No hemos llegado ni a la quincena de marzo y la música desborda los locales semana a semana. Anoche, la inolvidable discoteca santiaguina Blondie, recibió a la banda The Damned que visitó nuestro país por primera vez. La trayectoria de los ingleses es tan soberbia que sus influencias llegan a todos los rincones del mundo: ya sea directa o indirectamente bandas como Guns n’ Roses, The Killers, Misfits o Depeche Mode, tienen algo de su sangre en su ADN.

A las 20 horas fue la cita. Desde antes de las 19 la fila salía del recinto capitalino y bordeaba la galería, que a sus afueras se vestía con camisetas de The Damned a los asistentes y a los negocios informales, que no perdían la oportunidad de vendernos cerveza fría mientras esperábamos que abrieran las puertas. Mientras tanto la vieja y la nueva escuela se encontraban juntas, separadas tan solo por decenas de años que ni importaban, las sonrisas en los rostros decían con fuerza que The Damned estaba en Chile y por supuesto que era una fiesta.

The Damned es una banda británica formada en Londres en 1976, considerada una de las primeras y más influyentes bandas del punk rock. No solo fueron pioneros del género en el Reino Unido, sino que también evolucionaron con el tiempo, incorporando elementos del gothic rock y el post-punk, lo que los convirtió en una banda clave dentro de varias escenas musicales. 

Fue la primera banda punk británica en lanzar un sencillo, “New Rose” (1976), adelantándose a los Pistols y The Clash. También fueron los primeros en lanzar un long play, “Damned Damned Damned” (1977), y en realizar una gira por Estados Unidos, expandiendo la influencia del punk británico. Su sonido en esta época era rápido, agresivo y lleno de energía, con letras que reflejaban la irreverencia juvenil que caracterizó al movimiento.

Tras algunos cambios en la alineación y un breve período de separación, The Damned regresó con una estética sonora más oscura y atmosférica, influenciada por el gothic rock. A lo largo de las décadas, The Damned ha pasado por múltiples pausas y reuniones, pero nunca han dejado de tocar y evolucionar. En los 2000, regresaron con nuevas producciones y giras exitosas, manteniendo tanto su legado como su lado más oscuro y teatral. Su más reciente álbum, “Evil Spirits” (2018), producido por Tony Visconti (conocido por su trabajo con David Bowie), demostró que los punks están vivos y que siguen siendo relevantes y están llenos de creatividad.

Mono Modo

Fotografías: Octavio Mendoza Instagram: @incircum

Con todo ese input entramos a la Blondie y disfrutamos el show de apertura de la banda nacional Mono Modo (M.N.M.D), proyecto punk rock formado en Santiago el año 2023 y que salió a escenario con la intención de meter una pastilla de anfetamina en las gargantas de los asistentes: lo consiguieron. Nueve canciones, hipnóticas, potentes, rabiosas y aceleradas, que junto a sus dos vocalistas lucieron un impecable trabajo de guitarras y una sincronía violenta entre el bajo y la batería.

Con un repertorio que parece un compilado de cassette punk de los 90s, que atraviesa las veredas de The Queers, Social Distortion, The Clash y 2 Minutos. Talentoso cuarteto digno para la noche, un plato de entrada que nos hizo crujir los dientes y nos hizo viajar con sus letras por las calles del centro de Santiago con una petaca y melancolía. Gracias música orgánica, gracias under chileno que cada día tienes más exponentes en esta escena del primer cuarto de siglo del 2000 y gracias Mono Modo por golpearnos duro y sacarnos de la modorra del calor del verano.

The Damned

Fotografías: Octavio Mendoza Instagram: @incircum

 

Así como si nada llegó la hora de la verdad y el quinteto de veteranos se subió al escenario con la prístina presencia de los héroes que inventaron el oficio de la estrella del punk. Brillando, luciendo y sonando impecables, como representando una obra en el teatro de los vampiros, pero de la escena del rock. Aplicando todos los recursos y triquiñuelas inventadas, allá por el año 77, nos entregaron una hora y media de calderones y codas interminables, que vistieron de gala una vez más a la Blondie.

Veinte canciones conformaron el menú del plato de fondo, donde recorrieron sin tapujos toda su trayectoria, contagiando a la garganta de la fanaticada para que entonara, con ímpetu adolescente, cada uno de los himnos que por décadas se cantaron con extraños en carretes, pero que anoche se entregaron como tributo a los británicos. Viviendo momentos de mutuo respeto y conexión, entre los aullidos del público y pasajes musicales de la banda.

Puntos memorables del show: Love Song” y “Machine Gun Etiquette“, clásicos de su álbum “Machine Gun Etiquette” (1979), donde ya mostraban más experimentación en su sonido punk. “Wait for the Blackout” y “Stranger on the Town“, que representan su incursión en el gothic rock, con un estilo más oscuro y melódico. “Fan Club” y “Born to Kill“, al más puro y duro estilo punk directo y agresivo de su primer disco. “Eloise“, un clásico de su etapa más gótica, versión del tema de Barry Ryan que hicieran famoso en la década de los 80s y que sirvió de homenaje al ex guitarrista fallecido hace apenas unos días. “Neat Neat Neat” y “New Rose“, himnos con los que pusieron en marcha al punk británico. Y de despedida “Smash It Up (Part 1 y 2)“, a modo de cierre épico y dramático dónde pasaron de lo melódico a la explosión de energía y el gran final.

Y así se nos pasó la hora, de pronto ya estábamos esperando el metro mirando los rostros felices, se abrieron las puertas y nos fuimos camino a casa escuchando el comentario generalizado que estuvo genial, y que una tocata no es punk si un par de aburridos no intentan arruinarlo todo trenzándose a golpes. Noche perfecta y así nos despedimos, mientras seguimos a la espera de otra cobertura en la que podamos contarte los detalles de otra jornada de rock.

Galería | The Damned en Blondie Club

Galería | The Damned: Mono Modo en Blondie Club

  

 

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