Luego de coincidir en la banda H.E.A.T. entre 2010 a 2020, el vocalista Erik Grönwall y el tecladista Jona Tee se volvieron a juntar para trabajar en un nuevo proyecto, el cual se oficializó en noviembre del año pasado: New Horizon.
Los suecos quisieron probar “nuevos horizontes musicales” e incursionar en el power metal, dejando de lado ese sonido más hard rock ochentero que tenían en H.E.A.T. y que los catapultó como una de las bandas más populares en Suecia.
Grönwall lo describió así en sus redes sociales: “Las semillas de New Horizon se plantaron en la juventud de Jona, ya que creció escuchando (y aún ama) a Iron Maiden, Helloween, Hammerfall, Manowar, Edguy y similares. Lleva el heavy metal en la sangre y New Horizon es algo que corre por sus venas y está muy cerca de su corazón. Siempre ha soñado con lanzar algún día sus propios himnos de power metal. Cuando se le pregunta por el sonido de New Horizon, Jona Tee lo describe como ‘una mezcla de power y heavy metal clásico, con un toque del siglo XXI’”.
Así, comenzaron a grabar su disco debut y el pasado 11 de marzo vio la luz: “Gate of The Gods”. ¿Qué nos trae este dúo sueco con New Horizon? Vamos a ello. Ah, y se me olvidaba, contaron con la colaboración de músicos como Robban Bäck (Mustasch), Sam Totman (DragonForce), Love Magnusson (Dynazty), Dave Dalone (H.E.A.T), Niko Vuorela (Temple Balls) y Laucha Figueroa.
El disco abre con “A New Horizon”, que es una simple introducción de casi minuto y medio con toques synthwave que deja la mesa servida para, ahora sí, el primer tema del álbum: “We Unite”. Este abre con fuerza, potencia y velocidad, dignas de una canción del género. La voz de Grönwall parece encajar perfecto con este estilo. El coro es épico y, sin dudas, es una gran manera de empezar con “Gate of the Gods”.
La segunda pieza es “Stronger Than Steel”. Esta abre con un riff agresivo digno de las bandas de hard rock ochenteras. La voz de Grönwall se complementa de buena manera con el ritmo de la canción y aquí establecen que el disco no sólo será power metal y dobles bombos a cada rato. Son de esas canciones con las cuales puedes hacer headbanding a tope.
La tercera canción es “Cry For Freedom”. Comienza con un ritmo acelerado y veloz donde podemos notar claras influencias a bandas como Stratovarius o los primeros discos de Edguy, donde la velocidad y la melodía en los teclados de Tee van de la mano. Pero a pesar de eso, da la sensación de que le falta un poquito para sobresalir. No me malinterpreten, es una buena canción, pero siento que se queda corta.
“Call of the Underground” es la cuarta canción. Esta parte con la voz, el bajo y la batería dando un ritmo que tiende a ser pegadizo y que luego cambia repentinamente cuando entran los demás instrumentos, haciendo un tema con tintes más power metal melódico. Cuando entra el coro, nuevamente volvemos al esquema del inicio, algo más pausado. A destacar ese toque progresivo en el solo y donde escuchamos por primera vez a Tee en ese apartado. Se complementa bien con las guitarras y el timbre del teclado recuerda mucho a Seventh Wonder (banda de Suecia liderada por el vocalista de Kamelot, Tommy Karevik).
La quinta pieza es “Stardust”. Aquí volvemos a todo ese power metal de antaño donde la guitarra y el teclado llevan las notas principales de la canción. Está llena de melodía, velocidad y energía donde se destaca el solo muy “DragonForce-ístico” (si es que existe esa palabra). Es otra canción típica del género que no está mal, para nada, pero al igual que con “Cry for Freedom”, siento que le falta un poquito para convencerme del todo.
Seguimos con “Event Horizon”. Para alguien que sigue el género, es imposible no referenciar el inicio del tema a canciones como “Ghost Division” de Sabaton, pero sólo se queda ahí, en la introducción. Luego el tema sigue con un sonido muy similar a los temas más pesados de su época en H.E.A.T., sin dudas. Es simple, pero muy efectiva.
La octava canción es “The End of All”. Un tema muy pesado, con un riff y una base rítmica muy del heavy metal de antaño, que contrasta de buena manera con el coro que, manteniendo esa base rítmica, tiene mucho de melódico hasta el fin del mismo, el cual lo hace muy pegadizo. El solo va tomando fuerza de manera ascendente, en conjunto con el teclado para luego dejar a la guitarra brillar por sí sola.
“Fearless” es la novena pieza. Volvemos a la velocidad donde la melodía toma gran parte de la canción. Al escuchar el solo ya sabemos que es el tema donde colaboró Sam Totman, con esa mezcla entre melodía y desenfreno tan característicos del guitarrista de DragonForce, que se complementan bien con las partes instrumentales de Tee, dando un solo “clásico” de la banda británica.
El último tema es “Gate of the Gods”. Con un sonido que evoca como si estuviéramos en Egipto, es un mediotiempo muy interesante. La voz de Grönwall en los primeros versos recuerda un poco al Kamelot de Roy Khan. El coro es de los mejores del disco a mi juicio, donde la voz y la base rítmica se complementan de manera perfecta. Luego el tema toma un tinte más de heavy metal en la sección de los solos y culminan con partes de power metal puro y duro. Cambiante, pesada, melódica, es la canción donde más brilla Grönwall y, sin dudas, es el cierre perfecto del disco (y la mejor canción por lejos).
“Gate of the Gods” de New Horizon no es una reinvención del género, pero tampoco es un disco de power metal genérico. Es un trabajo donde Erik Grönwall y Jona Tee se atreven a incursionar en un estilo por el cual no son conocidos y el resultado es correcto. Hay algunas canciones mejores que otras pero, en líneas generales, es un álbum bien logrado y recomendado para los seguidores del género.