La vida de David Crosby, quien este 14 de agosto cumple 79 años de edad, ha sido un paradigma exacto de lo que para la cultura popular representa el ser una estrella de rock de los años sesenta: genialidad musical desbordante, conciencia política, un descomunal ego y enormes excesos que le costaron la vida a otras grandes leyendas del género.
Lee las dos primeras entregas de esta serie:
Review | David Crosby: Una leyenda viva a pesar de sí mismo (I)
Review | David Crosby: Una leyenda viva a pesar de sí mismo (II)
Tras el rotundo éxito comercial del The Doom Tour en el año 1974 Neil Young, Stephen Stills, Graham Nash y David Crosby no compartirían los cuatro juntos de nuevo un escenario hasta finales de la siguiente década.
Mientras decenas de miles de fans llenaban estadios para presenciar la extraordinaria reunión de talentos que representaba el supergrupo CSN&Y, tras el escenario las diferencias personales, artísticas llevaron a un alejamiento casi definitivo de Neil Young, quien estaba en la cima de su popularidad.
Todo el resto de los años setenta Stephen Stills y Graham Nash tuvieron que lidiar con un Croz cada vez más destruido por su apego al alcohol, la heroína y la cocaína.
David Crosby tocó fondo en la primera mitad de los años ochenta tras varios arrestos por posesión de armas y drogas. Profundamente adicto a las drogas duras pasó meses en prisión “sin una aspirina”, padeciendo los terribles estragos de la abstinencia.
Un juez determinó que Croz y su pareja Jan Dance deberían estar separados por al menos cinco años, debido a que ambos juntos alimentaban el círculo vicioso de sus adicciones.
Tras una dura batalla legal y personal David Crosby recuperó en un año el derecho a estar junto a su pareja, con la que se casó en 1987. Ambos lograron superar sus narcodependencias y tuvieron un hijo en común, el cuarto de los seis hijos de Croz.
“Tanto él como su mujer, Jan, estaban enganchados y se salvaron gracias al amor que les unía”, escribió Neil Young respecto a David Crosby y Jan Dance en su libro autobiográfico “El Sueño de un Hippie”.
Neil Young había prometido que sólo volvería a CSN&Y si Croz superaba su adicción y cumplió felizmente su palabra en 1988, año en el que grabó el álbum ‘American Dream’ junto a su tres viejos compañeros.
El año siguiente fue publicada “Long Time Gone”, la autobiografía de David Crosby escrita a cuatro manos junto al guionista de la película “Tiburón” de Steven Spielberg, el escritor Carl Gottlieb, obra que tuvo una ampliación posterior en 2006 con su otro tomo titulado “Since Then”.
En esos años David Crosby logró cierta figuración mediática más allá del supergrupo y los titulares escandalosos de la prensa, gracias a su asociación artística con uno de los titanes musicales de los ochentas, el británico Phil Collins, con quien grabó varios temas y al cual acompañó vocalmente en grandes eventos de la industria.
En 1991 Croz y los otros integrantes originales de The Byrds hicieron a un lado sus diferencias de décadas para celebrar su ingreso al Rock and Roll Hall of Fame, honor que David Crosby recibió nuevamente en 1997 junto a Stephen Stills (ex Buffalo Springfield) y Graham Nash (ex The Hollies) cuando CS&N recibió ese honor, siendo el primer grupo en tener a todos sus miembros doblemente distinguidos por tan prestigiosa corporación.
Las décadas de excesos le pasaron factura a la salud de Croz, quien a partir de los años noventa debió superar dos ataques cardíacos severos, la diabetes y una avanzada hepatitis C que hizo necesario un trasplante de hígado que fue financiado por Phil Collins.
Los 90’s también depararon a David Crosby el reencuentro con el hijo que entregó en adopción en 1962, el tecladista y productor James Raymond, quien desde entonces es uno de sus más estrechos colaboradores musicales y con quien fundó el trio CRP junto al guitarrista de sesión Jeff Pevar.
Para el año 2006 CSN&Y revivió parte de su gloria y su característico espíritu hippie del que David Crosby siempre fue emblema con la gira “Freedom of Speech”, que planteaba una ácida crítica a la gestión del presidente estadounidense George W. Bush y en particular a la Guerra de Irak.
Ese mismo año Croz lanzó su triple álbum ‘Voyage’, que compila sus 28 mayores éxitos extraídos de sus participaciones con varias bandas y de su discografía individual.
En el año 2011 David Crosby y Graham Nash se sumaron al movimiento “Occupy Wall Street”, contra el excesivo poder del 1% que controla la economía mundial, llamando la atención de los medios que destacaron la presencia de ese par de hippies y leyendas del rock en medio de la masiva protesta popular que por varios meses paralizó a Nueva York.
Las cada vez más esporádicas reuniones de CSN&Y llegaron a su fin en el año 2014 luego de que David Crosby, siempre pecando por deslenguado, criticara a la nueva pareja de Neil Young, la ex estrella de Hollywood Daryl Hannah, a quien definió como “una predadora venenosa”.
Las numerosas disculpas posteriores de Croz, los escarceos al respecto de Neil Young y las peticiones de sus fans, no se han traducido hasta ahora en una reconciliación abierta que permita un reencuentro del aclamado supergrupo.
Las desavenencias entre David Crosby, Stephen Stills y Graham Nash también pusieron fin a las giras de CS&N desde finales de 2015, sin que hasta el presente se avizore la esperada reconciliación.
El 2020 ha sido un año muy duro para Croz, quien el 13 de mayo recibió la devastadora noticia de la muerte Beckett Cypher, el hijo de la cantante Melissa Etheridge y su expareja Julie Cypher, quien murió a los 21 años por una sobredosis de opioides.
Beckett Cypher, al igual que su hermana Bailey, era hijo biológico de Croz, quien es amigo de Melissa Etheridge, a quien el músico donó su esperma en un par de ocasiones. El joven fallecido y David Crosby eran cercanos así que la pérdida fue un golpe tremendo para su padre.
La crisis sanitaria y la subsecuente interrupción de su gira musical puso en aprietos económicos a David Crosby, quien ha anunciado que podría perder su casa y está próximo a vender sus posesiones más preciadas: la estatuilla del premio Óscar que ganó su padre en la década de los treinta como director de fotografía, el Grammy que obtuvo CS&N por su álbum debut en 1969 y sus guitarras, las cuales probablemente ya no vuelva a tocar debido a la tendinitis que sufre en sus manos.
Pese a todo, el alivio a los pesares de David Crosby se encuentra en la música. Esta legendaria estrella del rock, ya rumbo a cumplir los 80 años de edad, está muy entusiasmado con el planeado lanzamiento de su quinto álbum en menos de una década, realizado junto a figuras de renombre como Michael McDonald y Donald Fagen.
Mientras sus fans esperan conocer sus nuevas colaboraciones, David Crosby continúa desde su cuenta de Twitter (@thedavidcrosby) incendiando la pradera conservadora, lanzando dardos contra el nuevo establishment que acapara la industria musical (su blanco favorito es Spotify y Apple Music), instando a sus compañeros de CSN&Y y otras leyendas como Bruce Springsteen a respaldar a Joe Biden frente a Donald Trump, a quien detesta y considera un grave peligro para la democracia estadounidense.
“Crosby siempre fue el catalizador que nos empujaba a entregarnos. Me bastaba mirarlo para darlo todo”.
Neil Young sobre el rol de David Crosby en CSN&Y
Libro “El Sueño de un Hippie”