“Lejos de todos creo que es mejor”: la resistencia de un sonido que no logra desaparecer.
La fugacidad de una buena parte de las bandas, más los diversos rumbos que decidieron tomar otras de ellas, terminaron por lapidar una escena que no surgió como podría. Sin embargo, las raíces que quedaron de su sonido permanecieron influyendo a una buena parte del rock chileno.
De entre las cenizas de la escena nace Gatostar, banda con ex integrantes de Duna y BluToi, quienes buscaban seguir con el sonido grunge. Su primer disco, “Hombre solo” (2005), se acercaba más al formato unplugged de las bandas como Alice in Chains. Por otra parte, tienen un segundo lanzamiento llamado “2007” que retoma elementos más tradicionales del rock.
Por otra parte, Samuel Maqueira, quien fuera parte de Jusolis, dio pasos por diferentes bandas, aunque siempre manteniendo algo de la esencia de su sonido inicial. Yajaira, piedra angular del stoner chileno, se forma el 95’, aunque no sacan su primer disco hasta el 98’, teniendo una larga trayectoria hasta hoy.
Con un sonido más dub, psicodélico y con influencias del shoegaze, el 2000 forma The Ganjas, proyecto que también ha permanecido al día de hoy. Por otra parte, más cercano a lo que componía con su primera banda, pero con un sonido más duro, el 2011 integra Wild Parade, autodefinidos como thrash & roll.
Varias bandas casi contemporáneas a la escena, pero que en realidad buscaban hurgar por el hard rock, también tomaron ciertas influencias.
Mandrácula, formados en 1995 de las cenizas de La Banda del Capitán Corneta, fue una banda de rock zeppeliano y alternativo. En su debut del 98’ incluyen “Verde Claro”, single que, sin ser una banda de grunge, posee un riff que podría ser envidiado por cualquier banda proveniente de Seattle.
Por una senda semejante tenemos a Weichafe, reconocido grupo de hard rock/metal alternativo que ya son clásicos a estas alturas. Y es en su debut del 99’ donde notamos influencias como las guitarras soundgardianas que se pueden encontrar en algunos temas como “Opción Laverna”.
También desde la senda del nü metal hay casos como el de Rama, quienes también terminarían siendo influenciados por los sonidos noventeros, dando un total vuelco a su sonido.
Durante la primera década del nuevo milenio, varias agrupaciones buscaron retomar estos sonidos y generar escena nuevamente. Hay quienes generaron pocos registros, por lo que son más difíciles de encontrar, como Cloro (2002) o Camión (2003). Sin embargo, de estos últimos podemos encontrar en Spotify el álbum “Duna” (2019), que posee cierto aire a la última época de Soundgarden.
En 2006, Anemia lanza su EP “Lejos de todos creo que es mejor”, que para quienes vivieron este revival del género, es todo un clásico difícil de conseguir, al menos hasta que lo subieron a plataformas digitales. Simón Rojas y Leonardo Signorelli, voz/guitarra y batería de la banda, formarían posteriormente Darma (2008), tornando hacia un sonido más cercano al post grunge y el metal alternativo.
En 2005 aparecen dos bandas más que publican sus primeros trabajos 5 años más tarde. Por un lado, Disfonico, con un sonido nirvanesco que recuerda lejanamente a Los Ex, publica “Murió el sol” (2010) y “Sueño que vuelo” (2016), el único disponible en los servicios de streaming.
Por otra parte, en Iquique nace el proyecto solista de Ricardo González, que logra generar un poco más de ruido entre la escena, Delonelyman. Hasta el momento ha lanzado dos LP’s, “Delonelyman” (2010) y “Silence” (2014).
Posee un sonido que autodefine como “Emotional Rock from “La Pampa del Tamarugal’” con ciertas influencias de Pearl Jam o Bush.
El nuevo milenio también vino cargado con nuevas formas de hacer música, donde varias agrupaciones explorarían entre los terrenos del hard rock, el stoner, el metal o el punk, pero con su esencia puesta en el sonido grunge. Sobre algunas de las bandas de esta escena, y de los comienzos de la segunda década pasada, comentaremos en la siguiente parte.