En los años sesenta del siglo pasado, una década repleta hasta la saciedad de geniales aportaciones musicales, el que un álbum sea considerado como un parteaguas que marcó tendencias en la escena rock mundial es sólo digno de una joya del género, este es el caso del larga duración “Crosby, Stills & Nash”, producción de estudio con la que debutó la agrupación homónima conformada por los estadounidenses David Crosby, Stephen Stills y el británico Graham Nash.

Editada formalmente un 29 de mayo de 1.969 bajo el sello Atlantic, el álbum es emblemático de una de las tendencias hacia las cuales se estaba ramificando el rock a finales de aquella década. El trío emprendió una ruta inversa a la asumida entonces por el ahora Nobel de la Literatura Bob Dylan, quien fue abandonando el folk y lo acústico en beneficio de las sonoridades eléctricas.

El trio que aún se le identifica por el acrónimo CS&N y que tras el impacto y la popularidad alcanzada por álbum debut comenzó a ser llamado “El Supergrupo” (apelativo que sería endilgado luego a otras agrupaciones notables) se decantó en su primera producción por lo acústico y el folk adornados angelicalmente por unas filigranas vocales de gran belleza y complejidad, todo esto sin dejar de un lado al rock, eso sí, despojado de excesivas estridencias.

Sus tres integrantes provenían de agrupaciones que alcanzaron cierta notoriedad en la primera mitad de la década pero que en el último tramo de la misma se encontraban estancadas, tras la evolución y la apertura del género hacia otras influencias, sonoridades y líricas de mayor valor artístico y que expresaban sensibilidad frente a la insatisfacción por el estatus quo.

El californiano David Crosby, ícono de la contracultura y el más enfocado en lo social del trío, había sido expulsado de una ya decadente agrupación The Byrds, mientras que el texano Stephen Stills, genio multinstrumentista, estaba cesante tras la disolución de Buffalo Springfield. Por su parte el inglés Graham Nash, clave en los arreglos vocales que identifican al grupo, ya no se hallaba a gusto en unos para entonces eclipsados The Hollies.

Aunque por separado sus voces no eran exactamente la expresión más acabada de lo que debe ser un cantante de rock, cuando las unían difícilmente podían ser superados por la belleza y complejidad de sus armonías vocales, a las que hay que sumar la carga política y social presente en sus temas y que se hizo aún mayor en sus siguientes producciones con la posterior inclusión de su cuarto eventual miembro, el canadiense Neil Young, también ex integrante de Buffalo Springfield y quien posteriormente y en solitario se convirtió en una de las mayores figuras  del género, ensombreciendo a sus ex compañeros.

No hay consenso entre Crosby, Still y Nash acerca del momento y lugar exactos donde decidieron asociar sus talentos. Lo indiscutible fue la notable influencia que tuvo la cantante canadiense Joni Mitchell, quien fue novia de Crosby y su homóloga estadounidense Cass Elliot, la popular Mama Cass del grupo The Mamas & The Papas, quienes fueron determinantes para hacer realidad la feliz unión durante el verano de 1968.

Aunque parezca increíble una parte de los temas que componen el LP debut de CS&N fueron escuchados por el The Beatles George Harrison, en su condición de representante del sello Apple creado por el cuarteto de Liverpool , quien los consideró muy del gusto estadounidense y decidió no editar el álbum frustrando así las esperanzas de su amigo Stephen Stills al respecto.

Este nuevo desprecio de Harrinson  al naciente grupo entregó de lleno a CS&N en brazos de Atlantic Records, casa disquera que intuyó la joya artística  que estaba en sus manos y destinó sus mejores talentos en producción y sonido para contribuir a hacer de Crosby, Stills & Nash un álbum realmente memorable.

Aunque solamente temas como “Suite: Judy Blue Eyes” y “Marrakesh Express” ocuparon lugares relevantes en la lista Billboard (peldaños 21 y 28 respectivamente del top 100) del año 1969 la influencia y trascendencia del álbum no es medible en los rankings de popularidad pero es identificable a partir de la década siguiente hasta el presente, en múltiples bandas con el acento puesto en las armonías y la crítica social y que exploraron otras rutas para el rock distintas al metal duro.

El larga duración Crosby, Stills & Nash comenzó a catapultar a la agrupación como un emblema de la contracultura estadounidense, identificación que se consolidó tras su expansión a CSN&Y con la posterior inclusión de Young, pasando a ser idolatrados por la generación hippie y llegando a abanderar causas sociales y políticas, además de convertirse en una máquina de hacer dinero que a pesar de las separaciones y reencuentros eventuales naufragó, comprobando nuevamente la imposibilidad de mantener unidos por mucho tiempo los grandes talentos (y egos) del rock.

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