El próximo 13 de junio, el suelo chileno vibrará con una intensidad particular. No se trata solo de un concierto más en la abultada agenda de eventos musicales del país; es la llegada de una leyenda viva de la guitarra, Marty Friedman, quien no sólo ofrecerá su virtuosismo a los fanáticos locales, sino que ha elegido Chile como el escenario para grabar un show que promete ser histórico. 

Esta decisión, lejos de ser casual, subraya la profunda conexión entre el ex guitarrista de Megadeth y Cacophony, y una de las fanaticadas más apasionadas del planeta, consolidando a Chile como un epicentro relevante en el mapa del metal mundial.

Para entender la magnitud de este evento, es crucial dimensionar la figura de Marty. Nacido en Washington D.C. en 1962, irrumpió en la escena musical en los años 80’s, una era dorada para los guitar heroes

Su primer impacto significativo llegó con Cacophony, el dúo que formó junto a otro prodigio de las seis cuerdas, Jason Becker. Juntos, lanzaron dos álbumes: “Speed Metal Symphony” (1987) y “Go Off!” (1988), que se convirtieron en piedras angulares del metal neoclásico, desafiando los límites técnicos y melódicos de la guitarra eléctrica. 

Sin embargo, el nombre de Marty Friedman se catapultaría a la estratósfera del rock mundial a principios de los 90’s, cuando se unió a Megadeth. Su audición, según cuenta la leyenda, impresionó de tal manera a Dave Mustaine que su incorporación fue inmediata. Desde 1990 hasta el año 2000, Friedman fue una pieza clave en la alineación más aclamada y comercialmente exitosa de los californianos.

Su guitarra no sólo aportó una destreza técnica asombrosa a la banda, sino también un sentido melódico exótico y una sensibilidad compositiva que enriquecieron a su sonido thrash metal con texturas y matices nunca antes escuchados en el género.

Álbumes como “Rust in Peace” (1990), considerado por muchos como una obra maestra del thrash técnico; “Countdown to Extinction” (1992), que llevó a Megadeth a las masas; “Youthanasia” (1994), “Cryptic Writings” (1997) y “Risk” (1999) llevan el sello inconfundible de Friedman. Pero a pesar del éxito masivo, las inquietudes artísticas de Friedman lo llevaron a buscar nuevos horizontes. Las crecientes diferencias musicales con la dirección que tomaba Megadeth precipitaron su salida en el año 2000. Lejos de retirarse o vivir de glorias pasadas, el guitarrista emprendió un camino audaz y singular: se mudó a Japón.

En Japón, Marty Friedman no sólo encontró un nuevo hogar, sino también un terreno fértil para su inagotable creatividad. Se sumergió por completo en la cultura y la música japonesa, convirtiéndose en una figura televisiva popular, colaborando con una miríada de artistas de J-Pop, J-Rock y Enka (combinación de música tradicional japonesa con melodías occidentales), y absorbiendo influencias que continuaron moldeando su estilo.

Su discografía solista, que ya había comenzado en los 90’s con álbumes como “Dragon’s Kiss” (1988) y “Scenes” (1992), floreció en esta nueva etapa. Trabajos como “Music for Speeding” (2003), “Loudspeaker” (2006), “Tokyo Jukebox” (1 y 2), “Inferno” (2014), “Wall of Sound” (2017), “Tokyo Jukebox 3” (2020) y su nuevo álbum “Drama” (2024), muestran a un artista en constante evolución, fusionando su pirotecnia guitarrística con melodías conmovedoras y estructuras compositivas cada vez más sofisticadas, a menudo con un marcado sabor oriental.

La relación de Marty Friedman con Chile no es nueva. El país ha sido una parada frecuente en sus giras sudamericanas, tanto con Megadeth en su momento como en su faceta solista. Y cada visita ha sido recibida con un fervor que raya en la devoción.

El público chileno es conocido mundialmente por su entrega y pasión, especialmente en el ámbito del metal. Los cánticos, la energía desbordante y el conocimiento profundo de la discografía de los artistas son características que los músicos internacionales suelen destacar.

Así llegamos al núcleo de este acontecimiento: la decisión de Marty Friedman de grabar su show del 13 de junio en Chile.

En primer lugar, es un espaldarazo gigantesco a la fanaticada chilena. La decisión de grabar un álbum en vivo es porque busca capturar la magia de una actuación particular, y la energía del público es un componente esencial de esa magia. Friedman, al elegir Chile, está implícitamente diciendo: “Aquí, en este país, la energía es tan especial, tan potente, que quiero inmortalizarla”. Es un reconocimiento a que el público chileno no es un mero espectador, sino un participante activo que eleva la experiencia del concierto.

Además, para los asistentes, será el recuerdo tangible de una noche inolvidable. Pero para el resto del mundo, será una ventana a la intensidad con la que se vive el metal en esta esquina del planeta. Que el nombre de Chile quede asociado a un lanzamiento oficial de Marty Friedman es un motivo de orgullo y una forma de proyectar la imagen del país en la escena metalera global.

La expectativa es, naturalmente, altísima. Se espera un recorrido por los hitos de su extensa carrera: quizás algunos guiños nostálgicos a su era en Cacophony y Megadeth (aunque suele centrarse en su material solista), y, con seguridad, una generosa porción de sus álbumes en solitario, con énfasis en sus trabajos más recientes, incluyendo “Drama”, su último trabajo.

Su banda, compuesta por músicos de primer nivel, está perfectamente ensamblada para ejecutar sus complejas y emotivas composiciones. Pero más allá del setlist, lo que se anticipa es una atmósfera electrizante. ¿Te lo vas a perder?

📅: Viernes 13 de junio de 2025 

📍: Teatro Cariola

🎚: Chargola

🎫: https://ticketplus.cl/events/marty-friedman-santiago

 

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