El quinteto noruego de metal progresivo In The Woods… lanzó su primer álbum, “Heart of the Ages”, hace prácticamente 28 años. Hoy, tras casi tres décadas, sigue sonando particularmente único y totalmente vigente: en efecto, son árboles sonoros que dan brisa fresca dentro del género. Lo componen siete tracks en los que se entrelazan elementos propios del black metal así como del progresivo con resultados placenteramente atmosféricos. El conjunto consigue en este álbum configurar un ambiente introspectivo gracias a los pasajes instrumentales, alteraciones rítmicas y letras profundas que logran crear.
La canción encargada de abrir el disco lleva por nombre “Yearning the Seeds of a New Dimension“, que más que una rama, podríamos erigirla como el suelo en el cual crecerá este árbol llamado “Heart of the Ages”: fija la atmósfera sonora en la que este disco irá desarrollándose. Combina voces guturales con voces melódicas, además de enrevesados momentos instrumentales que cambian en términos de ritmo y de tono. A continuación, viene la canción que le da nombre al disco, siendo una de las más emblemáticas dentro de su catálogo, la cual contiene pizcas de black metal con tramos progresivos cargados de atmósfera y variedad en cuanto a voces y a ritmos.
Así llegamos a la homónima canción “In the Woods…”, la cual se divide en tres partes: “Prologue“, “Moments of…” y “Epilogue“. El tema destaca por una orientación reflexiva que se desarrolla durante los nueve minutos que dura este verdadero viaje musical, marcado por una atmósfera densa y etérea, en el que se percibe tranquilidad y -al mismo tiempo- misterio.
De esta manera hemos ya escalado hasta la mitad del tronco de este colosal árbol. Las ramas a las cuales nos aferraremos a continuación son: “Mourning the Death of Aase“, “Wotan’s Return“, “Pigeon“, “The Divinity of Wisdom“.
La primera es una pieza instrumental de tres minutos y medio en los que la banda grafica musicalmente el luto por la muerte de “Aase” (en noruego Åse), progenitora del personaje Peer Gynt del poema del mismo nombre escrito por el dramaturgo noruego Henrik Ibsen, el cual explora temáticas relacionadas al viaje personal en búsqueda de la identidad propia, tópicos que caen parados dentro en la propuesta artística de la banda. El hecho de que sea una pista instrumental es una muestra explícita que ante la muerte hay ocasiones en que sobran las palabras.
Por su parte, “Wotan’s Return” se diferencia por ser más directa y poderosa. En cuanto a su título, la canción alude a Wotan, deidad de la mitología nórdica asociada a conceptos como la sabiduría, la guerra y la poesía; en cuanto a lo musical, posee potentes riffs de guitarra y contundencia en el ritmo, configurando un efecto de dinamismo y energía. Conforme avanza el tema, se oyen voces guturales y limpias de manera alternada para así evocar distintas emociones. La complejidad que se percibe en la canción en tanto construcción musical recae en los cambios de ritmo y los momentos instrumentales que se oyen.
Con una introducción pacífica y melódica -apelando a guitarras y a teclados, principalmente- arranca “Pigeon”, otra pieza musical desprovista de letras. La sensación de relajo y de contemplación que evoca su instrumentalización remite a paisajes naturales y pareciera dar una sensación de obertura, expansión y libertad. A lo largo de la canción, aparecen capas sonoras que terminan por envolver a quien escucha en una experiencia rica en texturas instrumentales.
Llegando ya a la copa de este árbol musical, aparece finalmente “The Divinity of Wisdom”, una de las composiciones más enrevesadas del álbum, la cual encapsula la capacidad de estos músicos para mezclar diversos elementos del metal en su propuesta. Principia con una atmosférica sección que evoca una sensación de misterio. Adentrándose en los siguientes minutos, el despliegue de pesados riffs de guitarra, cambiantes ritmos, alternación de voces guturales y limpias completan el paisaje sonoro de esta canción, marcada por intensos momentos melódicos que invitan a contemplar y reflexionar sobre la vida.
Finaliza así el disco debut de In The Woods…, el primer árbol dentro del frondoso e imponente bosque que es su discografía; uno que invita a escalarlo y a sortear las diversas ramificaciones que se pueden en él encontrar (en este caso, graficadas como ramificaciones de diversos géneros musicales pero también de cambios de tiempo dentro de cada canción) para así finalmente encaramarse en su copa y mirar la vida desde allí.