En una tarde primaveral de miércoles, donde el frío y el calor conviven entre sí, nos dirigimos hasta las dependencias del Teatro Cariola, recinto emblema de la calle San Diego. Por supuesto, vestidos con la nostalgia de lo que sería el reencuentro con uno de los grupos que definió lo que significa el aggro/nü metal en la década del 2000, y que se presentaba por tercera vez en nuestro país: Payable On Death, o más conocido como P.O.D, acto que explotó en 2001 con su disco estrella “Satellite” y que ahora anda por estos lados junto a los mexicanos de Todos Los Muertos y la apertura nacional de Sinkarma, volviendo esta noche absolutamente poderosa y exquisita en rebeldía y aggro metal al hueso.
Siendo las 20 horas puntuales, los ariqueños Sinkarma fueron los encargados de abrir los fuegos para la fiesta aggro que se venía. La agrupación creada en 2001 se apoderó de los diarios de su ciudad debido a la convocatoria a este show, y también del escenario del recinto santiaguino con todo su poder. Melodías explosivas y bien ejecutadas, y buen equilibrio sonoro. Su repertorio se basó en sus 2 discos de estudio, “Rahez” de 2010 y “Moksha” de 2019, donde pudimos escuchar sus temas más reproducidos, como “Crujen Las Bestias”, “Epifanía”, “Disfraz” y “Victima & Verdugo”, “Sueños de Cristal”, para terminar con “Al Margen del Abismo”.
El quinteto compuesto por Andrés Palma (bajo), Mario Palma (guitarra), Joaquín Palma (guitarra y voces), Felipe “Pipo” Cortés (batería) y Omar Duk (voz), sin duda conquistaron los oídos de la audiencia presente con un trabajo impecable y bien ejecutado. El movimiento de cabezas en respuesta a la música que nos presentaron, e incluso los vítores entre canciones, es una prueba palpable del buen recibimiento de una banda que derrocha calidad en cada escenario que se ha presentado. En 40 minutos nos demostraron que en Chile hay calidad musical de la buena, bandas que están llenas de potencia, profesionalismo y que merecen oportunidades igual que cualquier otra de la capital.
En el caso del acto siguiente, Todos Los Muertos, ya nos adentrábamos al territorio del nü metal tan característico de los dos miles, pero yendo más allá, hacia el metal más crudo, mezclando hardcore y un toque de punk en sus composiciones. Los mexicanos formados en 2020 a inicios de la pandemia, no dejan indiferente a nadie debido a sus letras basadas en lucha y descontento social que se viven en Latinoamérica. Cada canción que pudimos escuchar en el escenario del teatro estaba absolutamente alineada al 100% con la filosofía que ellos comparten como banda. Como dice la misma agrupación, son “sobrevivientes de un país bañado en sangre”.
Dentro de su setlist compartieron con el público parte de lo que es su disco debut “Nación Suicida”, que incluye colaboraciones con el fallecido Juan Brujo, vocalista de Brujería, en su tema llamado “Para Que Nadie Estorbe”, que salió como single en 2022 y que fue todo un espaldarazo para la banda que llevaba solo un par de años en la escena mexicana. En más de 45 minutos en escena nos patearon el cráneo, nos sacudieron hacia arriba y nos dejaron caer para volver a patearnos en el suelo. Hubo moshpit en medio del público y también baile, recordándonos que esto era una fiesta, hecho que se sintió en la lista de canciones elegidas para la ocasión donde desplegaron el arsenal más brutal y violento en lo que iba de la noche. Canciones como “Tanto Poder”, “Reyes de la Escoria”, “6O8IERNO”, “Malditos”, “Poseídos”, incluso su nuevo sencillo lanzado en agosto “Hasta Quemarnos”, llevaron a un público ya en llamas al éxtasis total.
Siendo las 22 horas y luego de haber disfrutado de buenas dosis de metal al sistema para entrar en calor, éramos testigos del tercer encuentro con P.O.D o Payable On Death, como quieras llamarlos, íconos de una época donde aparecían bandas como Linkin Park, Limp Bizkit, Slipknot y System of a Down, y que se volvieron banda sonora de esa adolescencia consumida por los videos de MTV, las tardes de WWE y Rey Mysterio, los discmans y la rebeldía misma.
“Hola amigos, nos alegra que estéis aquí con nosotros en otro viaje musical. Gracias por su atención. Con amor, bienvenidos a Veritas” se escucha en los parlante mientras comienzan los gritos efervescentes de la gente que repletaba todo el recinto de Teatro Cariola. La entrada fue tardía debido a problemas técnicos con la batería, pero supieron sortear bien las dificultades del accidentado inicio. Con el toque rapcore en sus liricas y formas de cantar, y ese rock melodioso mezclado con toques de disc-jokey (DJs), aparecía en escena Sonny Sandoval, el estadounidense-mexicano vocalista de la banda, quien, con la energía que lo caracteriza, ya tenía en su palma al público presente y comenzaba con su más reciente tema, “DROP”, en colaboración con Randy Blythe, vocalista de Lamb Of God.
Traa Daniels en el bajo, Zachary Christopherr en batería, Marcos Curiel en guitarra y el dj de soporte en este tour, completarían la formación que llega a Latinoamérica en su gira que comenzó hoy en Chile y que los tendrá en Colombia, Brasil y México respectivamente
La añoranza de nuestros años dorados de juventud domina cada rincón del venue, tal como ese plato en el que pruebas un bocado y te devuelve a la infancia, así como en la famosa escena de Ratatouille. Es por eso que resuenan aún más cortes como “Set It Off”, “Youth of The Nation”, “Boom” o el mismísimo “Satellite” que le da nombre a un disco fundamental en la carrera de los estadounidenses y que fue lanzado el mismo día de la caída de las torres gemelas en Nueva York, que quedando en la historia como uno de los grandes acontecimientos terroristas de principios de siglo.
Historia aparte es lo que presenciamos a más de 23 años de ese hecho histórico, este 16 de octubre de 2024, donde miles nos congregábamos en el recinto para disfrutar de los más grandes éxitos de los estadounidenses. Con más de 13 álbumes de estudio y más de 31 años de carrera, P.O.D dio cátedra de por qué son una banda que redefinió el sonido aggro/nü metal en una época tan turbulenta. Además de los clásicos del “Satellite”, pudimos escuchar parte de lo que es su último disco de estudio, “Veritas”, lanzado este año y del cual se desprenden canciones como “I GOT THAT” y sus sonidos profundos, “I WON´T BOW DOWN”, además de todo el cargamento de rapcore, “AFRAID TO DIE” que también comparte con Tatiana Schmayluk de Jinjer; o de trabajos discográficos más antiguas como el “The Fundamental Elements of Southdown” de 1999 y donde apreciamos temas como “Southdown” y “Rock The Party”; o temas más cargados hacia el lado melódico de la agrupación como “Will You”, recordando Matrix Reloaded con “Sleeping Awake”, la añoranza desmedida en “Addicted”, de la colección de remixes y remasterizaciones que lanzaron en 2022, el caos mental en “Lost in Forever” y las revoluciones bajas explorando sonidos indie en “Circles”, que pertenece al disco del mismo nombre de 2018.
No podía faltar, como broche de oro su canción más emblemática, “Alive”, donde los fans en el Cariola cantaban a todo pulmón entre lágrimas, y despedían, así, a una banda que marcó parte de los recuerdos de la pre adolescencia de muchos, en una conexión profunda con la pena y las letras sobre el propio comportamiento humano, los miedos, las fallas y las ganas de salir adelante y ser mejor consigo mismo. Saltamos, gritamos y lloramos, todo en 90 minutos exactos.
Por más de 1 hora y media, Sonny y compañía nos demostraron que las bandas con connotación cristiana también causan el fervor de un público hambriento de letras de devoción y agradecimiento a su Dios, así como la propia forma de adorarlo con música a su manera. Así como otros no devotos a nada religioso pero que sí tienen una historia con la banda misma. Como sea la circunstancia de cada uno. y porque estaba presente este miércoles, lo que sí sabemos y coincidimos de forma total es que P.O.D cambió la forma de ver este género y se subió a la explosión de un metal que ha ido volviendo a su apogeo en los últimos años.