Tras doce años desde su última visita, la banda estadounidense regresó a nuestro país en pleno revival de la década del 00’.
Y finalmente llegó el día. Jueves 25 de enero y, al igual que la vez anterior, el Teatro Teletón fue la sede de este reencuentro: Underoath regresaba a Chile en la mejor época que podría haberlo hecho, donde bandas de post-hxc y metalcore están volviendo a sonar casi con la misma intensidad que en aquellos años de apogeo dosmilero.
Interpretando lo mejor de sus últimos seis discos de estudio (los que conforman la conocida era “New Underoath”), la banda se presentó ante un Teatro Teletón casi en su punto y, como medida inusual, esta vez no se contó con una banda soporte, por lo que el concierto inició directamente con los estadounidenses unos 20 minutos más tarde de lo presupuestado.
Mientras sonaba “My Hero” de Foo Fighters de fondo, se apagan las luces y, a las 20:50 horas, bajan las luces e ingresa al escenario Underoath al compás del “eh, eh, eh” de los miles que se encontraban en el Teatro y fue “Take a Breath” la encargada de dar el puntapié inicial a la velada.
Entre los saltos imparables del público presente, llegó una de las icónicas del disco “Define the Great Line” (2006): hablamos de “Writting on the Walls”, la que sorprendió saliendo de las primeras en el setlist. La energía de Spencer Chamberlain contagiaba a cada momento y fue esto mismo lo que lo impulsó a bajar más de una vez a cantar con las fanáticas y fanáticos que se encontraban en las primeras filas de la cancha general. Así llegó el turno de “In Regards to Myself” y “Hallelujah”, esta última perteneciente a su último trabajo discográfico “Voyeurist”, lanzado en 2022.
“It’s Dangerous Business Walking Out Your Front Door” hizo cantar al unísono a los presentes y no sólo eso, sino que trajo consigo una avalancha de crowd surfings y, por qué no, también moshpits, impulsados justamente por el vocalista.
“Han pasado 12 años. ¡Oh, mierda! Pero les haré una promesa… No volverá a pasar tanto tiempo para que regresemos a Chile”, indicó Chamberlain entre la ovación de sus fanáticos. La dinámica era obvia y, con la interpretación de “Breathing in a New Mentality”, iban convergiendo los sonidos de quienes forman actualmente la era “New Underoath”: Aaron Gillespie como único miembro fundador en la batería y voces limpias, Chris Dudley en el teclado y sintetizadores, Tim McTague en la guitarra, Grant Brandell en el bajo y Spencer Chamberlain en la voz gutural.
“Illuminator” trajo al disco “Ø (Disambiguation)” del 2010 al escenario del Teletón, el que fue seguido de “Too Bright to See, Too Loud to Hear” y el crossover entre las voces de Chamberlain / Gillespie entregaron una sonoridad comodísima, la que se complementó con las luces de aquellos smartphones que inundaron el recinto para acompañar la atmósfera.
“Ahora volvamos al 2004, cuando sacamos el disco “They’re Only Chasing Safety”. Iremos con el single de aquel álbum”, dice Spencer antes de dar paso a “Reinventing Your Exit”, justamente, primera aparición del vocalista dentro de Underoath.
“You’re Ever So Inviting” es otra de las infaltables que se vivió de principio a fin, seguida de uno de los últimos sencillos de la banda “Let Go”, lanzada el pasado 2023. Aquí, Spencer bajó una vez más a cantar con el público, demostrando una gran cercanía con sus fanáticos. Esta dinámica también se repitió con “Damn Excuses”.
Continuamos con “Down, Set, Go”, otra de las clásicas del primer álbum que contó con la participación de Spencer Chamberlain, quien además aseguró que este podría ser el mejor concierto de toda la gira.
Como dato curioso, el público comenzó a pedir “When the Sun Sleeps”, canción que forma parte de la era “Old Underoath” aún cuando es sabido que la agrupación no toca esas canciones. Grande fue la sorpresa cuando McTague hizo sonar su guitarra ante la emoción de los presentes, pero sólo tocó el inicio de este clásico ya que, tal como lo expuso Spencer, “él no era el vocalista de esa canción”. Lo que sí, prometió que, al volver a Chile, sí tocarán esta canción de forma exclusiva sólo aquí a pesar del detalle de la voz. Y es que quedaron tan maravillados con la energía de sus fanáticos que no podían responder de otra forma.
“Underoath, Underoath” se escuchaba al unísono mientras Chamberlain levantaba la bandera chilena entre aplausos. Así fue como llegamos a la parte final del concierto con dos tremendas canciones que, de seguro, aquellos millennials que se encontraban en el Teatro tenían en sus mp3 durante la adolescencia: “A Moment Suspended in Time” y “A Boy Brushed Red Living in Black and White”, con esta última, unos fans lograron burlar la seguridad y subieron al escenario con el éxtasis a full.
Si bien la acústica del recinto no fue la mejor, sí podemos asegurar que estuvimos ante un show potente, enérgico y que trajo a Underoath a hacernos revivir los mejores años de la adolescencia con un espectáculo redondo, repleto de clásicos y sin encore, entregando así una experiencia de principio a fin que nos dejó en el tintero aquella promesa de que volverán a Chile en el mediano plazo, por lo que sólo queda esperar y cruzar los dedos para que se cumpla. ¡Qué gran inicio de año!
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