Los canadienses símbolos del post-rock llegan con su séptima placa que critica desde sus sonidos la crisis moral, económica, social y ecológica que hoy vive el mundo por medio de su estilo característico, basado en canciones instrumentales con muchos detalles y cada una con una personalidad propia
Hablar de Godspeed You! Black Emperor es referirse a uno de los pilares más importantes de los últimos 30 años en cuanto al desarrollo del post-rock (no voy a debatir aquí el uso de la etiqueta y los límites de este género), movimiento musical nacido a mediados de los 90 que tiene a otros referentes como Tortoise, Sigur Rós, Explosions in the Sky, Mono, Mogwai, entre otros.
Para los que no lo saben, esta es una banda nacida en Montreal, Canadá en 1994 y que comenzó una larga pausa en 2003, hasta que en 2010 volvieron a tocar juntos, lanzando tres álbumes desde su regreso.
Además de eso los miembros del grupo son reconocidos por sus constantes críticas sociales y políticas que sin temor reflejan en sus canciones. A tal punto llega su rechazo a las grandes corporaciones y la industria musical que son reacios a dar entrevistas a medios de comunicación.
En cuanto a la música, la banda hoy la componen 10 miembros los cuales dan cuenta del carácter del sonido en el que se enmarca el grupo. Una propuesta que no escatima en arreglos y detalles, que buscan adornar y condimentar el sonido creado por los norteamericanos
“G_d’s Pee AT STATE’S END!” es el séptimo álbum de la banda y es el cuarto desde su regreso en 2010. En rasgos generales estamos ante un trabajo netamente instrumental en el que destaca de partida sus variantes y los distintos matices que muestran minuto a minuto, canción a canción.
En ese sentido hay que aclarar que la pista uno y tres son suites de 20 y 19 minutos aproximado respectivamente. La dos y la cuatro son canciones que rondan los 5 y los 6 respectivamente.
Los títulos de los movimientos y las canciones nos adentran un poco de la visión del mundo que observan los miembros de la banda: las crisis de las democracias occidentales; el calentamiento global expresado en la preocupación del derretimiento de los glaciares. Pero hay uno que me llama poderosamente la atención, el tema “Military Alphabet (five eyes all blind)”. Y es que Five Eyes es el programa de cooperación de materia de inteligencia entre Australia, Canadá, Nueva Zelanda, Reino Unido y Estados Unidos, el cual estuvo en la polémica por la información filtrada por Edward Snowden sobre que estos países espiaban a sus ciudadanos y compartían la información evadiendo las regulaciones sobre este tema.
Volviendo a la música, está claro que la canción es una crítica a este aspecto del mundo globalizado: la vigilancia no solo en las calles sino que también en internet.
A nivel musical estamos ante un rock abierto a las posibilidades que nos permiten los 10 músicos que componen el grupo. Donde abundan los pasajes sonoros inquietantes, tétricos e inciertos, ¿tal vez un reflejo del mundo en descomposición que hoy tenemos de frente?
La música de “G_d’s Pee…” combina los sonidos de cuerdas con ciertas distorsiones por momentos y a su vez suma guitarra, batería y bajo en un vórtice que aglutina todo. Por momentos también hay espacio para algunos actos individuales, pero que no responden a lucimientos o solos, más bien funcionales a la composición.
Otro aspecto que considerar es el hecho de que este disco recupera el sonido original de sus primeros tres álbumes, que desde su regreso pareció perderse en anteriores registros: “Allelujah! Don’t Bend! Ascend!” (2012), “Asunder, Sweet and Other Distress” (2015) y “Luciferian Towers” (2017).
Eso sí, los temas del nuevo trabajo de Godspeed You! Black Emperor suenan más a épica, a sobrevivencia, tienen un sentido una dirección, a diferencia de por ejemplo su placa debut “F♯ A♯ ∞” de 1997, sintiéndose todo como una travesía que refleja la actualidad: el viaje desde la descomposición del mundo heredado del siglo XX y el inicio de un nuevo mundo. ¿Acaso no suena esperanzadora “OUR SIDE HAS TO WIN (for D.H.)” con el que cierran los canadienses?
Estamos ante un disco que varía y que recorre distintos registros, siempre desde la mirada y el sonido trabajado de Godspeed You! Black Emperor, pero que contiene una identidad y dirección definida, desde la cual espero siempre salga algo nuevo siempre.