En la noche del pasado jueves, visitamos el Barrio Bellavista para hacernos parte del primer show larga duración de las nacionales Frank’s White Canvas. Dúo que poco a poco se ha ido convirtiendo en un referente de la nueva camada de la música alternativa, y que han sabido robarse las miradas por su profesionalismo y su calidad artística.
La noche estaba fría, la calle Pío Nono, a pesar de estar llena de personas, tenía un aire hostil, un grupo de personas golpeaba unos letreros contra un local, mientras la seguridad del recinto hacía resistencia. Empujones, sirenas y explicaciones. Así comenzaba nuestra jornada, mientras caminábamos para ver expectantes el show. La noche parecía el inicio de una película de ciencia ficción futurista, mientras el entorno normalizaba la sensación y seguía con su ritmo habitual. Club Chocolate, era nuestra meta y llegamos, quizás no era para tanto.
A eso de las 20:30, Engañando a Murphy salió a escena como entrada para la noche con su rock pop, mientras la gente poco a poco empezaba a repletar la pista.
La fiesta estaba programada para las 21.30, el lienzo estaba en blanco y sólo faltaba el pincel que dibujara sobre él. Karin y Pancha salieron a escena. Desplegaron la misma entrega que diera que hablar cuando le abrieron el show de despedida a los veteranos Kiss. La diferencia fue la cercanía, no tan sólo físicamente, ya que el Club Chocolate es un espacio ideal para observar los detalles de las bandas que suben a su tremendo escenario, sino también lo cercanas que fueron ellas. Conectadísimas entre sí, y con la gente, que corearon una a una las canciones del repertorio, que abarcó gran parte de sus ocho años de trayectoria.
El show de FWC se dividió en tres momentos. Donde Karin Aguilera se lució con su performance, su ejecución de la guitarra y por supuesto su voz. La verdad que hay que destacar lo detallista de la presentación. El sonido acompañó en todo momento a la frontwoman, que cómodamente se conectó con la gente y por supuesto con su compañera Francisca Torés, que castigó su instrumento en cada canción, aportando la energía necesaria para que los que asistimos a la jornada de ayer nos encantáramos con su energía, sus baladas, sus visuales, su vestuario y su carisma.
No es fácil preparar una puesta en escena de larga duración, más complejo es que funcione, pero sin lugar a dudas en ese lienzo se plasmó la plástica llena de colores de uno de los proyectos que nacieron en nuestro territorio que más posibilidades tiene de robarse el corazón de las audiencias más allá de nuestra cordillera. Ojalá el jueves 30 de junio sea el comienzo de muchos otros shows y podamos ser parte de toda esa consagración.
Revisa nuestra galería de fotos de la presentación de Frank`s White Canvas