Este martes 9 de abril Dave Mustaine visitó nuevamente nuestro país. Trajo consigo la última y renovada versión de su proyecto Megadeth y simplemente subrayó en escena: primero que su carisma no ha menguado ni un centímetro a pesar de los años, segundo que Megadeth ya tiene un abanico de hits que provocan histeria en la fanaticada y por último que con sus dos últimas placas renovó su público. Sin duda hoy hablar de Megadeth es referirse a una institución digna de una biopic.

Dave Mustaine es un músico y compositor estadounidense, conocido principalmente por ser el fundador, vocalista, guitarrista principal y principal compositor de la banda de heavy metal Megadeth. Nació el 13 de septiembre de 1961 en La Mesa, California. Su historia está marcada por sus inicios en la famosa banda Metallica, de la cual fue uno de los compositores, donde no solo inventaron grandes canciones, sino que además se originó uno de los estilos musicales más destacados del sonido heavy: el thrash metal. Así de gigante y monstruoso era el preludio de su nueva visita a Chile, en esta ocasión en el Movistar Arena y por supuesto que Rock Legacy estuvo ahí y te queremos contar la experiencia.

En el recinto del Parque O`higgins, desde temprano la fanaticada del “Coloro” se agolpó a hacer la previa para ingresar y posicionarse cara a cara con uno de sus ídolos. Cientos de personas ya rondaban el lugar ataviados con poleras negras con la cara de Vic Rattlehead, la clásica mascota de la banda que al puro estilo de Eddie de Iron Maiden se ha convertido en una iconografía tanto de carátulas, parches, pósters y tatuajes que decoran el mundo de los seguidores del estilo metalero.

Miguel Fuentes Olivares (@miguelfuenteso)

A las 20 horas esto comenzó. Saken, banda nacional con más de 26 años de trayectoria, se subió al escenario. Como buenos anfitriones dejaron todo y conquistaron todo. El público no estaba para chicas, el hambre de metal moldeaba las mandíbulas y el primer plato no decepcionó ni un segundo. El cuarteto cargó sin piedad sus canciones “Fuck & Roll”, “Ego”, “Last One”, “Zyclon B”, “Nasty Gods” y “Less than Zero”. El público se entregó. Saltó, deliró, giró y disfrutó cada nota, cada grito. Vale destacar que en “Nasty Gods”, los nacionales tuvieron un invitado de lujo: Heljarmadr,  vocalista de Dark Funeral, subió, cantó y se entregó a la audiencia. Sin duda Saken no pasaron desapercibidos, cumplieron, se entregaron y lucieron. Aguante la escena nacional, cada año más profesional, más técnica y con muy buena presencia en vivo.

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A las 21 horas en punto se apagaron las luces y la banda de “el loco, el desahuciado y la muerte salió a la escena y por supuesto abrieron con la canción que da nombre a su más reciente trabajo. El único pero de la jornada es que nos habría encantado ver en vivo estas canciones con Kiko Loureiro, cocompositor de los últimos trabajos de Megadeth y quien se luce en su trabajo de de las seis cuerdas, pero esto es así. Megadeth es una extensión del alma de su líder Dave y no hay tiempo para detenerse con niñerías. “The Sick, the Dying… and the Dead!”, “Skin o’ My Teeth”, “Dystopia”, “Hangar 18”, así arrancó esto. Un viaje por el páramo solitario de Dave Mustaine, quien a pesar de sus más de 62 años se mantiene en forma para el escenario. Con la misma actitud desafiante, quizás más cercano, más seguro, más querido. Cuatro canciones seguidas, alto impacto, la gente enloqueció. Los ojos se cristalizaron con cada una de las canciones. Padre e hijo, pololos, amigos y desconocidos se abrazaron con cada una de las piezas que compusieron este recorrido histórico por la poesía y composiciones de Mustaine

 “Sweating Bullets”,  “This Was My Lifey  “Angry Again”. En una rápida tirada dónde poco a poco la voz de Dave iba perdiendo brillo y ganando experiencia, ya había repasado sus 2 últimos trabajos, además del “Rust in Peace”, “Countdown to Extinction” y el “So Far, So Good… So What!”. La gira no vaticinaba un show de larga duración, así que el cuarteto no quiso perder tiempo y disparó una y otra vez hits que llegaron a la cancha que respondió sin dejar de girar y saltar, y el resto de los asistentes batieron sus cerebros al ritmo de las guitarras y afinaron sus gargantas coreando con la banda.

She-Wolf”, “Trust”, “À Tout Le Monde” y “Tornado of Souls”, considerado por muchos el mejor solo del metal, tocado en esta ocasión a una velocidad frenética que hizo explotar los oídos de los que asistieron esta noche. Quedaba poco para el final, la verdad se hacía poco, faltaban infinidad de himnos y solo pensar que el formato post enfermedad de Dave es reducido nos hacía sufrir a nosotros, como seguramente le pasa al vocalista al pasar el tiempo en escena. 

Symphony of Destruction” y la hinchada cantando “Aguante Megadeth”, enardecida, festejando, embriagada de placer. “We’ll Be Back”, una de las mejores canciones de su impresionante último trabajo. “Peace Sells” en donde vimos en escena a Vic Rattlehead, bailando junto al cuarteto. Como una llama de fue fuego comenzaron los acordes de “Mechanix” insigne tema que ha acompañado a los estadounidenses desde el comienzo de su carrera, el cual prendió el fuego en el pogo que no paraba de girar y arder ante la artillería del cuarteto.Y como broche final la inigualable “Holy Wars: tremenda, coreable, inagotable y en este año donde la guerra se ha hecho más presente que lo habitual, más actual que siempre. 

Miguel Fuentes Olivares (@miguelfuenteso)

Así se despidió Megadeth de nuestro país, con la guitarra y los brazos en alto a pecho descubierto, presentándonos su corazón. Escribiendo el epitafio en piedra de uno de los monstruos del rock mundial, que ha sabido robarse las almas de los chilenos, quienes idolatran a la banda y que se fueron felices repartiendo la palabra del señor, el señor Dave Mustaine.

 

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