La noche del 1 de abril, Blondie fue testigo de una verdadera descarga de energía con la presentación de The Amity Affliction, quienes regresaron a Chile bajo la producción de Atenea después de 8 años tras su última visita. Con un recinto completamente encendido y un público entregado, la banda australiana ofreció un concierto que quedará en la memoria de los asistentes.
A las 20:30 hrs., las luces se atenuaron y la euforia se hizo sentir de inmediato con la apertura del show. Desde los primeros acordes de “Pittsburgh”, el público coreó cada canción con pasión, destacando especialmente los coros melódicos que caracterizan el sonido de la banda. “Drag the Lake” y “The Weigh Down” continuaron elevando la intensidad del espectáculo, con los asistentes entregados por completo al show.
Uno de los puntos más intensos de la noche se dio antes de interpretar “Don’t Lean on Me”, cuando el vocalista Joel Birch tomó el micrófono para incitar al público a formar el primer gran circle pit de la velada. Esta fue solo una de las muchas instancias en las que la audiencia se entregó al mosh pit y, en un momento álgido, incluso se desató un wall of death que elevó la intensidad del espectáculo a otro nivel.
La conexión entre The Amity Affliction y sus seguidores fue evidente en cada momento, con una energía inquebrantable que se mantuvo de principio a fin. “Open Letter” y “All my Friends Are Dead” generaron una respuesta masiva de los fans, mientras que “Chasing Ghosts” y “Death’s Hand” fueron interpretadas con una fuerza arrolladora, haciendo temblar el recinto con los saltos y gritos de la gente.
El fervor no disminuyó en ningún momento, y al llegar al encore, los gritos del público se hicieron ensordecedores, clamando por el regreso de la banda al escenario. La banda complació a sus seguidores con “Soak Me in Bleach”. En un acto coordinado por Birch, la multitud se agachó para luego saltar en el momento exacto en que la canción estalló, creando una imagen impresionante y un cierre inolvidable para una noche cargada de emoción.
The Amity Affliction demostró por qué sigue siendo una banda querida del metalcore, entregando un espectáculo sólido, vibrante y lleno de intensidad. Con un setlist cargado de clásicos y nuevas canciones que hicieron vibrar a la gente, esta jornada dejó una huella imborrable en sus seguidores chilenos.