El músico británico David Cross, reconocido mundialmente por su destacada participación en la banda de rock progresivo King Crimson, ha dejado una huella imborrable en la escena musical. Su virtuosismo y su estilo único, que fusiona elementos del rock, el jazz y la música clásica, cautivaron a músicos y público por igual, convirtiéndolo en una figura de culto en nuestro país.
Su paso por King Crimson, durante la década de los 70’s, fue fundamental en la consolidación de un sonido vanguardista y experimental que revolucionó el rock progresivo. Álbumes como “Larks’ Tongues in Aspic”, “Starless and the Bible Black” y “Red” (aunque no alcanzó a participar del todo en este último ya que abandonó la banda en el momento de grabación) se convirtieron en referentes obligados para cualquier amante del género. Su violín, con un sonido agudo y penetrante, se erigió como una marca distintiva de la banda, aportando una dimensión melódica y emocional única.
Tras su salida de King Crimson, David Cross emprendió una exitosa carrera como solista, explorando nuevos territorios musicales y consolidándose como uno de los violinistas más destacados de su generación. Sus trabajos en solitario, caracterizados por una gran versatilidad y una búsqueda constante de nuevas sonoridades, lo posicionaron como un referente en la escena del jazz y la música contemporánea.
Al comparar a David Cross con otros violinistas del rock, podemos identificar tanto similitudes como diferencias. Por ejemplo, con Jean-Luc Ponty, otro violinista de jazz-rock fusión, el cual también se destacó por su virtuosismo técnico y su capacidad para improvisar. Sin embargo, su sonido era más suave y melódico que el de Cross, quien a menudo exploraba texturas más disonantes y experimentales. Otro músico con el cual se le compara es con Eddie Van Halen, sabemos que no es un violinista, pero es una figura clave en la historia del rock por su innovador uso de la guitarra eléctrica, y ambos músicos compartieron una pasión por la exploración de nuevas sonoridades y la búsqueda de límites técnicos. Y por último Nigel Kennedy, violinista clásico, conocido por sus versiones rock de obras clásicas, ofrece un contraste interesante con Cross. Kennedy se enfoca en la interpretación virtuosa de piezas conocidas, Cross buscaba constantemente crear un sonido propio y original.
David Cross ha visitado Chile en varias ocasiones, cautivando al público con sus conciertos llenos de energía y virtuosismo. Sus presentaciones en nuestro país han sido siempre un evento destacado en la agenda musical, congregando a un público fiel y apasionado por su música.
Cabe destacar su visita en el año 2018, cuando David Cross visitó Chile como músico invitado por la banda Stick Men liderada por el bajista Tony Levin y el baterista Pat Masteloto, ambos integrantes activos de la última reencarnación de King Crimson, dando una catedra del más alto virtuosismo instrumental, luciéndose con temas como “The Talking Drum”, “Red” y “Prog Noir”.
El impacto de David Cross en la música chilena se ha dejado sentir en diversas generaciones de músicos. Su influencia se puede apreciar en bandas y artistas que han incorporado elementos del rock progresivo y el jazz a su sonido, demostrando que su legado sigue vivo y vigente. Y lo podremos volver a disfrutar este 2 de diciembre en el Teatro Nescafé de las Artes, donde se sumará uno de los bateristas actuales de King Crimson: Jeremy Stacey, y se agrega un conversatorio previo al show para todo el público asistente junto a los músicos y Leonardo Pavcovic, promotor y mánager histórico del rock progresivo de artistas tales como Stick Men, Soft Machine, Tony Levin, Markus Reuter, Allan Holdsworth, entre muchos otros, para hablar de la emblemática banda y el movimiento actual en el mundo.
Además, se ha confirmado a la banda chilena Tryo como teloneros de esta magnífica jornada progresiva. Las entradas puedes encontrarlas en la boletería del teatro, sin cargo por servicio o a través de Ticketmaster.cl.