Desde el comienzo Estrons parecía tener un objetivo claro, sin embargo, las diferencias primaron y quienes alguna vez fueron amigos se despidieron como extraños.
El origen de Estrons se remonta al año 2013 cuando Tali Källström vocalista y líder de la banda conoce al guitarrista Rhodri Daniel en la ciudad universitaria Aberystwyth en Gales. Luego se integraron Steffan Pringle en el bajo y Adam Thomas en batería.
La agrupación estuvo activa cerca de seis años, para luego disolverse por diferencias musicales de sus integrantes. En cuanto al estilo musical se definen como rock alternativo y post-punk, aunque en algunas canciones también se puede observar la esencia a garage pop.
Con solo un disco y una gira por Reino Unido que estaba por comenzar, sorpresivamente anunciaron su separación a través de su olvidada cuenta de Instagram en que se podía leer:
“Nos conocimos como extraños, nos hicimos amigos, nos volvimos menos, nos volvimos más, luego menos … Ahora nos vamos como extraños de nuevo. Escribimos algunas canciones geniales juntos, llegamos a pueblos y ciudades de todo el mundo para algunos conciertos inolvidables y conocimos a gente increíble en cada uno de ellos”.
El álbum inicia con “Lilac”, con tan solo escuchar el comienzo del track, los artistas nos transmiten el suspenso. La combinación del efecto de guitarra sumado a que el músico parte tocando las cuerdas en el clavijero, da esa sensación de misterio. El tema es uno de los sencillos del disco y en cuanto al videoclip es modesto con solo una cámara y Tali Källström caminando alrededor y obteniendo toda la atención del espectador.
El disco continúa con “Killing Your Love”, si bien no es uno de sus puntos altos, creo que funciona como una pista de paso para el siguiente single “Make a Man”, canción que Rhodri Daniel escribió mientras se encontraba en un club nocturno en Berlín. Es indudablemente uno de los mejores temas del álbum y que en su lírica demuestra una crítica al estereotipo de masculinidad anticuada que debemos dejar atrás como sociedad. Es un temón altamente recomendable al igual que el videoclip.
La siguiente canción es “Strangers”, la obra más emotiva del álbum, y da un paso atrás en el rock que nos venían presentando. Parte del coro de la pista (traducido) dice: “Juro que te lastimé con las mejores intenciones. Y ha terminado de nuevo y ha comenzado de nuevo. Juro que mi conciencia necesita una intervención. He estado tratando de cambiarme de nuevo (lo intenté)”. Si estás pasando por conflictos del corazón, esta es la canción para llorar con más emoción. La narrativa audiovisual del video es magnífica, puesto que nos presenta en paralelo dos realidades con variaciones según las decisiones que toma la protagonista y su forma de ver o enfrentar la vida.
El quinto tema del álbum “Body”, es uno de los sencillos de You Say I’m Too Much, I Say You’re Not Enough y comienza con el bajo y batería perfectamente sincronizada, también posee un coro bien estructurado con arreglos que no abusan de la distorsión.
A continuación, encontramos pistas que no poseen la misma importancia o no sorprenden como las anteriores. “Jade”, “Cameras”, “Jesus…”, “Aliens”. En cambio, el último track titulado “Drop” nos despierta del letargo de sus predecesores. En Spotify es la canción con mayor número de reproducciones, su éxito puede estar centrado en el aumento de intensidad con el que despiden el trabajo de larga duración.
Para finalizar debo mencionar que, si bien no forma parte del álbum, “Strobe Lights” es la canción con la que adquirí el aprecio por la banda, creo es la síntesis del sonido y propuesta musical que quedó inconclusa lamentablemente por su abrupta separación.