Este descubrimiento fue posible al registrar la actividad neuronal utilizando electrodos al interior del cráneo de los voluntarios.
Un estudio publicado en la revista Current Biology presenta evidencia de una zona que se activa únicamente cuando escuchamos a alguien cantar. Experimentos previos lograron detectar la presencia de actividad cerebral específica para la voz hablada y para la música, pero el uso de técnicas con mayor resolución permitió este nuevo descubrimiento. Las señales para el canto se encontraron en el lóbulo temporal del cerebro, aunque aún se desconoce lo que ocurre en detalle.
El equipo liderado por Sam Norman-Haignere, profesor asistente de neurociencia en el Centro Médico de la Universidad de Rochester, logró obtener por primera vez la ubicación específica en que nuestro cerebro procesa la voz cantada. Esto fue gracias a un grupo de voluntarios que se sometió a un procedimiento altamente invasivo, dado que se tuvo que abrir sus cráneos para introducir los electrodos para realizar el registro.
Estos resultados complementan información que pudieron obtener años atrás, en 2015, donde se obtuvo imágenes cerebrales mediante una técnica de resonancia magnética. El registro se realizó mientras los participantes escuchaban una colección de 165 sonidos, incluidos diferentes tipos de voces y música, así como sonidos cotidianos como el golpeteo de los dedos o el ladrido de un perro.
Como resultado de este estudio, pudieron identificar seis poblaciones neuronales que respondieron a estímulos diferentes, incluyendo uno para la música y otro exclusivo para el habla. Sin embargo, contaban con la limitación de que este procedimiento no permite un gran nivel de detalle.
En el nuevo trabajo publicado, los investigadores lograron obtener resultados con mayor resolución mediante una técnica que consiste en el uso de electrodos colocados dentro del cráneo para registrar directamente la actividad eléctrica cerebral. Este procedimiento se utiliza comúnmente en el control de pacientes con epilepsia previo a una operación, por lo que los 15 participantes de las pruebas fueron personas que pasaron por este proceso, ya que es un método demasiado invasivo para ser aplicado sin motivos médicos.
Utilizando el mismo conjunto de 165 sonidos, esta vez pudieron distinguir nuevas zonas, incluyendo una específica para la voz cantada que no se había detectado. “Hay una población de neuronas que responde al canto, y luego, muy cerca, hay otra población que responde ampliamente a mucha música. Utilizando la resonancia magnética funcional, están tan cerca que no se pueden diferenciar, pero con este otro método obtuvimos mayor resolución, y eso es lo que creemos que nos permitió distinguirlas“, dice Norman-Haignere.
El investigador además agrega: “Este fue un hallazgo que realmente no esperábamos, por lo que justifica en gran medida el objetivo del enfoque, que es revelar cosas potencialmente novedosas que quizás no pienses buscar“.
El sitio específico que encontraron está ubicado en la parte superior del lóbulo temporal, cerca de las regiones que son selectivas para el lenguaje y la música. Esa ubicación sugiere que las neuronas estén respondiendo a características como el tono percibido o la interacción entre las palabras y el tono percibido, antes de enviar información a otras partes del cerebro para su posterior procesamiento. Los investigadores ahora esperan aprender más sobre qué aspectos del canto impulsan las respuestas de estas neuronas.