Tú, que eres seguidor de más de alguna banda de metal, seguramente has pasado por, o has visto más de una vez, comentarios refiriéndose a ti o la comunidad metalera como personas violentas debido a los contenidos de las letras de algunas canciones o al sonido mismo de la música.

Si bien, probablemente somos conscientes de que esto no es así, hay quienes necesitan pruebas para comprobar que esto no es así, y claramente que la ciencia ya ha metido sus narices en temas como estos, tal como se puede ver en una de las investigaciones más recientes respecto al tema.

Un estudio publicado en el 2019 realizado por investigadores de la Universidad de Macquarie, Australia, buscaba observar si existía una relación entre escuchar música “violenta” y la incapacidad de reconocer situaciones violentas mediante la observación de imágenes que representaban estas escenas.

Para realizar esto, se contó con dos grupos de voluntarios: 32 personas que reconocían escuchar death metal o heavy metal y otras 48 que no eran fanáticos de los géneros mencionados. A ambos grupos se les hizo ver varias imágenes violentas o neutrales, con dos canciones de fondo, una considerada violenta y otra con una percepción contraria.

La primera canción, “Eaten” de Bloodbath, se seleccionó por tener letras explícitamente violentas acompañadas de música con cualidades acústicas que son características de señales biológicas de agresión (por ejemplo, no linealidades, nivel de tono medio bajo, gruñidos o gritos en la voz). La segunda canción, “Happy” de Pharrell Williams, se utilizó porque representa letras prosociales y alegres acompañadas de cualidades musicales con una connotación emocional positiva (por ejemplo, estructura de canción convencional, tonalidad mayor, sonoridades consonantes y un nivel de tono medio alto).

Luego de someter a los participantes a la experiencia y analizar los resultados, se observó que ambos grupos presentaron casi los mismos niveles de sensibilidad a la violencia. Las diferencias se registraron en que, aquellos que no eran fanáticos del metal, tendían a percibir con mayor frecuencia las situaciones violentas cuando sonaba “Eaten” de fondo, en cambio, los fans del género lo hacían independiente de la canción que sonara de fondo.

Finalmente, los investigadores comentan que, frente a la afirmación de que la exposición prolongada a medios auditivos violentos, como los encontrados en el metal, puede disminuir la sensibilidad a las representaciones de violencia, al menos en este caso, sería errónea.

Por otra parte, es interesante también comentar que, por el contrario a lo ocurrido con quienes no eran fanáticos de esta música, las emociones percibidas por quienes escuchaban metal al estar expuestos a la música eran más cercanas a la alegría.

Así que, la próxima vez que tus familiares o amigos te consideren una persona violenta por escuchar metal, coméntales que la ciencia opina todo lo contrario e invítalos a compartir una buena cerveza al son de los clásicos de género.

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By Jorge Bolton Lagos

Bioquímico, músico y fanático de la música.

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