Tras siete años sin presentarse en solitario en nuestro país, The Cult regresa este domingo 9 de marzo, como parte de su gira por Sudamérica, que también incluye paradas en Argentina y Perú. El Teatro Caupolicán será nuevamente el recinto que albergará a Ian Astbury y compañía, esta vez después de su comentado paso por el Festival de Viña del Mar hace unos días.
Además de sus clásicos como “Fire Woman”, “She Sells Sanctuary” y “Love Removal Machine”, habrá espacio evidentemente para deep cuts, canciones para los fans acérrimos de la banda.
Preparando lo que será su show de este 9 de marzo, te traemos cinco canciones que The Cult tocará este domingo (y que no tocaron ni la vez pasada ni ahora en Viña).
“In the Clouds” (High Octane Cult, 1996)
Es la que, con un poderosísimo, ganchero y hardrockero riff de guitarra a cargo de Billy Duffy, da la partida en sus shows más actuales. Aun cuando Ian Astbury evoca a Danzig, el vocalista logra darle el ingrediente mágico suficiente para que la pócima sea indefectiblemente única.
“Ressurection Joe” (Ressurection Joe, 1984)
Sí, la palabra está mal escrita en el título de este single lanzada en 1984. Fue el bajista de ese entonces quien incurrió en ese error de tipeo al diseñar la funda del sencillo. Si bien en lanzamientos posteriores la ortografía se corrigió, lo realmente trascendental es que es una exquisita muestra sonora de post-punk y rock gótico como ya no las hacen.
“Spiritwalker” (Dreamtime, 1984)
La canción proviene de Southern Death Cult, la banda anterior de Ian Astbury. Durante un concierto en 1981, tocaron una canción sin título (más tarde llamada “The War Song“), cuyas letras fueron incorporadas en “Spiritwalker“, sin dar crédito a los demás miembros de la banda. Es una muestra muy típica del sonido de esos años (como el de Bauhaus o The Sisters of Mercy), y al final el clásico fadeout ochentero.
“Lucifer” (Choice of Weapon, 2012)
Más en la senda del hard rock que del post-punk o rock gótico (aunque no por eso del todo desprovista de estos estilos). El riff de guitarra es fuerte y distintivo, respaldado por una batería sólida que aporta dinamismo. La voz de Ian Astbury, con su timbre áspero y emotivo, le da un matiz oscuro, intensificando la fuerza de la música.
“Brother Wolf, Sister Moon” (Love, 1985)
Es una épica fusión de rock gótico y hard rock, cuya poética letra explora contrastes entre fuerzas opuestas, mientras la poderosa voz de Astbury y las guitarras intensas crean una atmósfera sombría y emocional. La combinación de estos elementos es ilustrativa de la banda y su identidad. SPOILER ALERT: es parte del encore en sus últimos shows.
Si estuviste en Viña hace unos días y te quieres repetir o si por el contrario lo viste por TV y te quieres dar una revancha, aún estás a tiempo de adquirir tu entrada por sistema Punto Ticket.