El pasado sábado 18 de junio en Casa Huemul, el rock se adueñó del recinto y desde temprano en la noche las guitarras empezaron a rugir con ferocidad. Había sido una tarde bastante fría y necesitábamos un poco de ruido, rock y alcohol, para encender los reactores de la noche del sábado.
La promesa era grande, tres tremendas bandas nacionales serían el plato fuerte de la cena despedida del otoño, Sobernot, Cleaver y Tottem; así que en Rock Legacy, nos vestimos para la ocasión y desde temprano destapamos nuestras primeras cervezas para enfrentar el show con la mejor disposición.
Tottem se encargó de romper el silencio. El hard rock de la banda salió a escena pasadas las 20 horas. La complicidad de sus guitarras (Diego Mondaca y Enrique Machuca), la solidez de su base rítmica (Marco Gómez en batería y Sebastián Aguayo en el bajo) y la performática voz de Fabian Rodena, llenaron Espacio Huemul con sus melancólicas letras, que recorrieron su material publicado en las plataformas digitales.
Cleaver salió a los pocos minutos de la presentación de Tottem. El sonido alternativo de la banda ñuñoina definitivamente marcó como un disparo en la oscuridad el comienzo de la fiesta nocturna. Eran pasadas las 21 horas y fue inevitable para los asistentes llegar hasta el borde del escenario y entregarse al grunge y rock de Cleaver, que tenían preparado un perfecto recorrido de historia musical y enfocándose en su más reciente LP, “The World is Gone”.
En un poco más de 40 minutos de presentación la banda liderada por Carlos Cleaver presentó una puesta en escena de punta, que presenta la interminable pregunta: ¿qué debe hacer nuestra escena subterránea para llegar a mayor audiencia?, ya que definitivamente la apuesta de la banda compuesta por Álvaro Muñoz en batería, Pablo Calavera en el bajo y la dupla de Carlos en las guitarras (Carlos Vergara y Carlos Cleaver); es demostrar que en Chile el rock alternativo está más vivo que siempre y que si existe una banda con ganas de romperla es Cleaver.
La pista de baile estaba en llamas, se sabía que una fiesta urbana ocuparía el mismo lugar en poco tiempo, así que los tiempos se reducían. Sobernot no se hizo esperar y salieron a escena cerca de las 22:30. Pocas veces visto, la presentación de Cleaver había dejado la vara alta a nivel de sonido y calidad de interpretación.
Lo que podría poner nerviosa a cualquier banda encargada de cerrar la noche, sin embargo, como un yunque en caída libre, los cabros de Sobernot partieron su show con una patada en la boca. Las cabezas asistentes comenzaron sus espasmos repetitivos y poco a poco la pista se convirtió en pequeño pedazo de infierno, que entre saltos, gritos y espasmos, devolvió al Barrio Bellavista a su clásica historia de la mano del rock y el metal.
Sin temor a equivocarnos creemos que la presentación de Sobernot dejó con gusto a poco, ya que el cuarteto conformado por Pyro en batería, Yakls en el bajo, Chespi en la guitarra y Vaigor en la voz, no sólo dejó a la audiencia aullando por más, sino que con un grito rabioso, escribió en metal que quieren ser uno de los mejores proyectos del groove metal nacional.
Muy buena tocata. Te recomendamos no perderte la pista de estos tres proyectos, que seguramente están escribiendo una página en nuestra música subterránea y te aseguro que querrás ser parte de alguno de sus capítulos.