7 años pasaron desde su formación en 1987 para que la banda trasandina de punk 2 Minutos lanzara su primer larga duración llamado “Valentín Alsina”. Para entrar en contexto, podemos mencionar que el cuarteto oriundo de Valentín Alsina provincia del Gran Buenos Aires, compuesto por Walter “Mosca” Velasquez en la voz, Alejandro “El Indio” Mirones en guitarra, Alejandro “Papa” Ainadjian en bajo y Marcelo Ares en batería, casualmente y como si de un presagio se tratara realizó su debut la misma noche que Carlos Menem asumió la presidencia de Argentina, tras la renuncia de Raúl Alfonsín.
Ese ambiente de inestabilidad social, política y económica quizás fue la situación ideal para engendrar el germen del resentimiento y la protesta social que la banda adoptaría como estandarte en sus letras, las cuales verían la luz el año 1994 con la presentación de su primer álbum.
Canciones de desamor, bares, peleas, fútbol y discriminación conforman este trabajo, que en 28 minutos reflejan el sentir del barrio obrero, y pese a que la banda es Argentina, las temáticas abordadas en esta placa son transversalmente comunes a los países sudamericanos, una razón más que potente para explicar las 50.000 copias vendidas.
El disco abre con la canción que le da el nombre al mismo, “Valentín Alsina”, una carta de presentación directo al cráneo, donde orgullosos de pertenecer al barrio te dejan caer una descarga de punk rock endemoniado. “Canción de amor” describe un sentimiento de atracción irresistible hacia el brebaje proveniente del lúpulo y la cebada (no hace falta mencionarlo).
Seguimos con “Que mala suerte”, en la que se describen las penurias que te pueden ocurrir en una mala noche (seamos sinceros ¿a quién no le ha pasado?). Con “Novedades” reivindican los derechos de los jubilados y le dan de paso un bofetón a la clase política. En lo que es un clamor popular, “Odio laburar” recoge el oprimido sentir de los explotados en trabajos miserables a cambio de poco dinero. La próxima entrega parte con un riff fiestero para pasar a una pegajosa canción en la cual nos cuentan las penurias de una chica y su “Amor suicida”.
Aunque parezca extraño, se despachan una canción instrumental, “14 botellas” de 52 segundos de puro power. Para cerrar el lado A del disco, “Vos no Confiaste” relata las pellejerías que pasan algunos que migran hacia otros países buscando mejores horizontes, y finalmente no los encuentran.
“Barricada” la más hardcore del disco, es rápida y dura. Con un repetitivo e incesante coro: “Matar, matar, matar, matar, matar…”. Llega el turno de uno de los clásicos de la banda “Otra Mujer”, un mensaje de esperanza ante el abandono. “Como caramelo de limón”, perfectamente podría ser la segunda parte de la predecesora, derrocha amor e inocencia a raudales.
Para nadie es un misterio el fervor por el fútbol de los argentinos, más aún en el barrio. “Demasiado tarde (La Marcha)”, es una canción de estadio por donde se le mire, el bombo clásico y el discurso “antiyuta” son la base de esta canción. Siguiendo con las temáticas barriales, “Pelea Callejera” describe un enfrentamiento callejero con navajas, cadenazos, disparos y policías. Siguiendo con el pogo endemoniado llega “Arrebato”, pegajosa y rítmica, es la antesala perfecta para la última canción del disco, el superhit “Ya no sos igual”, de una altísima rotación en MTV. Cuenta la historia de un conocido de la banda que se transformó en policía, ganándose el repudio de éstos.
Sin duda alguna “Valentín Alsina” es una pieza fundamental del punk argento, y porqué no decirlo hispanoamericano. Con temáticas totalmente vigentes, es una placa que envejece orgullosamente bien. ¿La voz de los sin voz? Podría ser, pero lo cierto es que este trabajo abrió la puerta e influenció a una generación entera de bandas que vinieron después.
Seguramente escucharemos más de algún tema incluido en este disco el sábado 26 en el Teatro Caupolicán durante el concierto de los argentinos en Santiago de Chile.