El Rock femenino continúa imponiendo presencia en nuestro país, ejemplo de esto es el reconocido Festival Udara.
El domingo 20 de noviembre se vivió la jornada de clausura de la séptima versión del “Festival Udara: Mujeres y Rock “, evento que retomó la presencialidad luego de la pandemia por Covid-19, para congregar a grandes talentos musicales femeninos en los jardines de la Quinta Vergara en Viña del Mar.
El encuentro, que es organizado por el colectivo de mujeres Corporación Cultural Udara, logró atraer a una centena de asistentes, quienes transitaron por los dos escenarios con los que contó la actividad, que además de música, tuvo intervenciones culturales y charlas sobre las artes, así como también, una gran feria de emprendimientos relacionados a la música y el rock.
Si hablamos del show artístico, se agradece la variada parrilla programática que incluyó exponentes de varios estilos musicales, tanto para grandes como para chicos.
La apertura estuvo dedicada netamente a los más jóvenes, ya que siete alumnos de la “School of Rock”, fueron los encargados de abrir la jornada, deleitando a los visitantes con reconocidas canciones del pop y rock de todos los tiempos, interpretando “Muérdete la lengua”, “La corbata de mi tío”, “Baño de mar a media noche”, “Tu falta de querer”, “Miéntele”, “Bailando solo” y “A rodar mi vida”. Sin duda los chicos de la escuela de rock son parte de la promesa artística nacional.
Luego fue el turno de “Banda Porota”, agrupación de músicos para la infancia, cuyas canciones son una novedosa apuesta que mezcla lo lúdico de conocer nuestro planeta, al explorar el descubrimiento que niñas y niños hacen de la naturaleza, así como también, de sus diferentes fenómenos, elementos y paisajes.
Gran elección la de la organización al contar con una banda que mezcla música con educación consciente. “El temblor”, “Agua de tu lugar”, “Viaje al desierto”, “El Loa”, “Humedal costero” y “La princesa hoja”, fueron parte del repertorio de la banda.
Le siguió “Betamax”, los santiaguinos que trajeron todo el Indie Dark Rock como sacado de una película independiente y lo teletransportaron directo al parque de una Quinta Vergara que comenzaba a recibir a un mayor flujo de asistentes, pasada la hora de almuerzo.
Más tarde se presentó “Hammuravi”, banda de indie alternativo dream pop, de la ciudad de Valparaíso, cuya frontwoman es la cantautora y bajista porteña conocida como “Naty Lane”, quien también destaca por haber sido parte de la agrupación “Adelaida”.
Con canciones como “Puñal”, “La Muerte”, “La Ciudad”, “Limbos”, “Arrebol”, “El Fin”, “Estrella Fugaz”, por mencionar algunos, Hammuravi amenizó gratamente el caer de la tarde.
Tocaba el turno de Banda Udara, quienes como es costumbre, quisieron rendir un homenaje musical. En esta versión, Sol Domínguez fue quien se llevó el reconocimiento a su gran trayectoria musical nacional, cuyos orígenes provienen de los grandiosos años 80’s.
Si bien es cierto, el show partió con algunas desafinaciones y descoordinaciones, luego pudo sobreponerse y confirmar por qué es necesario contar con más talentosas mujeres en la industria rockera.
Temas mixeados como “Turrón de amor”, “Alma Mapuche” y “Canto Esperanza”, así como también “La Llave”, fueron los interpretados por Paula Marín (batería), Jav Cartier (bajo), Carolina Hernández (guitarra), Paulina Cádiz (guitarra) y las voces de Violeta Fabres, Cote Pájaro, Angie Sukubo, Taira Música y Milena Lion.
Los shows finales de cada escenario representaron todo el corazón y sentir de Udara, ya que si bien, los estilos y géneros musicales fueron totalmente distintos, destaca de sobremanera la calidad performática e interpretativa de las dos frontwomans.
Sin duda, esta debe haber sido una gran sorpresa para aquellas personas que disfrutaban de estas bandas en vivo por primera vez. Me refiero a “Litraea” y “Diavol Strain”.
La primera es una banda metalera de Quilpué, V Región, conformada por Majo Calderón en voz, Carlos Fernández y Sebastián Moraleda en las guitarras, Franco Arancibia en el bajo y Emilio Valenzuela en la batería. Estos cinco músicos conjugan de forma casi perfecta las influencias del Death, Groove y Nu Metal, convergiendo en un novedoso Metal Alternativo, con voces guturales femeninas que se llevan todos los reconocimientos.
Destaca la puesta en valor de la cultura chilena, las tradiciones y creencias populares que la banda trata a lo largo de sus líricas, donde temas como “Mantidae”, “Plaga”, “Espectros”, “Milénico”, “Por la fuerza”, “Chón chón, Tué tué y “Bajo la sombra del litre”, se llevaron todos los aplausos y ovaciones de los espectadores.
Finalizó en el escenario central a eso de las 19:00 hrs., el dúo femenino exponente del Dark Wave Goth “Diavol Strain”, conformado por Ignacia Bórquez en la guitarra, synth, batería digital y coros; y Laura Molina, en voz, bajo y synth.
Lo realmente novedoso de esta banda es que te teletransporta directamente a los 90’s, cuando los movimientos feministas, como las Riot Grrrl, estaban es su época más álgida y contestataria.
Canciones como “Caída libe”, “Éter”, “Destino Destrucción”, “El Ansia” “Todo el caos habita aquí”, “Inferno” y “Maledicto Divinorvm”, fueron parte del setlist que resultó ser el broche de cierre de una jornada que culminó con música regional de calidad y para todos los gustos.
El “Festival Udara: Mujeres y Rock” fue financiado por el Fondo de la Música del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, y contó con el apoyo de la Ilustre Municipalidad de Viña del Mar, Instituto AIEP, Radio Futuro y revista Rockaxis.
Fotografías por Carla Grandón Lepe
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Revisa la review del 1° Día de Festival aquí.