La noche del 21 de marzo, el Teatro Cariola recibió a una de las bandas más esperadas de la escena under europea, reconocida por sus conciertos desinhibidos, llenos de fiesta y celebración. Las expectativas eran altas y se cumplieron con creces gracias a un espectáculo sólido, preciso y potente, que desató la locura en la fanaticada chilena.
Bandas nacionales dando cara
Debido al itinerario de vuelos de Gutalax, hubo cambios en el cronograma que resultaron en un orden bastante peculiar (los checos tocaron en segundo lugar). A pesar de ello, las tres bandas chilenas teloneras salieron a darlo todo: H.A.C.H.A, con su grindcore tribal; Gordom, con su pegajoso crossover hardcore punk; y Batakazzo, que cerró la fiesta con un potente goregrind, a pesar de la hora.
El culto a la caca
La ceremonia de Gutalax comenzó con la clásica canción ochentera “Ghostbusters”, de Ray Parker Jr., mientras los integrantes de la banda checa tomaban sus posiciones en el escenario. Inmediatamente después, sonó un pedazo de “Farttherapy” + “Assmeralda”, desatando la euforia del público. Luego siguieron “Nosím místo ponožky kousek svojí předkožky”, “Shit of it All” y “Butman”.
Cabe destacar que, dentro de toda la gira latinoamericana hasta la fecha, el recinto chileno era uno de los más grandes y con mayor capacidad de público. Esto se vio reflejado en lo emocionados y contentos que estaban los integrantes del grupo durante todo el show, algo que hicieron notar en cada interacción con el público, orgullosos de su procedencia y del alcance que han logrado.
“Celebration”, de Kool & The Gang, sirvió como una especie de intermedio, en un punto donde el mosh, los juguetes, los overoles e inflables eran protagonistas indiscutidos de la jornada. La euforia era tal que incluso se pudo ver a gente bajando desde la tribuna hasta la cancha en una improvisada cuerda fabricada por el público. Dentro del repertorio de hits conocidos y otros menos populares, como “Robocock”, “Diarrhero”, “Fart and Furious” y “Polykání semena z postaršího jelena”, se pudo ver un público multigeneracional y transversal. Era fácil divisar cómo metaleros, punkis, viejos y jóvenes rockeros disfrutaban cada canción por igual.
La jornada debut de Gutalax en Chile fue redonda, con un repaso por gran parte de su discografía. A pesar de algunas complicaciones técnicas y desórdenes en los itinerarios que podrían haber empañado la noche, el show se mantuvo firme. Pero vamos: los mismos Gutalax nos invitan, con su música y su ritual de lo absurdo, a dejar de ser tan cuadrados y a no tomarnos todo tan en serio. Quizás es por eso que logran conectar tan fuerte con los melómanos locales.