Mucho antes de que el director Cameron Crowe se ganase el respeto de Hollywood por su gran trabajo en “Almost Famous” (2000), -que lo llevo a ganar un Óscar en la categoría de mejor guion-. El ex columnista de Rolling Stone en 1992 en pleno apogeo del Grunge, publicó “Singles” una película ambientada en aquellos años de Seattle, en donde retrato a la generación “X” y nos dio un vistazo al boom musical que se estaba dando en aquella ciudad.
La afición de Crowe por el creciente movimiento grunge, lo llevo a realizar su película contando incluso con cameos y hasta actuaciones de algunas figuras icónicas. Personajes como Chris Cornell (Soundgarden), Tad Doyle (TAD) y prácticamente lo que sería Pearl Jam en el futuro. El film además contó con un reparto que a la larga daría que hablar; Campbell Scott (Roger Dodger), Kyra Sedgwick (The Closer) y Matt Dillon (Crash).
El largometraje ahonda en la historia de cuatro adolescentes y como se desenvuelven en la cuidad, tal como el titulo: “Solteros”. Esta primicia sonaría muy básica, pero la manera en cómo nos cuenta el director, se puede observar lo visionario que fue. Es mucho lo de esta película, que sigue trascendiendo hasta el día de hoy. Por ejemplo, vemos como uno de los personajes, con tal de encontrar una pareja, realizan estos típicos videos que en la década de los 90’ eran frecuentes para presentarse ante una persona que no conocías, con tal de tener algo en común. Si ésta gusta de ti, te contactaría. Algo así como lo que hoy conocemos como ‘Tinder’. Asimismo, podemos ver los complejos que tienen los personajes por su cuerpo, y qué es lo que están dispuesto a hacer por la aceptación de su pareja. También aborda un poco el existencialismo de estos jóvenes, que los lleva al terror a estar solos. El verse a los 30 o 40 sin pareja, es un temor recurrente que se ve incluso en la actualidad.
Como en toda película de adolescentes, el amor no puede estar exento, y la manera de exhibirnos el sentimiento, es muy real. A lo largo de la película observamos típicas parejas que se quieren, pero a causa de su inseguridad no pueden estar más de una semana sin discutir. También se puede apreciar esas relaciones que hoy en día las denominamos “toxicas”. En donde uno de los dos, no se da cuenta lo insignificante que es en el mundo de la otra persona. Estos temas, aunque medio incómodos, Cameron Crowe los exhibe con escenas hilarantes que nos hace apreciar y llevar un tono más ligero –Inolvidable el cameo de Chris Cornell en una de estas escenas-, todo este acervo sirvió de mucha influencia para lo que sería “Friend’s”.
Básicamente de esto trata el film, y la verdad es que si bien el argumento es plano, lo que hace de ésta una película de culto, es la representación de la escena grunge. El director nos sumerge de tal manera, que nos da un vistazo por todo Seattle, dejando al espectador una sensación de realmente estar en la ciudad. Planos de la icónica Aguja Espacial o la tumba de Jimmy Hendrix, nos da esta sensación de estar presentes. Además, el director explota al máximo su gran conocimiento sobre la música, recordándonos así, que antes de comenzar su carrera cinematográfica, él inicio siendo un periodista de música, entrevistando bandas y visitando bares de todo tipo. Esto se muestra de manera elocuente en la película.
Imaginemos que vamos caminando en bellavista y decidimos ir al Oxido, no por una banda en especial, si no por el placer de ir a escuchar música, de pronto entras y está tocando una banda llamada Alice in Chains. Esto lejos de un real utópico, es lo que se vivía en aquellos años en Seattle, donde podías encontrar a Nirvana tocando junto a The Melvins y Mudhoney, y no era de extrañar. Y es que de eso se trata la escena: Una amistad entre bandas sin rivalizar, sin pasar por encima. En conjunto, la gente que iba a verlos, eran amigos y gente extraña que solo iba a escuchar rock.
Las referencias a la escena grunge, están por todos lados como easter egg, por ejemplo, el sencillo de la banda Citizen Dick –banda conformada por los miembros de Pearl Jam– lleva el nombre de “Touch Me, I’m Dick” un claro guiño a la canción “Touch me, I’m Sick” de Mudhoney. También entre los recorridos por las calles, se ve un mural de Mother Love Bone –grupo que contaba con Jeff Ament y Stone Gossard-, una banda que hace muy poco había perdido su cantante Andy Wood. A su vez, se puede apreciar que una de las canciones de la banda liderada por Cliff Poncier (Matt Dillon) es llamada “Louder Than Larry (Steiner)”, alusiva al segundo álbum de Soundgarden. Hablando de la banda, en la película se puede escuchar un boceto de lo que sería “Spoonman” el gran hit que se emitiría recién en 1994. Todo esto nos lleva a otro gran punto de la película, el Soundtrack.
Son pocas las películas que pueden darse el lujo de contar en un reparto lleno de estrellas, todo esto se ve reflejado en la impecable banda sonora que ésta posee. Pasando por canciones clásicas como “Would?” de Alice in Chains, a “Nearly Lost You” de Screaming Trees, hasta por composiciones que fueron creadas para la película como “State of love and trust” y “Breath” de Pearl Jam, “Birth Ritual” de Soundgarden y “Seasons” de Chris Cornell, sencillo que fue el primero del cantante de manera solista, y que paradójicamente, definiría su estilo al final de su carrera.
En conclusión, “Singles” es una película de culto para cualquiera que quiera revivir aquella época de los 90, lo retro y las relaciones adolecentes. El trabajo de Cameron Crowe, fue impecable retratando la escena en Seattle que, en el futuro, nuevamente la llevaría al cine con el documental “Pearl Jam Twenty” (2011). La película es una reliquia que, sin duda, todo amante del Grunge debiese tener entre sus films más queridos.