El pasado 10 de octubre, Casa de la Música en Concepción volvió a ser territorio de resistencia sonora. No fue una noche cualquiera, el escenario vibró con cuatro nombres que mantienen encendida la llama del punk y sus raíces contestatarias: Cianuro, Voikot, Orden Criminal y los históricos Caos, en un encuentro donde el público demostró que la escena sigue viva, ruidosa y con causa.
Pese a la lluvia incesante de un “tropiconce” que nos hacía creer que estábamos en pleno invierno, llegó un público fiel y ansioso de adrenalina, generando la sensación de que todavía hay fuego en la escena penquista, y aunque el mundo afuera parezca rutinario y en reposo, estas cuatro bandas se encargaron de recordarlo.
Desde temprano, la jornada se sintió intensa. Abrió Cianuro, banda penquista ya afiatada en la escena, con un sonido que mezcla metal con la crudeza del punk underground, encendiendo a un público expectante de la jornada.
Luego vino Voikot, quienes no se reunían desde hace 30 años. Repasaron parte de su repertorio, con una entrega que conectó con el público, con una voz que mezclaba rabia y convicción, y un sonido que recordaba tiempos pasados más allá de lo musical.
Orden Criminal, desde Temuco, tocaron un set crudo y callejero, de esos que te hacen recordar por qué el punk sigue siendo una forma de vida antes que un género. Con riffs afilados y una voz cargada de rabia, derrocharon actitud, donde cada acorde batalló contra el silencio.
El cierre estuvo a cargo de Caos, banda emblemática del punk nacional, que volvió a demostrar que su mensaje social y su energía siguen intactas. Desde su primera presentación en Concepción, debimos esperar 30 años para verlos (nunca es tarde).
Con una entrega total sobre el escenario, repasaron clásicos y nuevas canciones con la misma convicción de siempre, reafirmando su lugar en la historia subterránea del rock local. Sonaron temas legendarios como “Libertad de expresión”, “Jimmy Swaggart”, “Caos o Democracia”, todos al mando de un carismático vocalista con una puesta en escena a fuerza y energía, donde esos 30 años sin reunirse pasaron totalmente desapercibidos, sintiendo como si nunca se hubieran detenido. También presentaron nuevos temas, próximos a ser lanzados, como “Circo Estado”, demostrando que continúan en la línea de su legado crítico y enérgico.
Hoy, su regreso promete revivir esa explosión de punk, crudeza y nostalgia rockera, conectando a generaciones que encontraron en sus canciones una forma de resistencia y expresión.
Luego del show, en Rock Legacy tuvimos la oportunidad de conversar con la banda para conocer acerca de su experiencia en este regreso a tierras penquistas.
¿Como ha sido la experiencia de volver a los escenarios?
Lucho (vocalista): “Ha sido una sorpresa para todo el mundo, no solamente para el público, sino que para nosotros también, después de tantos años juntarse, la buena onda, encontrar a Andrés, todo ha ido encajando perfecto, nosotros lo tomamos en forma relajada, día tras día, sin tanta proyección al futuro y tratando de pasarlo lo mejor posible”.
¿Nos cuentas respecto al nuevo lanzamiento?
Lucho: “Me baje del avión y empezamos a grabar inmediatamente 4 canciones nuevas, que están sonando muy bien, estamos contentos con el producto, esperamos que al público le guste; también lanzamos nuestro primer videoclip de las canciones nuevas, hace una semana, el que ha tenido súper buena recepción, esperamos que la gente lo comparta lo más que pueda para que lo escuchen”.
Mota (bajista): “Tenemos en Puerto Montt la última fecha, lo más probable es no nos presentemos en vivo hasta el próximo año, igualmente queremos agradecer a todos los que nos han venido a ver y en nuestra próxima el 18 de octubre en Club Krooby (Angelmó 1856, Puerto Montt), esperamos llenar igualmente”
El lugar estaba lleno. Público de todas las edades, viejos conocidos y nuevas caras, todos mezclados bajo la misma consigna, mantener viva la escena y disfrutar de una fecha legendaria. Afuera, la ciudad seguía su rutina. Adentro, el tiempo se suspendía entre el ruido, el sudor y la memoria.
Entre saltos, abrazos, y una alegría que se sentía en el ambiente, se respiró una atmósfera de comunidad y memoria viva. Casa de la Música se transformó, por unas horas, en un refugio donde la autogestión, la resistencia y la cultura independiente encontraron su espacio natural, dejando claro que en Concepción el punk no es un recuerdo, es un presente que se sigue gritando en cada escenario, en cada acorde, en cada actitud.
Porque el punk no murió, ni va a morir mientras existan espacios como éste, noches como ésta, bandas que siguen creyendo, y público que responde a un excelente evento, muy buena producción a cargo de Bloque Negro Producción. Una noche donde el punk se transformó en memoria viva, construyendo crónica desde el ruido.
Fotos: @gonzalo.balboa.fotos



