“The Satanist es mágico. Es peligroso. Es aventurero y orgánico”, dice Nergal, la fuerza motriz de Behemoth desde su creación en 1991, y entenderás esta afirmación al escuchar los primeros 20 segundos del álbum, lanzado originalmente en 2014. Aunque es instantáneamente reconocible como un trabajo del cuarteto polaco de Black/Death Metal, la banda llevó su sonido por nuevas direcciones antes inimaginables y fascinantes. Un disco retorcido, densamente estratificado, brutalmente violento y siniestro, algo muy diferente a todo lo que se haya escuchado dentro del canon de la música extrema en aquel momento. Y él agrega: “Es posible que escuches el título y pienses que es muy primitivo y unidimensional y realmente lo es. Pero cuando miras más allá de eso, es tan primitivo como complejo y también multidimensional y eso se aplica a todo el álbum”.
Pero ellos recorrieron un camino con varios obstáculos antes de lanzar el álbum. Después de encabezar los rankings de su país de origen y aumentar rápidamente su base de seguidores internacionales con el lanzamiento del álbum “Evangelion” en 2009, la banda recibió muy malas noticias: a Nergal le diagnosticaron leucemia. Esto obligó a la banda a abandonar la gira promocional de “Evangelion” en curso ya que necesitaba ser hospitalizado. Tanto él como Behemoth se enfrentaron así a un futuro incierto. Pero la búsqueda de un donante de médula ósea compatible resultó exitosa y Nergal se sometió a un trasplante, dejando el hospital a los seis meses e iniciando el largo camino hacia la rehabilitación. “Tuve la suerte de que este período de recuperación fue relativamente rápido, y que estaba realmente fuerte y muy decidido a volver a estar en forma, y eso hizo una gran diferencia”, explicó el vocalista y guitarrista.
En lugar de comenzar a trabajar de inmediato en un nuevo álbum, la banda decidió completar la gira abandonada de “Evangelion”, ahora llamada acertadamente “Phoenix Rising Tour”. Pero querer demostrar que estaban más fuertes que nunca en el primer show puso algunas dudas en la cabeza de Nergal: “Yo estaba muy mal y casi no llegué al final del set. […] Estaba literalmente sorprendido por esto, recuerdo haber pensado mientras tocábamos: ‘¿y si ya no puedo hacer esto?’ [Pero] con cada show que hacíamos, me volvía más fuerte y confiado, y consciente del hecho de que sí, que conseguiríamos hacer esto”.
Ahora la banda estaba lista para seguir adelante y comenzar a trabajar en el próximo álbum, el álbum que se convertiría en “The Satanist”. Si bien muchas bandas podrían estar preocupadas acerca de cómo hacer un álbum tan devastadoramente poderoso y exitoso como “Evangelion”, Nergal no tenía dudas: “Evangelion fue un disco muy importante para nosotros, y sí, también fue muy exitoso, pero nuestro objetivo no era superarlo al hacer The Satanist. El objetivo era hacer un álbum orgánico, natural, honesto y sincero. Ahora que el álbum está terminado, me gusta pensar en él como un álbum tan diferente que no se puede comparar a ninguno de nuestros trabajos anteriores, y ese es el mejor resultado que podía haber esperado”.
Sobre el título del álbum, Nergal comentó: “Lo que me encanta es que habla por sí solo. Por un lado, es un título muy blanco/negro: ‘The Satanist’ [El Satanista en español] es como un puto clavo en la mano de Jesucristo, punto final. Ni más, ni menos. Pero, como sucede en todo lo demás, si reúnes a cien personas y les preguntas qué significa para ellos el nombre ‘El satanista’, escucharás cien opiniones diferentes, e incluso pueden discutir y pelear para defender su opinión”. Asimismo, Nergal ve el contenido lírico del álbum como abierto a interpretación e incluso incentiva las interpretaciones. “Hay mucho simbolismo, reflexiones e impresiones allí y hay millones de metáforas para expresar cierta atmósfera que es muy siniestra y muy cautivadora, pero no hay respuestas correctas. Es como si la gente siempre tuviera una visión más profunda de todo lo que hacemos, pero eso no es lo que queríamos con este álbum. […] lo que estamos haciendo es solo darte los fósforos, darte la llama inicial, lo que hagas con eso depende de ti. Personalmente, si me sentara con la letra frente a mí, probablemente también se me ocurrirían muchas interpretaciones y conceptos diferentes, es un proceso interminable y eso es emocionante para mí”, finaliza el músico.
Una cosa es indiscutible: el álbum es el más rico y complejo, sonoramente hablando, jamás lanzado bajo el nombre Behemoth y definió, en cierto modo, lo que la banda haría en los próximos álbumes. Capa tras capa, “The Satanist” presenta un sonido denso y complejo donde nada es forzado o antinatural.