Han pasado poco más de dos años desde la separación de The Strypes y gran parte de sus integrantes han mantenido la misma temática musical que los caracteriza, y decidieron dar vida a un proyecto que nace en tiempos de pandemia.
Tras el éxito de la banda anterior, que los llevó a firmar por el sello discográfico de Elton John y ser banda de soporte para los shows de Arctic Monkeys, Johnny Marr, Paul Weller entre otros, los ex integrantes de The Strypes junto a Becky Walsh y Sam Geraghty dan vida a The Zen Arcade.
Sorprende la aparición de Becky en las voces y melodías junto a Ross Farrelly, indudablemente una dupla que dará que hablar en materia lírica, así como también el cambio de Pete O’Hanlon de tocar el bajo a la guitarra en esta nueva banda de garage rock.
Finalizando noviembre del año pasado, se atrevieron a presentar su primer trabajo “Don’t Say A Word” en Spotify y en Youtube, con un videoclip bastante simple que utiliza como fuente lumínica un proyector y los cambios sucesivos de diapositivas que contienen las letras (Lyric video) que interpreta el vocalista en la canción y de igual forma cambios de planos y movimientos de cámara. Puede parecer raro lo rudimentario del trabajo audiovisual, sin embargo, la propuesta musical de los chicos de Cavan invita a regresar en el tiempo. Décadas atrás en que la calidad y resolución de las cámaras de video era baja. De igual forma, tratan de rescatar lo llamativo de los colores dominantes de aquella época, plasmado en la carátula del single, y en la indumentaria con que se presentan en el escenario.
Los jóvenes músicos se han adaptado bastante bien en lo musical. Pese a la contingencia sanitaria y para no perder contacto con su audiencia, realizan periódicamente podcast y videoconferencias en que se puede apreciar la alta participación y colaboración de su público que se ve reflejada en las líricas de “Don’t Say A Word”.
En relación con el primer sencillo “Don’t Say A Word”, Evan Walsh es el punto alto de la canción con el gran dominio de la batería, también es destacable que no se extraña la ausencia de Josh, dado que Pete realiza un buen trabajo en la guitarra y la ejecución del solo en el noble instrumento de seis cuerdas. En un comienzo la pista puede parecer confusa, pero aproximadamente a los 10 segundos uno puede apreciar que son los pilares de The Strypes los que suenan. La novedad y diferencia en materia sonora es la incorporación de un sintetizador que aparece acompañando los coros.
También es importante señalar que, en vivo, en otra canción “By His Own Hand” se escucha la armónica ejecutada por Ross, lo que sugiere que no hay un cambio tan radical en lo musical desde una banda a otra.
Pronto será lanzada una nueva canción como sencillo: “High Fidelity” y que se puede pre-ordenar en vinilo acá.