda nota alta de la noche, donde damos por finalizada la época de Danzig en el escenario.
“Pet Semantary” y “Blitzkrieg Bop” son homenaje a los Ramones que escuchamos y Graves dio nota alta interpretándolas.
Suenan las guitarras de “Helena” que es la canción que no podíamos dejar de escuchar para cerrar con broche de oro esta noche. Fue coreada por todos dentro del recinto. Finaliza con otro cover “War Pigs” de Black Sabbath.
Graves nos sorprendió con su forma física y vocal, demostrando que el tiempo no ha hecho más que mejorar su presencia escénica y su carisma. La constante interacción con los fans, su animación y gestos de cariño fueron lo más destacado del espectáculo. Incluso vimos a Michale abrazándose con el público, subiendo asistentes al escenario y cantando en primera fila con todos sus fans, convirtiendo el momento en algo especial.
Sin embargo, durante la jornada siempre nos hablaba de cómo las críticas destruyen tanto su familia como su negocio. Tomará un descanso después de terminar este tour, ya que, su visión política ha opacado el último tiempo su vida familiar como musical. Nos decía que no importaba nuestro género, condición sexual, nuestro color, si éramos verdes, azules, gay, hetero, siempre nos amaría, ya que, él hace esto por el amor a la música y que no prestáramos atención a lo que se decía de él, porque tenía una pinta política que era aparte de la música. Nos dice que no tiene odio en su corazón y que siempre nos amará. Lanzó besos y abrazos durante todo el show.
El show nos trajo satisfacción abrumadora para todos los fanáticos del icónico terror punk de los Misfits. Estoy segura de que al igual que yo, todos los asistentes terminaron esta presentación con un corazón cálido, anhelante y con un sabor a “queremos más”.
Nota: Noor Baeza-Allende