Si el metal extremo tuviera su propio circo del absurdo, Gutalax sería el número principal. La banda checa ha construido una carrera a base de brutalidad sonora y letras que rinden culto a lo fecal con una convicción casi filosófica. Su particular propuesta musical no solo los ha convertido en una de las bandas más queridas dentro del grindcore, sino que también ha redefinido los límites del humor en la música extrema.
¿Por qué tanto sobre caca?
Desde su formación en 2009, Gutalax ha sido fiel a una única obsesión: el mundo fecal. Canciones como “Shitbusters”, “Diarrhero” o “Poopcorn” no dejan lugar a dudas sobre su temática, pero lo que los hace únicos no es solo el contenido de sus letras, sino la forma en que lo presentan. En lugar del tono grotesco o gore que otras bandas del género usan, Gutalax aborda la escatología con un espíritu festivo, casi carnavalesco.
Su vocalista, Martin Matoušek, ha declarado en varias entrevistas que la banda no busca ser ofensiva, sino liberar a la gente de sus inhibiciones. “Todo el mundo hace caca, pero nadie habla de eso. Nosotros lo convertimos en un tema de celebración”, ha comentado en más de una ocasión. Y vaya que la fanaticada lo ha entendido: en sus conciertos es común ver a los asistentes bailando con papel higiénico, en un ritual colectivo que mezcla el moshpit con una especie de pool party, pero con olor a cloaca.
Más que grindcore, un fenómeno cultural
Gutalax no es solo ruido y letras absurdas. Su “Gore ‘n’ Roll” no sigue las reglas tradicionales del grindcore, ya que incorpora ritmos pegajosos y hasta momentos bailables dentro de su brutalidad. Su música, aunque extrema, es accesible para quienes no están acostumbrados al género, lo que les ha permitido convertirse en una de las bandas más queridas dentro y fuera del circuito underground.
Para su show en Santiago el 21 de marzo, se espera un setlist cargado de sus canciones más conocidas, tales como “Robocock”, “Fart and Furious”, “Toi Toi Story” y, por supuesto, “Diarrhero”. La combinación de riffs demoledores, guturales inentendibles y temáticas ridículas promete una de las experiencias más surrealistas que se puedan vivir en un concierto.
Si alguna vez te has preguntado cómo sería un mosh en medio de un apocalipsis sanitario, Gutalax tiene la respuesta. No es solo música, es una experiencia que convierte lo asqueroso en arte y lo ridículo en catarsis.
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Produce: Powerprods.cl