Es la década de los 90’ en Estados Unidos, bandas como Alice in Chains, Nirvana y Pearl Jam llenaban estadios e influencian a una parte importante de la población. En este contexto, donde el grunge está a la cabeza de la industria musical pocas bandas fueron capaces de innovar e incursionar en nuevas sonoridades musicales. Guitarras distorsionadas con riff repetitivos, letras que ahondan en la soledad y la crueldad del amor fueron la tónica de la época.
Es en este contexto social y cultural es donde la banda Tool hace su debut con su EP ‘Opiate’. Lanzado el 10 de marzo de 1992, este EP solo consta de seis pistas, cuatro en estudio y dos en formato en vivo. A pesar de su corta duración, todas las canciones permiten entrever los elementos identitarios de Tool, tanto en lo musical como en el concepto de dicho EP.
En lo conceptual, nos permite vislumbrar el pensamiento filosófico de Tool; el concepto de “Opiate”, deriva del filósofo alemán Karl Marx, al señalar que la “religión es el opio del pueblo”. Tal frase introduce de manera general a la teoría de la enajenación, puesto que el hombre al creer en la religión pone su esencia fuera de sí mismo, se aleja así, filosóficamente de sí mismo y de los demás (1).
En lo visual, la portada del disco se presenta con un sacerdote con rostro de extraterrestre y con tres pares de manos haciendo un gesto de rezo, quizás interpretable como si aquella acción fuera ajena a nuestra propia naturaleza y viene, tal como la idea de Marx, impuesta por una entidad externa.
Estas ideas conceptuales y filosóficas se repetirán a lo largo de la posterior discografía de Tool, en ‘Third Eye’ por ejemplo: “piensa por ti mismo, cuestiona a la autoridad”, entre otras.
En lo sonoro, el EP de Tool contiene todos los elementos identitarios de la banda, los cuales serían desarrollados con mayor trabajo.
‘Sweat’ con una duración de 3:47 comienza sutilmente, pero luego de unos segundos los riff emergen de la guitarra de Adam Jones sin ninguna contemplación. Desde el principio del disco se nota lo que sería la constante de Tool, el bajo en manos de Paul Di’ Anno tiene un protagonismo importante y su sonido es magistral. A diferencia de muchas bandas, el bajo en Tool, tanto en los conciertos en vivo y en estudio, se escucha vigoroso y potente.
El sol quema fuerte otra vez.
Con el cazador y el pescador.
Cuando trato de recordar.
Me vuelvo a marear.
A la mitad de la canción el doble bombo de Danny Carey pasa a encabezar el protagonismo en conjunto con los restos de los integrantes. Si bien la voz de James Keenan es óptima es en la posterior canción y en las canciones en vivo donde su potencial sale realmente a la luz.
La segunda canción ‘Hush’ es el primer single que lanzó Tool, empieza con una sección de bajo original y totalmente memorable, para dar paso a la increíble voz de Keenan, con un grito que recuerda a la canción de ‘Lateralus’, ‘The Grudge’.
El ritmo de la canción promueve el headbandging, por otra parte, se hace notar desde un principio lo que viniera ser la tendencia de Tool respecto a la afinación, la guitarra afinada en Drop D le da una mística mucho más pesada y oscura a las canciones. El coro sigue la tendencia oscura y depresiva de las demás canciones del EP.
La gente me dice qué decir.
Qué pensar y qué van a jugar.
La gente me dice qué decir.
Qué pensar y qué hacer.
Yo digo a la mierda.
Pedazo de mierda.
¿Por qué no te vas a matar a ti mismo?
‘Part of Me’ con 3:17 minutos de duración es la tercera canción del disco, se escuchan a los integrantes de Tool conversar en el estudio. Después de un “estoy listo” de parte de Danny Carey, la canción empieza con los singulares riff de Adam Jones en conjunto con la banda, posteriormente la dureza y lo pesado del riff se ve acrecentado debido al palm muting. Se perciben los primeros aspectos progresivos de la banda a partir de los ritmos sincopados.
No juzgas
No puedes dejar
No puedes herirme
Justo aquí para que la use
Te conozco bien, eres parte de mi
Te conozco mejor de lo que yo me conozco.
Con un final inesperado, ‘Part of Me’ termina para dar paso a la primera canción en vivo de la banda.
‘Cold and Ugly’ con solamente cuatro minutos de duración, es un ejemplo perfecto para percibir la potencia y la originalidad de la banda. La voz de James Keenan está en su mejor momento, es posible en este punto poder comprender el porqué Tool avanzó rápidamente en lo artístico frente a estilos como el grunge. Su sonido y la puesta en escena en vivo fueron las mejores cartas de Tool para sobresalir.
Sin duda, que también se perciben influencias del estilo, pero al mismo tiempo las diferencias se hacen más que evidentes.
Tiene miedo como el infierno.
Tengo miedo también.
Bien despierto.
y mantenimiento de la distancia de mi alma.
Estoy asustado como tú.
‘Jerk Off’ comienza con el uñeteo de Adam Jones en las cuerdas de su guitarra, sin embargo, el guitarrista americano integra un nuevo elemento: armónicos artificiales que generan una sonoridad particular, muy similar a la canción ‘Forty Six & 2’ de su posterior disco, ‘Aenima’. La letra de la canción es bastante oscura y James Keenan la interpreta de manera magistral en este registro en vivo.
El castigo era una cura para quienes se atreven a cruzar la línea.
Pero no debe ser cierto para jerk-off como usted.
Y tal vez es sólo una mierda. Debo jugar a ser Dios y te pegan un tiro a mí mismo.
Cansado de esperar.
Consecuencias dictar curso de acción.
La última canción es ‘Opiate’, canción que da título al disco. Esta es la canción más larga del disco, con más de ocho minutos de duración. En ella se percibe una faceta más melódica de la voz de Maynard. Con un coro contagioso en el que se trabaja con dos tonalidades de Keenan, esta canción es el final perfecto para un debut perfecto.
El bajo de Paul va resonando constantemente mientras Keenan canta las líneas de la canción.
Si quieres devolver tu alma al cielo
Confía en mí, ahora no juzgues las preguntas.
Tu estas rota, pero la fe te puede ayudar.
Harás todo lo que te mande hacer.
En el puente o en el interludio de la canción, un gran grito de Keenan abre paso a una sección instrumental en el que todos los instrumentos se coordinan como las mejores bandas progresivas clásicas, sin perder ese toque metalero y pesado.
Un análisis retrospectivo nos permite decir que este EP es un comienzo excelente para una banda que se convirtió gracias a más de un mérito en una banda de culto.
Escrito por Hugo Osorio Tapia.
Referencias:
1.- Karl Marx, Crítica de la filosofía del derecho de Hegel, Buenos Aires, Ediciones del Signo, 2005, ISBN 9871074190, p. 50.