Si hablamos de power metal sinfónico o neoclásico finlandés, no podemos dejar de hablar de Sonata Arctica, incluidos siempre en la lista de agrupaciones europeas más conocidas y pioneras del género, a pesar de que una cierta parte de la población metalera sea renuente a ésta afirmación.
Aunque ya no estén en la cúspide de su carrera, la banda ha dejado un legado innegable en el oído de sus oyentes y por consiguiente quisieron celebrar sus 25 años de trayectoria junto a sus fanáticos. Un encuentro que ya se había retrasado dos veces debido al Covid-19 pero que finalmente pudo realizarse para saldar la deuda pendiente con el público chileno luego de tres años.
De ahí que éste pasado viernes 24 de marzo el lugar escogido para la celebración fuera el ya conocido Teatro Caupolicán presentando su “25th Anniversary Tour” y haciendo un repaso por lo más destacado de su carrera musical para deleite de los presentes. En la apertura de la jornada, los nacionales de Austral, fueron los encargados de calentar el ambiente descargando todo su arsenal de folk metal o metal étnico chileno.
Siendo las 20 horas y con un recinto repleto, el quinteto local -formado en 2011- entraba a escena con una introducción nutrida en sonidos míticos y característicos de su música. Nicolás Araya (voz principal e instrumentos de viento), Mario González (guitarra) Juan Francisco Contreras (bajo), Jorge Saldaña (multiinstrumentista) y Luis González (batería) se desplegaban por el escenario de un Teatro que ya se iba llenando.
La banda anteriormente se había presentado junto a Mägo de Oz en este mismo recinto y como nos tienen acostumbrados a poderosas presentaciones ésta no fue la excepción. Destacaron temas como su último single “Muerte A La Etnia” el cual abrió su presentación, “Newen’ de su disco “Patagonia”, “Atsowen” y “Premonición”, ambas canciones ricas en atmósferas y percusiones deslumbrantes además de una pareja de bailarines que sorprendió con su ejecución coreográfica en ambos temas, terminando en una ovación generalizada por parte de los presentes.
La performance de Araya -un verdadero showman sobre el escenario- encendió al público que se notaba disfrutando y animado a lo largo de toda la presentación de los nacionales, quiénes levantaban sus manos al golpe de la batería y hacían headbangings al ritmo de ésta.
Además resaltamos al multiinstrumentista Jorge Saldaña, tocando con absoluta maestría variados instrumentos étnicos que enriquecen el sonido de la agrupación, sumergiéndonos en un viaje hacia culturas latinoamericanas como parte de un todo y dando una mirada consciente a la historia escrita con sangre indígena, a la herencia, el folklore y el legado de todos los pueblos originarios que no deberían ser olvidados por nosotros. Con “Cacería” terminan su presentación en medio de vítores del público que -por cierto- estaba absolutamente en llamas en ese momento.
Ya pasadas las 21 horas y con la introducción “Always Look on the Bright Side of Life” en medio de la euforia de los fanáticos anticipando lo que se venía, aparecen en escena los finlandeses de Sonata Arctica con el primer tema de la noche, la fantástica “The Wolves Die Young” (Pariah’s Child, 2014), encendiendo un Teatro que prácticamente estaba repleto y efervescente. Un tema que tiene abundantes arreglos de teclado y que es entretenido de escuchar. ¡Excelente comienzo! Esto permitió al vocalista Tony Kakko saludar a los presentes: “Santiago, finalmente estamos aquí después de unos jodidos tres años”, entre aplausos de los fanáticos.
Luego el tema “The Last Amazing Grays” de su disco de 2009 “The Days of Grays”, que nos recordaba la línea sinfónica y dramática del quinteto y que por supuesto es liderado por Henrik Klingenberg en los teclados. Siguiendo con la misma tónica llega “Storm The Armada” de uno de sus más recientes álbumes -“Talviyö” de 2019- que transportaba con su melodía a los presentes como si fueran los Pevensie llegando a Narnia.
Acto seguido, le siguen el single “Paid in Full” (Unia, 2007) con su coro pegadizo y “Sing in Silence” del “Silence” (2001) -otro de los discos más importantes de la banda- entraba a escena remeciendo las emociones de la adolescencia. Viljanen tuvo algunos problemas técnicos con su guitarra pero fueron sorteados sin mayor dificultad mientras Kakko mostraba su faceta emocional al arrodillarse en mitad del tema.
Ya con el clásico “Kingdom For A Heart” (Ecliptica, 1999) el Caupolicán se vino abajo, una canción rápida, querida por la fanaticada y que se cantaba a todo pulmón. Cabe destacar que la dupla Viljanen/Klingenberg con su sincronización perfecta en mitad de la canción tenía a la multitud enloquecida.
A continuación volverían nuevamente al “Unia” con la tragedia familiar que nos cuenta “Caleb” y su emocionante introducción. En este tema el juego con el público era notable. También pudimos escuchar “Counter To An Animal” de su disco “The Ninth Hour” de 2016, con una sentida letra y potente sonido y “Black Sheep” (Silence, 2001) junto a una sinfonía y rapidez a la que nos tienen acostumbrados y que mantenía a los presentes levantando los puños al ritmo de la canción y saltando. Siendo un tema agregado en esta gira y otro de los temas regalones de los fans pudimos ver a Tommy Portimo -uno de los fundadores- luciéndose en batería.
“Broken”(Winterheart’s Guild, 2003) nos mostraba a Pasi Kauppinen y sus increíbles líneas bajas como protagonistas. Para “I Have A Right” de su carismática placa “Stones Grow Her Name”(2012), Kakko nos sorprendía con su sello vocal, aún permaneciendo como un potente vocalista, sobre todo en el coro del tema.
Tony aprovecho de preguntar a los presentes bromeando si alguno había nacido antes de 2002 para poder introducir la power ballad “Tallulah”, provocando al primer acorde del teclado los gritos instantáneos de los asistentes que aprovecharon de encender las luces de los celulares en el recinto para un momento más íntimo y emotivo. Por supuesto es una canción sentimental que no pasa de moda y que nos hace derramar esa lágrima de emoción reprimida en el fondo del corazón. Luego nos presentarían el clásico “Fullmoon” de uno de sus discos fundamentales –“Ecliptica” de 1999- y con el cuál se hicieron conocidos a nivel mundial. Un hit de esos que no puedes dejar de cantar o tararear y que forma parte de los comienzos en la historia de la banda.
Siguiendo con el encore, los finlandeses vuelven al escenario con “The Cage”, otra del “Winterheart’s Guild”(2003) y que también es un clásico para disfrutarlo de principio a fin. Por supuesto que el coro de este tema era el más cantado, manteniendo la euforia de los presentes que animaban a la banda y armaban el único mosh pit de la noche. El vocalista finlandés agradece a la audiencia por mantener viva la música comprando su ticket para ver la presentación en vivo. También añade después de un pequeño adelanto de un solo de batería de Portimo: “Volveremos con más power metal en nuestro próximo disco”.
Por último, escuchamos “Don’t Say A Word” (Reckoning Night, 2004), clásico que termina por abrochar una noche llena de melancolía y recuerdos por los años vividos junto a la música de la banda oriunda de Finlandia. Al final terminan jugando con el publico en “Vodka”, despidiéndose y prometiendo volver. Con ésta última canción los europeos daban por finalizada su presentación en Chile.
Podríamos agregar que -aunque faltaron clásicos y el setlist fue a ratos muy parejo- fue una noche bastante emotiva y agradable. Sabemos que Sonata Arctica además de poseer una gama de canciones rápidas también tiene temas con melodías conmovedoras y melancólicas en su repertorio. Entendiendo lo difícil que es mantener una banda en un mundo tan competitivo y donde todo está hecho, 25 años no los cumple cualquiera y sin duda alguna ellos han sido parte de los pioneros en éste género musical.
Esperamos tener a la banda por mucho tiempo más porque -seamos honestos- están adheridos a nuestro adn metalero y tienen a muchos fans que siguen vibrando con su música alrededor del mundo.