Si vamos a hablar de death metal, hay que arrodillarnos primero ante Possessed, porque antes de toda la ola de la sangre en las carátulas de los discos y los guturales inentendibles, estos insufribles de San Francisco ya disparaban riffs envenenados y blasfemias a velocidad de una AK47.

Reverenciados y mencionados por grandes bandas del planeta como Sepultura, Death y Morbid Angel, es indiscutible que el sonido conseguido desde su primer álbum va más allá de ser unos proto death o proto black, unque a los más “True” les ardan las tripas.

En 1985, Jeff Becerra, un joven furioso, junta a unos salvajes y juntos vomitan “Seven Churches”, un disco que pateó el sonido del thrash hasta dejarlo irreconocible, golpeando las cabezas de la juventud de la bahía de la costa este de EEUU, que no se aburría de apuntar al planeta con ideas nuevas que cambiarían el curso de la vida del metal.

Ahí incluyó al final de la placa la canción que daría el nombre al género, “Death Metal”. Guitarras serruchadas, batería sin freno y una voz que, para la época, parecía salida del mismo averno. 

Sin embargo, su camino no está trazado solamente por la gloria y el cabeceo desenfrenado, la historia que se escribía de club en club y corría de boca en boca de los adolescentes estadounidenses se vería interrumpida en 1989: un asalto callejero dejó a Becerra parapléjico. Cualquier persona hubiese muerto por dentro, pero Jeff se convirtió en leyenda viviente.

Décadas después, resucitó Possessed con sangre nueva, y como un fénix macabro, resucitó con “Revelations of Oblivion” el año 2019, prueba irrefutable de que el demonio no muere, solo se oscurece. “No More Room in Hell” es la canción que demostró su nuevo ímpetu. Un riff fresco con espíritu ochentero y un mensaje directo, el infierno siempre tiene espacio para ti.

Hoy Possessed sigue girando, arrasando escenarios de Europa y América Latina. En este contexto, no podíamos dejar de invitarte para mañana 24 de junio en el Teatro Cariola, que los recibe nuevamente para alimentar ese apetito de oscuridad; y por ello te queremos dejar con las 5 favoritas de Rock Legacy.

“Death Metal”: Simplemente porque es infaltable. Su riff inicial y el grito de guerra de Becerra son una declaración de principios: aquí empieza la blasfemia y termina la tibieza. Cuando la tocan en vivo, es el orgasmo del show, todos gritan “DEATH METAL!” con el puño en alto.

“The Exorcist”: infaltable. Es el primer tema de “Seven Churches” y uno de los más feroces. Su intro instrumental pone los pelos de punta antes del vendaval de riffs. Es el portal de entrada al infierno sonoro de Possessed

“Pentagram”: Una canción que captura toda la esencia oscura de la banda. Su riff hipnótico construye la atmósfera perfecta para el ritual. Es de esas canciones que suenan aún más pesadas y malignas en directo, ideal para corear el título a gritos.

“Burning in Hell”: Un clásico de alta velocidad que no perdona ni un segundo. Puro thrash/death rápido y Becerra escupiendo odio. Diseñada como una máquina generadora de mosh.

“No More Room in Hell”: Representante de la resurrección de Possessed tras décadas de silencio discográfico. El riff es adictivo, la voz de Becerra sigue sonando endemoniada, y la letra es puro culto zombie. Es un puente perfecto entre la vieja y la nueva escuela del metal.

Bueno con toda esta información te invitamos a esta fiesta blasfema producida por la gente de Chargola, por supuesto que Rock Legacy andará entre las tinieblas, así que nos vemos mañana.

https://ticketplus.cl/events/possessed

 

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