Hay momentos en que toda la ansiedad y el esfuerzo acumulados se sosiegan en la infinita indolencia y reposo de la naturaleza.
D. H. Thoreau
Sin duda alguna que la naturaleza ha servido como inspiración a grandes artistas desde tiempos inmemorables. Es un rincón, un espacio en que el alma humana descansa y se refugia de lo efímero y superficial de la sociedad. Así lo hicieron autores como David Henry Thoreau, el cual luego de pasar más de dos años en soledad en las cercanías del lago Walden elaboró ‘Walden, la vida en los bosques’. Este ensayo recoge las vivencias del autor y los aprendizajes que el distanciamiento social dejó en su cosmovisión acerca de la vida y de sí mismo.
De esta misma vertiente literaria, descienden otros autores como Jack London, el cual expone en la mayoría de sus obras la violencia del mundo de los hombres, aunque ciertamente, también el de la naturaleza. Con la motivación de acercarse nuevamente a sus raíces, Mariusz Duda, el líder y bajista de Riverside se inspiró, al igual que los mejores escritores, en lo lúgubre, denso y eslavo bosque de Masuria para dar a luz al séptimo disco de su proyecto solista Lunatic Soul titulado ‘Through Shaded Woods’. El compositor polaco señala en la página web de Lunatic Soul que este álbum es una prueba de coraje, ya que los bosques oscuros simbolizan nuestros peores traumas y pesadillas. Esta prueba de coraje, en conjunción con los tiempos que vivimos, resulta necesaria para poder volcarnos hacia nosotros mismos. En este sentido, la soledad que los bosques ofrecen proporcionan un escenario sin igual para aventurarse a la dicha del autodescubrimiento. Este ejercicio filosófico y espiritual pareciera conectar a todas las canciones del disco. Ellas ofrecen melodías y pasajes que alimentan la reflexión del oyente con sonoridades que despiertan la introspección. El uso de instrumentos acústicos, tales como tambores, gaitas o panderos sumados a la abstención casi total de instrumentos electrónicos como sintetizadores, característicos del predecesor Lunatic Soul, transportan a un sonido más silvestre y humano, a un folk eslovaco, el cual siempre mantiene las líneas progresivas características de las bandas de Mariusz Duda.
La versión básica del disco contiene seis canciones, la versión deluxe incorpora tres canciones más, una de ellas de 27 minutos de duración. Cabe destacar que todos los instrumentos son interpretados por el compositor polaco, lo cual nos deja ante un disco más personal e íntimo que deja entrever la gran versatilidad del intérprete.
El disco comienza con la canción ‘Navvie’, el cual fue el segundo single del disco. En la página web de la banda, se señala que “Nav es el nombre del inframundo eslavo, también denota las almas de los muertos a las cuales se les da una gran bienvenida”. Sin ninguna introducción y de manera intrépida, rápida y progresiva una guitarra acústica hace resonar las primeras notas que provienen de acordes mayores. De inmediato la sonoridad despierta en el oyente la necesidad de conectarse con su corporalidad, incluso hasta de bailar. Lo anterior, se condice de manera perfecta con el video de esta canción donde cuatro féminas danzan en el medio del bosque. En esta canción se plasma el concepto de todo el disco; lo salvaje, lo nativo y lo aborigen como elementos centrales de nosotros mismos.
La segunda canción del disco se titula ‘The Passage’, fue el primer single del disco con ocho minutos de duración. Esta canción empieza con un ritmo mucho más pausado que su antecesora, sube poco a poco de intensidad con unos pasajes sonoros oscuros, mientras la voz de Mariusz desaparece a ratos con un delay que deja el vestigio de su voz. El ritmo se acelera, mientras pasajes instrumentales van dejando el paso libre para que una guitarra con distorsión marque los nuevos fundamentos rítmicos. Voces resuenan entre gaitas y tambores, sonoridad que hace recordar inconscientemente al sonido de ‘Dead Can Dance’. Ya en el minuto siete emergen diferencias rítmicas que se acentúan con voces y con un sin número de instrumentos que es difícil de dilucidarlos con claridad.
La canción al parecer da la idea de la transición de la vida hacia la muerte, del anhelo de poder, quizás, contrarrestar aquel paso inequívoco y universal.
El juicio acaba de comenzar.
Lo sé.
Eres mi destino.
La historia final (…).
En el bosque, en la oscuridad ¿te encontraré allí cuando cierres mis ojos?
Estoy pensando en voz alta, pasando dioses antiguos convertidos en árboles
¿Estoy en la vida real?
La tercera canción es la que titula el nombre del disco: ‘Through Shaded Woods’. En su traducción al español significa ‘A través de bosques sombreados’. Similar a sus antecesoras, en el sentido sonoro y musical, la canción despierta una sensación silvestre y sumamente folclórica. Sin embargo, esta canción es en un principio mucho más dramática que las dos anteriores. La canción genera una tensión sonora que es proporcionada por sonidos graves que parecieran ser voces. Aproximadamente en el 1:40’ una guitarra con distorsión abre el camino para que una calma esporádica de paso a la voz de un compositor totalmente comprometido con dar la impresión que está en una especie de trance o catarsis espiritual. Instrumentos de cuerda acompañan esta sección. La canción termina para dar paso a sonoridades propias de un bosque.
Los ojos en cada rincón brillan entre los susurros del bosque (…).
Una sonrisa licántropa recorre tus bosques sombreados.
La cuarta canción, llamada ‘Oblivion’ comienza con una batería, para dar paso a una melodía en guitarra acústica, mientras la voz de Mariusz acompaña como un instrumento más. Las líricas contenidas en esta canción hacen alusión a la mitología griega. Lete o ‘Lethe’ es uno de los ríos de Hades, el señor y dios del inframundo.
Todavía tengo el sabor de la sal en mis labios.
Oh mi lethe.
Río del olvido.
Déjame calmar mi alma.
Borra mis pecados.
Me estoy ahogando en silencio.
Las dos últimas canciones de la edición básica del disco son ‘Summoning Dance’ y ‘The Fountain’. Ambas dejan entrever una sonoridad mucho más melancólica y nostálgica. Con un arpegio encantador en guitarra acústica, ‘Summoning Dance’ empieza a despedir el viaje mientras las líricas emergen. En ciertas partes del coro se escucha una voz femenina que embellece en justa medida mientras un piano contribuye a armonizar sutilmente. En la segunda parte, la canción se vuelve más dinámica y progresiva, llevando nuevamente al oyente a conectarse con su corporalidad. Un ‘string’ despide la canción.
La mayor parte del camino que viajé solo.
Ahora está muy atrás.
Tengo la oportunidad de creer y revivir.
Entonces ¿por qué siento que ya falle? (…).
Tenías que detenerte en la mitad de la vida.
Y vivir en una caverna de mentiras cada vez que te alejabas de ti mismo.
Te hicieron creer que estaba bien, te obligaron a quedarte quieto.
‘The Fountain’, es la última canción, por como está planteada la estructura del disco, resulta ser perfecta para dar fin al viaje espiritual comandado por Mariusz Duda. Unos acordes en piano y un arpegio en guitarra son los elementos que dan forma a una hermosa balada, la cual se comprende como una despedida:
El silencio se rompe.
El brillo cobra vida.
Flujo de sonidos.
Lava la oscuridad de mi alma.
Así que adiós.
Separamos nuestros caminos.
Como se señaló anteriormente, la versión más básica del disco contiene solo estas canciones, en la versión deluxe encontramos ‘Vyraj’,’ Hylophobia’ y ‘Transition II’. Las dos primeras canciones son bastante más heavy y pesadas que las canciones del disco, probablemente debido a ello Mariusz Duda las haya dejado relegadas a otro disco. Transition II dura 28 minutos, se necesita calma para poder apreciar esta canción en su total dimensión, en ella se encuentran elementos que harán que los seguidores habituales de Mariusz Duda se encuentren nuevamente con los sonidos de Riverside y Lunatic Soul de sus discos anteriores.
‘Through Shaded Woods’ es un excelente disco, el cual desde un principio deja claro su objetivo; que el oyente se entregue a la música y en esa entrega pueda explorarse así mismo. En el ‘Anticristo’ de Lars Von Trier se señala que la naturaleza es “la iglesia de Satanás”, donde se prescinde de las reglas sociales y de la cultura.
¿Tú podrás emprender este viaje?
Por Hugo Osorio Tapia.