The Local Blackstar irrumpe en la escena rock chilena con un disco que no sólo suena bien, sino que abarca una gran variedad de estilos que va a encantar a muchos, pero de seguro descolocará a otros cuantos que no han expandido sus mentes. El disco homónimo de este trío fue producido por Jaime Salva (Tomo Como Rey, Jesucristo Metalstar, entre otros) y llega a remecer, golpeando cualquier atisbo de conformismo en la búsqueda de un estilo original que se mueve hacia todos lados, sin temor. Conversamos con su guitarrista, Benjamín Sierralta, acerca del trabajo que han realizado y cómo están haciendo crecer su nombre en una escena compleja.
Rock Legacy: ¿Cómo fue el proceso para armar este disco que acaban de lanzar?
Benjamín: Yo te diría que este disco, como muchos discos debut de otras bandas, tiene muchas canciones que se habían hecho desde que nació el proyecto. En el grupo somos tres, pero algunas canciones las compusimos con mi hermano, José Ignacio, el bajista, desde adolescentes. No eran composiciones completas eso sí, pero por ahí por el 2018 cuando se suma el batero, se terminan esas canciones, hacemos nuevas composiciones y saliendo de pandemia nos ponemos a grabar el disco, que estaba ya más redondo, en Estudios Pulsar, en Simón Bolívar, nos juntamos con el productor Jaime Salva, y ese proceso tomó 1 año aproximadamente entre grabación y mezcla, y ese lote, dentro de un grupo más grande de canciones que tenemos, son las que escogimos para este disco debut.
RL: Hablando de Jaime Salva ¿Por qué lo escogieron y que les aportó?
B: Mi hermano tenía un profe de la universidad que lo conocía, hicimos la consulta para ver quién podría producirnos y él apuntó a Jaime, que tiene hartos proyectos de rock y metal y cachaba la onda. Tuvimos conversaciones previas para ver cómo lo hacíamos, y en estas reuniones, donde también fue a ensayos, nos dio harto feedback y notamos que él cachó la onda que queríamos transmitir. El nos habló de los efectos, dimensiones, etc, cosas que no podíamos ver en la sala de ensayo por nuestra cuenta, y al final trabajamos y quedamos súper contentos con el sonido del disco.
RL: Tuvieron que dejar temas fuera del disco ¿Cómo hicieron la selección?
B: Cuando estábamos armando el primer disco, puedo destacar que hacemos hartas canciones, y algunas tienen un sonido más “grupal”. Estamos pensando ya hasta en un tercer disco, y para este primero, pusimos los más antiguos y algunos nuevos que iban por esa onda, y que la gente pudiera reconocer una historia o un relato de alguna forma, un viaje. Y los otros temas, que los tocamos en vivo y la gente que nos va a ver los conoce, van para otro trabajo que grabaremos después, y ya tenemos vista la temática, el sonido y a grandes rasgos cómo podrían sonar los otros dos discos que vienen.
RL: El disco va evolucionando, con los primeros temas y hartas referencias indie, hasta terminar con “Caída Alfil” y “237” que son más intensos y pesados. ¿Esa evolución está armada a propósito? ¿O quizás tiene que ver con la evolución de ustedes como compositores?
B: Hay un acierto en lo que dices. “Cementerios” es de las canciones más antiguas junto a “Caida Alfil”, pero al momento de ordenarlo queríamos esa acelerada, partiendo más piola, con temas más alternativos, con influencia Foo Fighters incluso, y después nos aceleramos hacia algo más crudo, thrash metal incluso, y para mi “Manos Rojas” marca el paso de un lado a otro, el corte, pasar hacia lo que evoca la carátula, esa oscuridad que nos gusta.
RL: Es potente la ilustración de la carátula, hecha por Tomás Ives ¿Qué quisieron transmitir con eso?
B: Lo curioso es que la mandamos a hacer antes de entrar al estudio, incluso. Tomás es bien conocido por otros trabajos, murales y trabaja harto con los Fiskales Ad Hoc, donde salió harto en prensa por esas cabezas en la pica que pusieron en Lollapalooza. Lo conocimos y vimos distintas bandas con quienes trabajó, incluso internacionales. En pandemia lo contactamos y hablamos del concepto de las tres cabezas, por nosotros tres y la bestialidad un poco, porque sentimos que el disco suena colosal. Cuando la vimos, nos encantó, la hemos usado en distintas cosas y nos han felicitado harto por ella. Mirándola y entendiéndola podemos ir englobando el concepto del disco.
RL: ¿Por qué el tema final se llama “237”?
B: 237 es la habitación de El Resplandor, en la escena del niñito, y hay varias referencias, del viaje a la luna, creo que tiene que ver con los pasos que se dieron, pero si o si es el número de esa habitación.
RL: Sobre el gusto por la música de videojuegos ¿Es algo muy patente? ¿Cómo lo unen con lo demás?
B: Los dos tenemos harto gusto por las bandas sonoras, de lo que sea, para mi es requisito que las bandas sonoras sean buenas, funcionen. Cuando hay juegos o películas hay puntos épicos, hay sentimentalismo y se llega a ciertos clímax particulares que a veces con la música cuesta llegar. Nos gustan los videojuegos y jugábamos Nintendo 64 en esa época, juegos épicos, y de ahí sacamos esa idea y cómo imaginamos las historias y la narrativa.
RL: ¿Cuáles han sido los principales problemas o trabas para lanzar su carrera?
B: Creo que lo que enfrentan todas las bandas acá, en un comienzo darse a conocer, también querer llegar a ciertos escenarios, lograr ciertos vínculos. Hay trabas con cosas que no se dan en primera instancia, pero hemos sido bien perseverantes y pacientes, porque no se da de un día para otro, hemos trabajado harto para avanzar. Creo que es más lento que en otros países, aunque no lo sé de primera mano, pero cuesta llegar a ciertos escenarios y ver ciertos frutos. No hay que rendirse, a veces es frustrante, pero estas trabas están en la música y en todo tipo de arte. Tenemos fe en nuestra propuesta bien única y creemos que logrará llegar a las orejas que les va a gustar.
RL: ¿Cómo prepararon su show de lanzamiento? ¿Cómo estuvo aquello?
B: El 3 de agosto tocamos en Espacio Incluir, junto a La Grima y Ciudadano, dos buenas bandas de la escena, y para la preparación trajimos un músico extra, Ian Strika, que también toca conmigo en “Wayeiya”. Nos gusta el formato trío, podemos tocar y darlo todo en cualquier lugar, nuestro show en vivo es de nuestros pilares fuertes, pero para esta ocasión quisimos que nos apoyara con ciertos sonidos y voces que están en el disco y no los podemos replicar entre los tres. Dividimos el set en tres partes: canciones que no están en el disco pero la gente conoce, luego el disco entero, y luego otras canciones fuera de este disco. Preparamos una buena escenografía, audiovisuales con la carátula, con los videoclips, tenemos videos muy bien hechos, la vestimenta, y finalmente queríamos que fuera un show especial, distinto a los que hacemos normalmente.
RL: La mezcla de influencias fluye muy bien al escuchar el disco ¿Les costó mucho tiempo llegar al sonido que querían como banda?
B: Creo que sí, hay un trabajo de años, al menos con mi hermano en primera instancia. Como sonido, algo bien reconocible es que mi hermano toca el bajo con hartos acordes, bien guitarreado, yo toco lo que se me viene a la cabeza y trato de servir a la canción, todos lo hacemos. Y la dinámica de a tres se presta para improvisar e inventar y darle espacio a todos. Quizás demoramos un poco en afinar canciones y ponernos exigencias, porque somos muy autoexigentes. No tenemos miedo de eliminar algo o editar. Pero el sonido es lo que nos sale, tratamos de innovar con lo que vemos y a veces se nos ocurren cosas con las que vamos experimentando, buscando algo que suene mucho mejor y que den ganas de escuchar.
RL: ¿Cuáles son sus objetivos como banda en esta etapa?
B: En esta etapa, nos gustaría de aquí al próximo año ser teloneros de algunas bandas. Queremos conversar con bandas símiles, donde se pueda realizar un buen engagement con su público. Seguir haciendo eventos y llevarlo a regiones, hemos tocado en Concepción, Valdivia, Chillán, y el público de regiones es super apañador, queremos volver. Y también queremos seguir expandiendo el disco, que la gente lo escuche y nos conozca, quizás surja otra canción o videoclip más, pero la idea es seguir creciendo y tocando.
El disco debut de “The Local Blackstar” está disponible en todas las plataformas de streaming, y es un disco que te toma fácilmente. Ojo con este dato de Benjamín: “El disco dura 26 minutos con 26 segundos, lo sacamos el 26 de julio. Hartas coincidencias. Se pasa volando y hay de todo para todo tipo de gusto y prometo que no decepcionamos”. Y así es, no decepcionan con su propuesta, la que, además, tiene cuerda para rato.