Las filas daban vuelta la cuadra del mítico recinto de San Diego. Es que las expectativas eran altas ya que la selección de bandas para el Epic Rock Fest fue muy llamativa: agrupaciones que celebraban 20 o 30 años de carrera, un setlist basado en sus grandes éxitos, y bandas que no venían a Chile hace décadas o que debutaban por primera vez en el país.
Invictus Anima
La jornada comienza a las 14.24 hrs. con una pequeña fanaticada que esperaba a los oriundos de la región de La Araucanía. Su power metal melódico nos recordaron a bandas como Stratovarius o Labyrinth por momentos, dado al uso de coristas que lo dieron todo en el espectáculo de un poco más de media hora.
Podemos destacar la muy buena voz del bajista y cantante principal de Invictus Anima, la buena coordinación del doble pedal junto a la guitarra y el bajo, y lo importante que puede llegar a ser el tecladista en una banda de este estilo. Sin lugar a duda, una banda que tiene mucho futuro.
Galería | Epic Rock Fest: Invictus Anima en Teatro Caupolicán
Whisky Blood
Los nacionales se presentaron a las 15:16 hrs, con un perfecto glam metal / hard rock. Si hay algo que destacar de esta banda es su excelente puesta en escena. Se nota que lo han estudiado, ya que todos los integrantes demuestran energía y ganas de pasarlo bien en el escenario.
El quinteto nos muestra canciones en español y en inglés que funcionan muy bien y que el público recibe y les responde de una buena forma.
A estas alturas de la tarde, cuando el Caupolicán ya estaba a un 60% de sus capacidades, presentan su nuevo single “Come and Dance” con una exótica bailarina incluida en el escenario.
En un momento de sinceridad, Bam, vocalista de la banda, señala lo difícil que ha sido recibir apoyo y que para ellos es un sueño estar participando en un festival así. Da inicio a la canción en donde su estribillo dice: “las bandas nuevas deberían respetar a la vieja escuela. La vieja escuela debería apoyar más a las bandas nuevas”.
Finalizan su presentación con la canción “Whisky Blood”, donde presentan a toda la banda, incluyendo el infaltable whisky que da nombre a la banda. Ya todo estaba preparado para dar inicio al recibimiento de las bandas españolas.
Avalanch
La banda española sólo había tocado suelo chileno en el 2003, por lo que la deuda de verlos en vivo era gigante. El teatro ya estaba lleno, de hecho, no recuerdo haber visto tan lleno el Caupolicán quizás desde la mítica jornada de Anthrax. Los comentarios previos que se repetían entre el público apuntaban a por qué les daban tan poco tiempo (45 minutos), pero podemos adelantar que tocaron más que eso.
Con un atraso de casi 30 minutos, por motivos técnicos con los instrumentos y las visuales, sale al escenario Avalanch a cargo del líder de la banda, el guitarrista Alberto Rionda, y en el micrófono José Pardial, vocalista desde el 2023, y que con “La Flor en el Hielo” demuestra su buen desplante, aunque es con “Xana” donde el público explota cantando antes de que la canción inicie.
José comenta que están celebrando los 30 años de la banda y que por eso tienen un invitado. Entra Ramón Lage, quien con “Lucero” prácticamente toma el mando. La diferencia en experiencia es notable, Ramón interactúa con el público en todo momento y se nota que está disfrutando, tomándose el tiempo para contemplar al público.
Ya para ir terminando su presentación, Ramón señala que escribieron esta canción en el 2005, cuando en el poder estaba un “hijo de puta”, pero acto seguido se acerca Alberto, quien le dice “alto” al oído, con lo que Ramón se ríe y le comenta al público que es la próxima canción después de la que viene. Claramente se había equivocado, por lo que José comenta que la próxima canción no necesita introducción, y comienza a sonar “Alas de Cristal”.
Ahora sí, “Lágrimas Negras” empieza hacerse escuchar dedicada, en palabras de Ramón, al “hijo de puta de Trump”.
Para finalizar, un clásico que teníamos que escuchar: “Torquemada” en una versión heavy metal que al público lo deja con ganas de más, pero es momento de seguir con la larga jornada.
Leo Jiménez
Se que esta parte de la nota no será la más popular, ya que sentí que Leo fue el más débil del festival (aunque se lució con la “Cantata del Diablo” junto a Jose Andréa). No sé si fue el setlist elegido, ya que comenzó con canciones propias y luego con otras de su ex banda 037, que al público no prendieron lo suficiente. Lo peor es que Leo se daba cuenta, ya que luchaba por animar al público, incluso por momentos exigiéndolo. No fue hasta que comenzaron 3 clásicos: “Vientos de Guerra”, “Perro Traidor” de Saratoga y “Grande” de Stravaganzza, cuando la audiencia realmente revivió.
Finalizó su presentación con “Hijo de la Luna” cover de Mecano, que tuvo que reiniciar luego de un falso comienzo, ya que Leo esperaba que el público cantara la canción, pero, quizás porque no es una canción tan valorada por el público chileno, o porque Mecano no fue tan importante en este lado del mundo, pero la canción no tuvo la reacción que Leo esperaba.
Sin embargo, no podemos dejar de lado el buen estado de la voz de Leo, quien sigue siendo un gran exponente del heavy metal en español.
Ángeles del Infierno
La deuda de más de 50 años tenía que ser saldada y con un extenso setlist. La banda española cumplió con todos los clásicos, destacando en la primera parte del concierto canciones como: “Con las Botas Puestas”, “Dónde estabas tú” y “Fuera de la Ley”.
La banda española se mantiene en un excelente estado junto al fundador de la banda, el guitarrista Robert Álvarez, y su emblemático vocalista Juan Gallardo, quienes son considerados los estandartes del heavy metal español con bandas como Barón Rojo y Obus.
Puedo decir que fue sorprendente ver que el Caupolicán se mantuvo lleno mientras la banda hizo su presentación y que muchos conocían sus canciones. Esto porque en muchos comentarios en redes sociales se pedía respeto a la banda, quizás temiendo que no tuvieran fans suficientes, y que por las ansias de ver el show final, se les apurara. Pero no fue así, fue el espectáculo más extenso de la tarde y funcionó perfectamente.
La banda finalizó con todos sus clásicos radiales: “666”, “Al Otro Lado del Silencio” (con foto de Lemmy incluida en las visuales que sacó muchos aplausos), “Maldito sea tu Nombre” y “Es un Pacto con el Diablo”, recibiendo la ovación del público chileno y saldando con creces su deuda.
Galería | Epic Rock Fest: Angeles del Infierno en Teatro Caupolicán
Jose Andrëa
El golpe directo a la nostalgia de “la leyenda” comenzó con “Satania” junto a diez músicos en escena Inició una verdadera fiesta en el Teatro Caupolicán, aunque lo más esperado era presenciar “La Cantata del Diablo”, canción de 20 minutos extraída del álbum “Gaia II” de Mägo de Oz, donde en la original canta Jose Andrëa representando al personaje Azaak, Víctor García (WarCry) representando a El Inquisidor y Leo Jiménez siendo el narrador. En esta versión en vivo se suma Leo Jiménez y los coristas de la banda. Una excelente interpretación que dejó a la audiencia muy contenta.
Otras canciones que sonaron fueron “Hoy toca ser Feliz” y “El Atrapasueños” que fueron muy bien recibidas.
Pero la noche no terminaba, porque con “Molinos de Viento”, en donde es invitado al escenario al productor del evento presentado como el artífice de que Epic Rock Fest sucediera, se enciende nuevamente el público gastando las últimas pizcas de energía que nos estaban quedando, luego de un festival de más de 8 horas de heavy metal.
Finaliza la jornada con “Fiesta Pagana”, que no podía faltar en un show que estuvo a la altura de lo esperado.
Aspectos Positivos y a Mejorar.
Podemos señalar, en lo positivo, que la elección de bandas fue muy acertada, ya que en gran parte la audiencia agradeció poder ver y escucharlas juntas en una tarde y noche que, para muchos, será inolvidable.
Los puntos a mejorar son varios: el Teatro Caupolicán no es el mejor espacio, dado que este festival merecía un espacio más grande. El audio estuvo en todo momento a un volumen muy alto, e incluso a momentos reventado, por lo que era complicado entender lo que los cantantes decían. Los aspectos visuales no estuvieron a la altura de lo que se instaló para el festival, ya que las pantallas LED fueron desaprovechadas porque los videos que mostrados no se veían bien o se pegaban.
Y por último, en gran parte responsabilidad del público, el lamentable basural que quedó en la cancha desde la mitad de la jornada, con latas de cerveza y bebidas en el suelo que hacían muy desagradable y peligroso el espacio, ya que mucha gente se cayó o resbaló por culpa de los líquidos vertidos en el suelo.